Cartagena se ha consolidado como el lugar predilecto para la celebración de importantes certámenes —culturales, sociales, económicos, deportivos y políticos— no solo para los colombianos sino también para los extranjeros, en crecimiento sostenido. El gobierno, tanto el cartagenero como el bolivarense, tiene claro que el turismo sigue siendo motor de la economía en esta región, por cuanto genera empleos y progreso. En su aprovechamiento, se procura un desarrollo turístico sostenible e incluyente y la actividad se ha ampliado a ‘productos de los municipios’. En tal sentido se ha trazado ‘La ruta de la paz’, que consiste en un apasionante recorrido por cada una de las localidades bolivarenses que sufrieron los embates de la guerra y que hoy día, libres del conflicto armado, emergen como referentes de procesos de construcción de paz, en el marco imponente de una gran riqueza cultural, proyectada en la Vitrina de Anato. Una de esas muestras culturales, Festimaría, en noviembre.