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La croniquilla de “El cronista soy yo”

Mi notícula tiznada

de folclor caribeño

Para El Muelle Caribe

Alfredo Gutiérrez, Petrona Martínez, Noel Petro: historias para televisar…

Ya la de Joe se contó… Interesante debe ser la de Juancho Polo Valencia, como han de serlo también la del maestro Lucho Bermúdez y la de El ‘pollo barranquillero’ Nelson Pinedo.

teleaudiencia sin precedentes. En la mira de libretistas, directores, camarógrafos y editores, han de estar Totó la momposina, Noel Petro, Petrona Martínez, José Benito Barros, Checo Acosta, Alfredo Gutiérrez, Aníbal Velásquez, Alejo Durán, Poncho y Emiliano, Juancho Polo Valencia y otros tantos que, sin la necesidad de majestuosos escenarios y de costosas inversiones, podrán generar seriados televisivos que han de proyectarse con el propósito de rescatar el aporte cultural que estos gestores de cultura nos han legado. Y para que las futuras generaciones no ignoren ni olviden la riqueza cultural e invaluable de nuestros ancestros.

Fernando Molina

C.C. 7447730 de Barranquilla-T.P. 91666 del C.S.J.

Ilustraciones bajadas de internet… El cuadro de portada es de Gerardo Pertuz.

La niña Emilia —esa mujer de hirsuta

figura, embajadora de las manifestaciones costumbristas, de las tradiciones arraigadas de su terruño, de la riqueza folclórica de sus ancestros— volcaba en el escenario su potencial de cantautora cortejada por la gaita, el alegre, el llamador, la tambora y las maracas que tronaban orgullosos, contagiados por la voz y la danza de esa niña menuda que, contorsionaba su cuerpo al son del espíritu de los palenques.

Esta región caribeña, cada noche, como

un ritual, busca su silla preferencial frente a la Tv nacional que hace palpitar al unísono sentimientos de admiración cuando, a través de los medios de la televisivos, se le brinda un merecido homenaje a esa pléyade de músicos, intérpretes y compositores de nuestra tierra afro-caribeña. Cada seriado que escoge como protagonistas a estos cultores de nuestra música folclórica petrífica en la silla a los televidentes porque es como si en cada capítulo se estuviera narrando la propia vida, nuestra propia historia.

La vida de Diomedes, de Rafael

Escalona, de Gali Galeano, de Joe Arroyo, de Jairo Varela, han acaparado audiencia a nivel nacional con un elevado rating de

Una de esas noches de diciembre en la novena que se

realizaba en la Central de Policía de Barranquilla tuve la oportunidad de ver y escuchar a La niña Emilia, la invitada al ritual de aguinaldos. Apostado cerca a la tarima pude disfrutar de esa voz cantarina, que irrumpía la noche como brisa tempestuosa, como remolino estremeciendo la selva de cemento, pero a distancia meciendo la vegetación de la sabana. Emocionado coreaba la voz de su lamento como si en cada interpretación del repertorio llevara enmochilada la voz de un pueblo sufrido, la voz de un pueblo marginado que arrastra sus cadenas dejando surcos imperecederos en el camino pedregoso de la existencia.

Por Fernando Molina Molina

Con una satisfacción del gran carajo,

animando y colaborando para que el cargamento de la barca, en perfecto equilibrio, no permita desestabilizar su rumbo de la mano de El estibador, se sueltan los amarres del seguro

puerto para que las impetuosas olas del océano no desequilibren el peso de las palabras ante tan valioso equipaje.

¡Vale la pena!

A Dios lo que es de Dios y a Tele-

caribe —en este providencial momento— lo que le corresponde…

Y a quienes ‘El polvo carnavalero’

nada les paró, ningún pelo les paró —bueno: la encrespada fue de rabia—, ahora hemos tenido, en el mismo horario de las 9:00 de la noche, la producción de la Corporación Pilas Colombia para el canal regional, la miniserie ‘Déjala morir’, que está contándonos la vida de quien, sin la parafernalia del glamour ni la boutique, había de constituirse en reciente pasado

en una destacada cantautora de lo vernáculo: Emilia Herrera.

Con guion de Andrés Salgado,

protagonismo de la actriz cartagenera Aida Bossa —ha interpretado, con canto de sus principales temas, a ‘La niña Emilia’—, actuación de destacados actores como Yuldor Gutiérrez, Jair Romero, Yeimi Paola Vargas, Adriana Ricardo, Estefanía Borge y Ramsés Ramos, entre otros, y locaciones en Cartagena y en calles, sitios tradicionales, fincas y casas de especial arquitectura del pasado en pueblos de Bolívar, especialmente Mahates, la miniserie ha sido pura diversión.

¡Lástima grandes que sean tan pocos

capítulos!

Pero valió la pena. Valió la pena que

Nellys Echenique —una de las hijas de La niña Emilia— le propusiera a Andrés Salgado, ‘De pies a cabeza’, que le hiciera una serie a la autora de temas que no dejan de sonar como ‘Coroncoro’, ‘Cundé, cundé’ y ‘Currucuchú’.

Valió la pena este homenaje a la

memoria de la artista de bullerengue, nacida en un caserío con mucha historia que contar llamado ‘Evitar’ —un nombre que, de por sí, ha de generar no solo historias sino leyendas—. Y ha de valer la pena lo que plantea “El cronista soy yo” en su croniquilla ‘tiznada de folclor caribeño’: gestar seriados televisivos que han de proyectarse con el propósito de rescatar el aporte cultural que estos gestores de cultura nos han legado… Y para que presentes y futuras generaciones lo sepan.

Amorosa escena del mini-seriado.

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