Araujonoguera, ‘La cacica’. “Es una entidad sin ánimo de lucro y de derecho privado, de utilidad común, sin vinculación política de tipo partidista y su duración es indefinida”, aclara.

—¿Y quién es ese ‘ratero honrado’ que te lo quiere robar? —le pregunto.

“Un colegio de Santa Marta, el Liceo Versalles, ha registrado con el mismo nombre del

nuestro uno que ha venido haciendo hace años … Antes se llamaba ‘Descubriendo talentos’, pero ahora lo promocionan y lo hacen como ‘Festival Vallenato Indio Tayrona’”, comenta Olivia.

—¿Es el colegio el ‘ratero honrado’?

“Bueno: se trata de un viejo amigo de la familia, amigo desde hace más de tres décadas:

Oswald Martínez, con quien conversé informalmente en junio de 2004 y le comenté que estaba radicada en Florida, Estado Unidos. Él fungía como presentador del festival escolar y el colegio es propiedad de su prima, la señora Clarena Almanza”.

—¿Y tal compartir qué tiene que ver con el plagio? —pregunto acucioso.

“Que el año pasado, 2015, alguien me dijo que el festival ya iba por su edición 15 o 16, no

preciso, al tiempo que me preguntó sorprendido que cómo hacía yo, si vivía en Florida, para haber organizado y realizado tantas veces el festival ‘Indio Tairona’ en Santa Marta si no se me veía por la ciudad. Algo parecido a lo que acabas de hacer tú”.

—¿Y?

“Indagué en la Cámara de Comercio y, para mi sorpresa, me encontré con que el día 29 de

septiembre de 2004 se registró, bajo el número de matrícula mercantil 9000502424, una fundación de un festival vallenato con el mismo nombre: ‘Indio Tayrona’. Se había registrado tres meses después de aquella conversación con Oswald, durante la cual le comenté que vivía en Florida. El hecho de haberme movido hacia otro país no les daba la opción de ‘El pájaro negro’: esperar que otro haga nido, para ellos meterse en él. Amigablemente he hablado con Oswald Martínez y su prima Clarena y ambos reconocieron que se había incurrido en un plagio y que iban a corregirlo. Pero no lo han hecho, han faltado a este compromiso y han seguido adelante, a toda marcha, sin importarles a quienes atropellan en su apremiante caminar”.

La Fundación Festival de Intérpretes de la Música Vallenata ‘Indio Tairona’, creada y regis-

trada en 1999 por Olivia Márquez, con el decidido respaldo de Darío Dangónd Martínez —él es el vicepresidente de la Junta Directiva— tiene como su principal objetivo “divulgar, fomentar, mantener y defender la música vallenata como pilar fundamental de nuestra cultura en el departamento del Magdalena y su capital Santa Marta” y, entre sus otros objetivos, propende por rescatar la identidad cultural y el amor por el folclor, la ciudad y el departamento en general, con programas de enseñanza en la población infantil y la difusión propia de la región. Uno de esos objetivos es la creación de una escuela para el aprendizaje del folclor, incluyendo su historia y clases de instrumentos musicales, tales como acordeón, guitarra, caja (tamboras), guacharaca, de canto y poesía. Pero, además, recuerda Olivia, “incentivar la afluencia de turistas hacia Santa Marta, teniendo en cuenta la vocación de la ciudad y sobre la base de que los festivales generan importantes ingresos a la industria musical, hotelera y, por consiguiente, a quienes derivan sus ingresos de esta actividad”.

El registrado por Oswald Martínez y el Liceo Versalles, de acuerdo con la información reca-

bada por Olivia Márquez en la Cámara de Comercio de Santa Marta —fotocopia de lo sustancial