límites. Impactaría positivamente en la generación de empleo, en más oportunidades para el ciudadano, en más opciones para el turista y los empresarios del turismo”.

Y había de mostrarse muy condescendiente con el ocio y el descanso la presidenta de Anato cuando, en esas palabras inaugurales de la XXXV Vitrina, jalonó esas actitudes de la condición humana como responsables de “las actividades económicas más sublimes: el servir a la gente, cumplir sus expectativas, generar un espacio de esparcimiento, un lugar de rencuentro consigo mismo o en un entorno familiar, porque viajar y conocer es la mejor experiencia que un ser humano puede experimentar”.

Que después ella le daría profundidad socio-económica a su intervención: “¡Qué oportuno hablar del turismo como un generador de prosperidad económica y social! Sobre todo, cuando las proyecciones del Fondo Monetario Internacional estiman una desaceleración del crecimiento para los países suramericanos. A pesar de que las perspectivas, en el caso de Colombia, tendrán, para el cierre del 2016, un incremento del PIB cercano al 3 por ciento, con certeza podemos afirmar que el turismo ha sido uno de los principales jalonadores de este comportamiento, sobre todo a lo que se refiere a la generación de nuevos empleos y divisas, aportando al final del año 2015 alrededor de 5.200 millones de dólares”.

Se puede asegurar, sin temor a equívocos, que Paula Cortés Calle tiene amplio dominio del sector que maneja. Por eso no se fue por las ramas cuando debió afirmar que “el comportamiento del turismo ha demostrado ser resistente a cualquier tipo de crisis”. Y aportó cifras.

“En Colombia”, dijo, “al cierre del año pasado, recibimos alrededor de 4 millones 400 mil visitantes extranjeros, un crecimiento del orden del 6 por ciento con respecto al 2014, incremento que supera en dos puntos porcentuales el promedio mundial. Por otra parte”, anotó, “las salidas de colombianos no contaron con la misma suerte, una disminución del 1,3 por ciento y con una tendencia a que esta caída siga acentuándose, como consecuencia principal de la devaluación del peso frente al dólar, que actualmente supera el 36 por ciento”.

En su discurso, la presidenta de Anato calificó el turismo, frente a tal coyuntura, como una actividad de doble vía. “Mientras esa devaluación trae beneficios para el receptivo y estimula los viajes domésticos, también golpea a otra parte de nuestro sector, y es la comercialización de los paquetes turísticos internacionales que ofrecen las agencias de viajes emisivas. En sus consecuencias, no solo afecta el empleo de nuestra industria sino también genera disminución de aportes parafiscales que por turismo hacen al Fontur; también incide en el equilibrio del mercado aéreo internacional, ya que son tan importantes las sillas ocupadas de los pasajeros que salen como las de los pasajeros que entran, por lo que pedimos, señor Presidente, que se tomen acciones a través del ministerio de Hacienda y del Banco de la República para mitigar el efecto de la devaluación en el turismo, sector que hoy se constituye en el segundo renglón más importante de la economía del país”.

OTROS APARTES DEL DISCURSO INAUGURAL

Paula Cortés Calle aprovechó al máximo la presencia del presidente Santos en el acto inaugural para dirigirse a él en diversas oportunidades y no solo para reconocerle logros sino también para hacerle algunas respetuosas solicitudes a favor del sector turístico.

“Señor Presidente: usted ha acompañado el proceso de evolución de nuestro país en materia económica y de seguridad desde la década de los 80 y los 90, cuando vivíamos una situación preocupante rodeada de un entorno de inseguridad y violencia, un camino espinoso que dificultó el trabajo de muchos de este sector del turismo. ¿Quién recomendaba a Colombia para viajar? ¿Quién creería que este país tendría un potencial para recibir extranjeros?

“A pesar de eso se afrontó el reto identificando los principales obstáculos que permitieran crear estrategias o incentivos como los establecidos para la inversión hotelera, la exención de IVA para extranjeros o residentes en el exterior, la construcción de muelles, malecones, centros de convenciones, carreteras y, en general, todo lo referente a infraestructura y, sobre todo, la labor de los empresarios , dentro de ellos los Agentes de Viajes, quienes comercializan los servicios turísticos para promocionar y vender Colombia en las ferias de turismo del mundo. Por eso necesitamos de su apoyo para que entidades como el Fontur y ProColombia cuenten con más recursos económicos, que son necesarios para el desarrollo de actividades de formación, certificaciones de calidad, estudios de mercado, apoyo a la presencia internacional de los empresarios, fortalecer las campañas de promoción nacional e internacional, entre otras.