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Urbano, merengue, tropical, salsa e intérprete vocal

La ruta de 5

congos de oro

en solo 6 años

Fausto Chatela

En 2013, la reina del Carnaval Daniela Cepeda Tarud hizo entrega a Fausto Chatela del que había de ser el segundo congo de oro de los cinco que ha ganado en seis años.

“La gente me busca por mi seriedad, por mi profesionalismo, por mi elegancia y por muchos aspectos que, de una u otra forma, hacen parte del buen cantante… Yo, lo digo sin vanidades: soy ejemplo barranquillero…”

“Traté de tener la respiración y el oxígeno exactos para poder cantar bien esa canción de Juan Gabriel…”

Profesor y alumno en el salón de música del colegio La Salle: Fernando Molina y Fausto Chatela no ejecutan instrumentos en esta ocasión… Con el cronista, hacen trío, no para cantar sino para contar… Páginas de la historia de Fausto.

Esta foto corresponde a un ensayo de Fausto del tema de Juan Gabril ‘Hasta que te conocí’.

Matrimonios en estratos altos de las principales ciudades del país —Barranquilla, Santa Marta, Cartagena, Medellín y Bogotá— son amenizados por Fausto Chatela La banda… Por la extraordinaria disciplina que guarda, incluso hasta en la elegancia de su vestimenta, él se declara “ejemplo barranquillero”.

que ser serio, ser integro, buscar, encontrar en lo que, de una o de otra forma, te pueda aportar para tu profesión y para tu vida tanto personal como espiritual.

—¿Cómo se llama tu esposa?

—Mi esposa se llama Tatiana…

—¿Cómo se llaman tus hijos?

—Mi hijo se llama Sebastián y mi hija Valentina.

—Tu cuadro familiar ante tu éxito como músico, como  cantante…

—Yo trato de no meterlos a ellos en este medio que es bastante complicado y difícil… Tú sabes cómo

es… De pronto no meterlos mucho en el cuento de la música, no meterlos mucho en esta burbuja en que estoy metido… Yo trato siempre de conservarlos un poquito retirados de esto… Ellos celebran junto conmigo, pero tratan de no inmiscuirse tanto, en la parte digamos de las relaciones musicales, en este ambiente que es bastante complicado… Yo trato de cuidar mucho a mi familia ante eso.

—Última pregunta: le debes mucho desde el punto de vista del fundamento musical a Fernando. Pero…

¿Qué artistas de renombre han influido en ti, que los has puesto, por los menos, como ‘este es un ejemplo a seguir, este es un paradigma a copiar, voy a tomarlo y hacerlo mío a mi manera’? ¿Tienes nombres?

—Muchos, muchos… Te hablo de que crecí escuchando música de los años 70, música de los 80, Juan

Gabriel, José José, Juan Carlos Coronel, de quien fui corista: aprendí demasiado de él… Buenos cantantes así como ellos, son los que pronto más me marcan.

—¿Alguna cosita más que quisieras decir?

—No… Se parece a Piero, ¿cierto Fernando? —dice y me señala—: Igualito a Piero, marica.

—En la batalla de flores me jalaban el cabello y me gritaban “Gamero hijueputa, Gamero malparido,

váyase pa’Panamá”.

—¡Qué vaina buena! Finalmente decirte que agradecido, un placer inmenso conocerte y que andes con

esta persona que es ‘guao’.

—Nos conocimos por Facebook —le dije—. Por Facebook y  Fernando y yo hemos hecho una amistad,

no joda, ¡qué berraquera!

—Genial.

—Lo comentaba ayer con tres personajes de Ciénaga. También los conocí por Facebook: uno, escritor y

pintor; la otra, poeta y pintora. Y los dos me presentaron ese peladito que canta del carajo: Víctor Hugo Vidal, Emna Codepi y Jorgito Nasra.

—Genial

—Por Facebook, pues, tres hechos positivos, en medio de toda la mierda que traen las redes.

—Afortunadamente uno tiene que decantar todas esas cosas positivas que las redes sociales le traen…

No puede estar uno ajeno a eso une se mueve por ahí.

—Bueno: gracias…

—Un placer.

—Te voy a ser sincero: decirte yo que consumen

o no consumen eso es paja… Yo no sé si consumen o no, pero hoy en día no se ve como antes… No se ve al man en tarima metiendo droga, no se ve al man en tarima ‘peao’ tocando y cantando, ¡no! Ya se cuidan un poco más en eso y si lo van a hacer lo harán en otro lugar, en otro momento, pero se cuidan mucho la imagen.

—Tienes la solidez moral indispensable para dar

no tanto un consejo, como sí una sugerencia a las nuevas generaciones… Mi hija quiere ser cantante pero no se lanza, tengo un peladito que acabo de conocer en Ciénaga, un niño que se llama Jorge Nasra, apellido palestino, un cipote de cantante lirico de solo diez años… Es una berraquera, le hice un reportaje… A estas generaciones ¿qué les transmitirías tú desde tu condición de docente, de músico serio y de clásico ganador?

—Una frase que de pronto puede sonar de cajón

porque la dicen muchos, pero es tan real… Que primero hay que persistir, después insistir y nunca desistir… En esta vaina yo no llevo dos años, tres años… Llevo más de veinte años y ahí voy y estoy recogiendo los frutos de lo que he sembrado… Pero sé que vienen muchas más cosas, por eso no hay que desesperarse… Hay

en esto de la docencia y el amor por la música. Fue el que me incentivó el amor por la música, yo a él le debo mucho. Fue mi segundo papá, aunque yo a veces me le pierdo, pero siempre estoy pendiente de él por las redes, y ando preguntándolo… Pero te cuento una cosa: la docencia como tal, más que una labor, “es un acto de amor”, como decía Gabriela Mistral. Quien no sea capaz de amar no debería enseñar y cuando tú tienes esa capacidad de amor, el hecho de estar aquí con unos estudiantes, de participar con ellos, de aprender de ellos —porque uno aprende todos los días de ellos—, es algo que complementa lo que tú haces. Y en la música, en mis presentaciones y demás, la gente ya conoce y sabe que soy profesor, inclusive en el exterior, en países en los cuales me he presentado, me he encontrado con pelados que han sido alumnos míos. Estuve en la Plaza Mayor de Madrid cantando una vez y cuando veo por ahí a alguien que me gritó: “¡Hey, Fausto!”, y digo: “¡Ay…!”

—Cuenta ahora sobre las reacciones de los pelados, tus alumnos, a raíz de los congos…

—Todos esos pelados de las redes sociales, tú sabes, los muchachos… Manejan mas las redes sociales

que nosotros… Todos han compartido, en su mayoría, han compartido la noticia de su ‘profe Fausto’ y no me felicitan como Fausto Chatela, sino ‘¡Hey, profe!”… “El profe ganó, el profe tal”… Y también las madres de familia, los padres… ¡Excelente! ¡Ha sido algo maravilloso!

—Fausto: cinco congos de oro en seis años construyen una cipote de plataforma de mucha solidez…

¿Que viene ahora?

—Ahora viene el lanzamiento del nuevo sencillo ‘Atado a tu amor’, tema que viene con sonidos de salsa

moderna… La idea es que trascienda, no que nos quedemos solamente aquí en la Costa, sino que llegue triunfante a lugares del interior y de fuera de este país. Ya tengo contratos firmados para este año en Argentina, en México, Panamá y Estados Unidos. En esos países vamos a hacer también lanzamiento oficial de ‘Atado a tu amor’, un ‘cover’ de Chayanne.

—La vida familiar de Fausto cómo trascurre, siendo ya el exitoso músico, siendo el exitoso docente…

¿Cómo trascurre en familia esa vida tuya?

—Normal, igual… Uno no tiene por qué cambiar… Estoy en las labores de la banda, termino de tocar,

me voy para mi casa… Un domingo es sagrado: estoy con mi familia, normal y corriente… No tiene nada de extraño, no cambia absolutamente nada.

—Yo tengo 42 años de actividad periodística… Asistí a 25 o más festivales vallenatos como enviado

especial de El Heraldo, en un tiempo; de La Libertad, del Noticiero Televista y por mi propia cuenta y asistí al degenere del músico… Lo veía y parrandee con ellos, con la juguetería completa… Mi vigencia terminó con Iván Villazón, esa fue la última generación con la que yo anduve parrandeando… ¡Desde Alfredo Gutiérrez hasta Iván! Así que… ¡Imagínate cuánto cabe en ese lapso!

—Viste todo…

—Vi a muchos excelentes cantantes cómo se degeneraban con el perico.

—Correcto…

—¿Cuál es la visión tuya? ¿Cuál es el comportamiento tuyo ante ese degenere social de muchos 

músicos? ¿Al respecto, qué dirías tú, sobre la base de que eres un hombre serio, sano, y de que tienes unas perspectivas de transmitir enseñanzas?

—A veces la gente tergiversa un poco. Tú has visto muchas cosas, pero han cambiado. He visto mucha

gente nueva que toma esto como una profesión, maneja esto como una empresa y tienen que cuidar mucho su imagen, muchas cosas que hacen parte del mismo quehacer musical. En el caso mío, hay una formación en valores. Cuando tú tienes tus criterios bien definidos, te alejas de muchas cosas que pueden afectarte. Entonces, no he tenido problemas con eso… He estado cerca de gente que consume drogas, he estado con gente que toma trago, he estado con gente de todo lo que tú te imaginas, pero yo sé decir no, yo sé decir no y sé que como docente soy un ejemplo para mis estudiantes… Tengo que cuidar y conservar eso… Más en los estratos en donde yo me muevo, que son estratos altos de Barranquilla, Santa Marta, Cartagena, Medellín y Bogotá, porque yo toco mucho en matrimonios y eventos sociales de la alta sociedad del país y no debo descuidar eso. La gente me busca por eso, por mi seriedad, por mi profesionalismo, por mi elegancia y por muchos aspectos que, de una u otra forma, hacen parte del buen cantante… Yo, lo digo sin vanidades: soy ejemplo barranquillero.

—Hay entonces una excelente conclusión: Hay un cambio de comportamiento en las nuevas

generaciones de músicos…

—Sí, ¡total!

—¿Y del uso de la droga como el gran hecho que había que consumar —y consumir— para sentirse

artistas, porque si no consumían el perico no eran artistas?

Dejemos hablar a Fausto:

—Y después, Diva Jessurum, con que

eran dos congos de oro. Y prendo las noticias a las cinco y media y los titulares de farándula y dice Diva: “No fue uno, fueron dos, dos congos de oro que se ganó Fausto Chatela en la ciudad de Barranquilla en el Festival de Orquestas”. Eso fue genial… A esa hora me bañé, me cambié, me vestí, estaba listo para entrevistas y todo… ¡Me hicieron las entrevistas que tú quieras!

—Bueno: Y ahora, esa versatilidad

tuya ¿cómo la transmites tu desde la docencia, como profesor de música?

—Mira, esto de la docencia es algo

que aprendí de esta persona que está aquí, que se llama Fernando Molina Molina, él fue mi maestro… ‘El cronista soy yo’ fue mi maestro, él fue quien me enseñó, quien me inculcó esto. Fernando fue el pilar para mí

y agárrate de la mano del Señor y sube cubierto con su sangre bendita”. Me dijo eso y yo, claro que sí: todo al pie de la letra… Después llamé a Javier Echeverri de Olimpica Stereo y me dijo: “Fausto, ¿de qué te preocupas si tú eres un ganador?” Esa vaina lo coge a uno y como que lo ensancha por dentro, lo vuelve grande y me dijo: “¡Agárrate de la mano del Firme!”. Los dos coincidieron antes de la presentación. Y cuando llega el momento de subir al escenario, yo solo estaba hiperventilándome para tener más oxígeno en la sangre, porque los sostenidos de los temas de Juan Gabriel son tremendamente complicados, exigentes. Claro que sí, traté de no moverme tanto, no correr de un lado para el otro con el propósito de no agitarme.

—Un tema muy exigente —anota Fernando.

—Muy exigente —le confirma Fausto—. Y traté de tener la respiración y el oxígeno exactos para poder

cantar bien esas canciones de Juan Gabriel… Cuando terminé, que ya me iba para la casa, me sentí satisfecho. Pero estoy en la noche ansioso por saber… Cuando me hablan del primero, ¡caramba! Me levanté de la cama, prendí luces y todo, y fui a donde mi hijo y le dije: “Papi, me gané el congo” —y vaya emoción con la que Fausto cuenta tales vivencias a la madrugada—. Él cumplia 17 años, y le dije: “Papi, mira el regalo que te tengo, me gané el congo de oro”. Y me dice Sebastián, entre dormido: “Papi, yo sabía que tú lo ibas a ganar”… Hermoso, hermoso…

—Deja de mamarme gallo, eche, no

joda…

“Mira…” Y me manda, efectivamente, la

noticia: ‘Mejor intérprete vocal’. Y, la verdad, cantar temas de Juan Gabriel en salsa, es cosa muy difícil de interpretar. Ante la evidencia, me acogí a una sorpresa fantástica.

—Emotivamente, ¿cómo describes ese

momento, el hecho de enterarte de que no fue uno sino fueron dos los congos alcanzados?

—Unas horas anteriores al Festival uno

maneja una ansiedad tremenda. Te comento algo: Yo me fui el día anterior con Diva Jessurum a la casa de Mary, la mujer de Joe Arroyo. Ella es muy amiga mía y me dijo: “Mijo: Joe también se ponía ansioso cuando iba a tocar en un Festival de Orquestas, así fuera el congo numero veinte… Él todavía se ponía ansioso, así que no te preocupes: tómate una sopita, una sopita aguadita, descansa, duerme

reconoce que, más que todo, lo que él quería, mediante su participación en el Festival, era promocionar el tema ‘Atado a tu amor’.

—Lo acabo de grabar en un sencillo y su lanzamiento oficial voy a hacerlo esta semana. Me dije: ‘En el

Festival comienzo el lanzamiento, esto es un vitrinazo’. Y sí:  arrancaré el lanzamiento por redes sociales, después por las principales emisoras locales y posteriormente el gran show de presentación del tema para la prensa y demás.

Entre el público asistente al Festival estaba Fernando Molina Molina, quien se preocupaba por la temática

presentada por su alumno, especialmente cuando algunas voces comenzaron a rumorear sobre Juan Gabriel…

Precisamente con Fernando Molina —“El cronista soy yo”, de El Muelle Caribe— habíamos llegado al

colegio La Salle de Barranquilla, tras una saludable caminata desde el centro de la ciudad. En el primer sitio donde Fernando buscó a Fausto, su exalumno, para felicitarlo, fue en el salón de música. No estaba. Buscó por otros sitios de la institución educativa y nada. Se me ocurrió decirle que preguntara en Coordinación o Secretaría y lo hizo. Por intermedio de la encargada y su celular, lo ubicamos. “Está en el salón de música”, dijo ella. Increíble, pero así ocurrió… Había regresado de almorzar, mientras Fernando y yo dábamos vueltas por otros salones y preguntábamos sin obtener la respuesta que habíamos estado buscado.

Nos presentamos. Nos caímos súper bien. Hubo química, a pesar de la abismal distancia entre edades.

Y le comenté sobre aquellas preocupaciones de su profesor.

—Cuando terminamos la presentación y nos hacen las entrevistas, todo genial, alguien por allá me dijo

que el jurado había dicho que “¡Impecable!”. Esa palabra me quedo marcada: “impecable”. Y entonces me dio como un fresquito, como decimos nosotros acá, y me fui a casa y se vino la madrugada y yo no podía dormir: ‘¿Será que me gané el congo, será que me gané ese congo?’, me decía. Y a las tres y media de la mañana, despierto… Y con el ojo pelado busco en redes los resultados. Como a las cuatro me mandan un audio en el cual el presentador dice: “Ganador en la categoría salsa, Fausto Chatela”. ¡Hijuepuerca!: ¡Me gané el congo, marica!, y a esa hora empecé a llamar a la gente: “¡Hey, hey, nos ganamos el congo!”. Y como a las seis de la mañana empieza la llamadera y una de esas llamadas es de Diva Jessurum, desde Caracol en Bogotá…

“Fausto: no te ganaste uno, te ganaste dos”…

—Hey, Diva, deja de mamar gallo. ¿Cuál dos? Solo uno, categoría salsa —Ella conmigo es muy chévere.

“No, marica, te ganaste dos”…

Por José Orellano

Fausto Chatela La Banda… Barranquillero que canta salsa en un estilo no convencional y que

acaba de ganar congo de oro en tal modalidad.

Rumbo a ese logro, ha venido paso a paso. Ya había ganado congos en categorías urbana,

merengue y tropical.

—Me hacía falta el congo en salsa —dice.

E interpretando salsa desde lo ‘no convencional’ superó, en el Festival de Orquestas del Carnaval de

Barranquilla —que en 2017 tuvo por escenario el parqueadero del estadio Metropolitano—, a grupos como Belkys Concepción, “¡imagínate!”; Caney Orquesta, Tropifiesta, Sabrosón Orquesta, Ángel y Marlon, “unos muchachos de aquí, muy buenos”; Cardenal de la Salsa, la Sucursal, Charanga del Sur, “muy buena, de Jorge Guzmán”; Cumbelé Orquesta, Chelito de Castro, Bamboleo Orquesta, la Banda de Nayo, la Nómina del Pin, Los Inéditos, Richy Guerrero, Son Marino, Escuela Naval y pare de contar.

—Estaba dura la competencia—tercia Fernando Molina, responsable del presente exitoso de Fausto, su

profesor de música que le inculcó fundamentación musical, cuando aquel aun era niño.

—Estaba dura —le responde Fausto, quien, a diferencia del erudito alemán de la famosa leyenda, sí

vive satisfecho con su vida.

Al congo de oro en salsa para

Fausto, el jurado le encimó el del mismo metal como ‘mejor solista vocal’ o ‘mejor intérprete’ y eso no lo logró el músico barranquillero por su linda cara. “Me dije: ‘en salsa yo no quiero hacer, de pronto, digamos, la salsa convencional, esa que siempre hace la gente cuando participa. No. Tomé un tema de Chayanne, ‘Atado a tu amor’, balada noventera, y la pasé a salsa con unos arreglos muy modernos y lo urbano también metido ahí… Después tomé un tema de Juan Gabriel, ochentero, ‘Hasta que te conocí’, y le hice a la vez un homenaje a ‘El divo de Juárez’, comenzado con piano nada más, tipo balada, y enseguida se metió la salsa en el tema, y terminé de cantar ese número para cerrar presentación con ‘Brujería’, de El Gran Combo —‘tú me tienes temblando de noche y de día… tú me hiciste brujería’—, que eso fue el show.

Fausto Chatela se sincera. Y

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