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Creando memoria virtual

Santa Marta, la

pasión el fútbol

Santa Marta, la

pasión el fútbol

Por El Monje Jr.

Rafael Darío Jiménez Padilla es, por encima de todo, un intelectual. De las entrañas mismas de la Aracataca de Gabriel García Márquez. Razón más que suficiente para que se hubiese especializado en ‘Gerencia y gestión cultural’.

Él escribe y conversa e investiga. Y su pluma, su capacidad de diálogo y su acuciosidad —imbuido en lo mucho de Macondo— las ha puesto a apuntar hacia “el inicio del fútbol en Santa Marta”, dice y, sobre esas bases, ha llevado al género del documental televisivo todo ese glorioso pasado futbolístico, ojo: pasado, de la ‘Ciudad de Bastidas’.

Sin mucha parafernalia técnica y metido en cuerpo de periodista imparcial, ha preparado su trabajo audiovisual titulado ‘Santa Marta, la pasión el fútbol’, el cual será transmitido el martes festivo 8 de diciembre —Día de las velitas— a partir de las 2:00 de la tarde por Telecaribe. Su documental va por el canal regional, emergiendo del mar de tropiezos que le surgen a este tipo de iniciativas periodístico-culturales independientes: las negativas de anunciantes, los altos costos de transmisión, que finalmente se someten a transacciones o regateos en procura de una rebaja de costos, pero con la convicción personal de que valen la pena este tipo de esfuerzos.

Rafael Darío lo ha hecho, en procura de una memoria virtual. “Es una idea que he venido matizando desde hace más de 30 años. Por fortuna me encontré un texto, una investigación del fútbol del departamento del Magdalena, realizada por el profesor Joaquín ‘Zorro’ Celedón, ya fallecido, un texto que me ilustró más de lo que ya sabía”, señala Jiménez Padilla.

No contaba con las condiciones técnicas ni económicas para realizar un trabajo audiovisual de este tenor, pero allí estaba su hijo mayor Rafael Andrés Jiménez Montalvo —acabando de culminar su meritoria carrera de Realización de Cine y Audiovisuales— y también estaba ‘Pajarito’, un amigo común, Jorge Hernández Mercado, camarógrafo del fallecido hombre de cine y televisión samario Pedro Conde, quienes, hace más de 40 años, habían atendido en ‘La ciudad de Bastidas’ visitas profesionales de actores como Bud Spencer y Terence Hill, Trinity. Los ‘spaghetti western’, aventuras del oeste americano como comedias que alcanzaron éxito taquillero, que volvieron superestrellas internacionales a Spencer y Hill y que, en medio de ellos, tuvieron a Conde y a ‘Pajarito’ como extras de sus producciones.

La verdad es que la historia del fútbol colombiano vista desde sus raíces mismas es tema que apasiona —haya sido su cuna Bogotá o Ipiales o Santa Marta o Barranquilla—. “Y como acá en Santa Marta, la prensa, por falta de apoyo económico a estos proyectos, ha pecado en no profundizar sobre el tema, aunque existan méritos vivos como Hermenegildo Segrera, Alfredo Arango, Alex Didí Valderrama, ‘El pibe’, Falcao, entre otros, yo me propuse realizar este trabajo, tras una minuciosa investigación que me hizo meterme en archivos ubicados en Barranquilla, eterno rival samario en eso de la historia de los comienzos de un deporte inglés en tierras colombianas”.

Con sencillas cámaras se captaron las imágenes y los puntos de vista de los protagonistas —futbolistas samarios y conocedores del tema— para este trabajo sobre el inicio del fútbol en Santa Marta, con imparcialidad periodística a pesar de la condición de magdalenense del director Jiménez Padilla. Fueron entrevistadas casi 80 personas, entre ellas, Retat, Segrera, Raúl Peñaranda, Gamero, Eduardo Vilarete Radamel García King, padre de Falcao, Montufar, y pare de contar.

“Hemos respetando el criterio de los entrevistados, que aseguran que en Santa Marta fue donde se jugó por primera vez este deporte inglés, y en desarrollo de los diálogos, se mencionan los partidos de fútbol entre samarios de elite y los ingleses”, dice el intelectual cataqueño.

Hay una presentación, por mera tradicional oral, del primer partido oficial entre barranquilleros y samarios, jugado en Santa Marta. “Barranquilla ganó 1 a 0 y eso ocurrió en mayo de 1917. Posteriormente, en julio de ese mismo año, se jugó la revancha en Barranquilla, con marcador favorable a los samarios, también por 1 a 0”, puntualiza Jiménez Padilla.

El programa fue ofrecido a Win Sports, entidad que lo alabó pero no lo acogió para difundirlo alegando que, entonces, generaría resentimientos en otras regiones. Pésimo argumento, no hay duda, de una programadora de televisión, empresa que, se supone, tiene por objetivo la comunicación. Contrario a lo que se alegó, la transmisión de ‘Santa Marta, la pasión el fútbol’ bien podía servir para la apertura de posibilidades a que gente inquieta y metida en el mundillo de los audiovisuales y el periodismo de investigación se interesara en ofrecerles sus proyectos. Y si varias son las regiones que reclaman el nacimiento del fútbol en Colombia, mejor aun: se crea la polémica, crece, en especial en la parrilla de una empresa que eso es lo que alimenta en sus diversos programas tanto deportivos como de otra índole.  

“Yo hago un inserto que tomé de una revista producida por El Tiempo, retomado a su vez de una investigación Premio Simón Bolívar, mediante la cual se demuestra que el fútbol llegó primero a Bogotá, por obra de un militar americano que impuso ese deporte entre los cadetes bogotanos, allá en 1892”, comenta el director del documental.

“Esa parte inicia con el origen del fútbol”, agrega. “En plena Castellana me cité con ‘Jaricho’ Valderrama, Elías Henríquez Pardo, ‘Kiko’ Valle y otros veteranos. Ellos abordan temas relacionados con todos los campeonatos logrados por el seleccionado del Magdalena, desde 1928. Arrancan con las Olimpiadas de Cali, en las cuales Magdalena quedó campeón, tras superar en la final a Atlántico. Luego en Manizales. Después, siempre se repitió esta rivalidad: Unión-Junior, Junior-Unión han sido ejemplo de ello, aunque el Unión lleve sus años penando en la B”.

Y la historia recreada por Jiménez Padilla se pasea por Barranquilla, donde don Eduardo Dávila Riascos, padre del actual dueño del Unión —Dávila Armenta—, gritó a la tribuna ñera: “Me llevo el campeonato y regreso por la reina!”. Y se regresó y casó con ella: Rita Cecilia Armenta, que había sido reina de los Juegos Deportivos. “Ahí se luce Don José Rafael Dávila, historiador. Este tópico, de acuerdo con la sinopsis del documental, es desarrollado hasta 1980 por los entrevistados, porque después los seleccionados del Magdalena, recuerdan los entrevistados, decayeron tanto, que no solo se dejaban vencer de Atlántico, su querido y eterno hermano y rival, sino de La Guajira y hasta de Putumayo, ¡y por goleadas!”.

“En el 80 es cuando surge ‘El Pibe’ Valderrama y hasta ese año enfoco el documental. De ahí para acá no vale la pena... Hay en el documental un instante que se dedica al Unión Magdalena, su origen, su evolución, su grandeza y su decadencia. Y cierro con una polémica desarrollada por periodistas deportivos y aficionados en torno a la dirigencia, a la falta de estímulos. A Eduardo Dávila le dan duro, unos; pero otros lo defienden”, puntualiza.

Rafael Darío Jiménez Padilla precisa que otro de los personajes invitados es José de los Santos Ariza ‘Balín’, de indiscutible parecido, gracias a su peinado, al empresario boxístico norteamericano Don King. ‘Balín’ era quien aparecía en el estadio con una sirena, alentando al Unión: admiraba, en particular, a Cuarentinha. Aun cuando Unión descendió a la B, siguió haciéndolo. Pero ahora no va al estadio, “con ese Unión cuyo dueño vende partidos para no subir a la A”, dice Balín en el documental.

El remate del trabajo se sitúa en una triste temática: la del abandono en que terminan sumidos muchos de los futbolistas. El enfoque es en general, pero en particular sobre los samarios. “Se toca el estado crítico de muchos, que viven de la mendicidad, de lo que les dan los amigos que triunfaron o se cuidaron del vicio”, dice. “Situación desgraciada no solo de exfutbolistas, exárbitros, exdirigentes, sino de algunos periodistas deportivos”.

Gracias a esta experiencia, Rafael Darío Jiménez Padilla tiene pensado continuar entrevistando a exjugadores de fútbol samarios para que quede, por lo menos, una memoria virtual, debido a que en Santa Marta, tierra de grandes futbolistas, no existe un museo del fútbol.

“Creo que este trabajo podría realizarse en Barranquilla, en Antioquia, en Cali y hasta en Bogotá. Tengo la certeza de que en ninguna de las ciudades mencionadas han realizado trabajo de esta dimensión”, dice para concluir.

 Rafael Daío Jimánez con otra gloria samaria del fútbol colombiano Hermenegildo Segrera

El documentalista con Miguel Brugés, ‘Robapollito’, el exarquero ‘Kiko’ Valle, ‘Jaricho’ Valderrama, Charales, Reyes Henríquez y ‘Robapollo’, de la dinastía de los Palacio, en la Cancha La Castellana en Pescaíto, emblema samario.

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