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¡Fin a la guerra! (II)

ABC​

DEL

ACUERDO

FINAL

para la

TERMINACIÓN

DEL CONFLICTO

y la construcción de una

PAZ estable y duradera

La esencia del acuerdo

El Acuerdo Final busca que las diferencias puedan resolverse de manera pacífica y que el país transite hacia una cultura de reconciliación, convivencia, tolerancia y no estigmatización que le apunte a la cons-trucción de la paz.

Con el punto de participación política se logrará una democracia fortalecida, donde todos quepan, puedan opinar y tengan derecho a no estar de acuerdo. Donde las ideas se defiendan con argumentos y nunca más con las armas.

Para garantizar esto se facilitará la creación de nuevos partidos y movimientos políticos, habrá nuevas oportunidades de participación para los territorios que han estado al margen del sistema político por cuenta de la amenaza de la violencia así como medidas para promover la transparencia en los procesos electorales y reformar la organización electoral. Además, se promoverá la participación e incidencia de las comunidades en la formulación, ejecución, seguimiento y evaluación de los procesos planeación territorial y regional, dando una mayor rele-vancia a la veeduría y control ciudadano.

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II PARTE

Acuerdo Solución al problema

de las drogas ilícitas

Qué pasará

• Colombia tendrá un Programa

Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de uso Ilícito que irá más allá de la erradicación y estará articulado a los planes y programas de desarrollo rural acordados.

• Los campesinos cultivadores no

serán tratados como criminales y contarán con alternativas productivas y acompañamiento permanente del Estado.

• Se abordará el problema del

consumo como un tema de salud pública, con programas de prevención, atención y rehabilitación de los consumidores.

• Se evitará que se destruyan

miles de hectáreas de selva y bosques naturales al evitar la expansión de los cultivos ilícitos.

• Las FARC se comprometieron

a romper cualquier vínculo que hayan tenido con el narcotráfico.

• Se continuará combatiendo al

narcotráfico, en especial a sus eslabones más rentables, y se atacará la corrupción que este genera.

• El Gobierno se concentrará en

combatir al crimen organizado y podrá proteger mejor a la gente.

• Se fortalecerá la lucha contra las finanzas ilícitas con una estrategia para perseguir los bienes y

dineros involucrados en el narcotráfico y controlar el lavado de activos.

• Los bienes a los que se les haga extinción de dominio irán a un fondo de tierras para los campesinos

que no tienen tierra.

La esencia del acuerdo

En qué consiste

Esta solución a la que se comprometen las

partes tiene tres pilares:

El primer pilar es la solución al problema de

los cultivos de uso ilícito, que busca transformar las condiciones de los territorios que han sido afectados por la presencia de estos cultivos y generar condicio-nes de bienestar para las comunidades que allí habi-tan y, sobre todo, que quienes los cultivan transiten hacia una economía legal.

No se trata simplemente de erradicar las matas

de coca. Se trata de trabajar con las comunidades en los territorios para resolver el problema de los cultivos, a partir de la voluntad de quienes están directamente vinculados a esta actividad, a través de la suscripción de acuerdos de sustitución y no resiem-bra, donde no solo los cultivadores sino el Gobierno Nacional y local adquieren compromisos, en una lógica de integración territorial e inclusión social.

Para esto, se creará un nuevo Programa Na-

cional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito y Desarrollo Alternativo en cabeza de la Presidencia, que será un capítulo especial de la transformación estructural del campo que se busca con el punto de Desarrollo Rural Integral.

El segundo pilar es abordar el problema del

consumo de drogas ilícitas con un enfoque de salud pública.

Dentro de la nueva visión, hay que separar el

tratamiento del consumo de la persecución del crimen organizado y desarrollar más bien una política nacional frente al consumo de drogas.

Para esto, se creará el Programa Nacional de Intervención Integral frente al Consumo de Drogas

Ilícitas como una instancia de alto nivel, para articular a las instituciones con competencia en la materia y coordinar un proceso participativo de revisión, ajuste y puesta en marcha de la política frente al consumo, promover capacidades locales frente a ese problema y a articular la acción del Estado en la materia y la generación de conocimiento de este fenómeno.

El tercer pilar es combatir el narcotráfico.

Para combatir el narcotráfico, el Gobierno concentrará todos sus esfuerzos en la lucha contra el

crimen organizado, para garantizar condiciones de seguridad en los territorios así como la implementación del Acuerdo Final.

Para ello se acordó, entre otros, la puesta en marcha de una nueva estrategia de política criminal que

fortalezca y articule instancias, mecanismos y capacidades de investigación y judicialización a nivel nacio-nal y regional, y que permita un uso más eficiente de los recursos judiciales. La fuerza pública se concen-trará en los eslabones más fuertes de la cadena del narcotráfico, considerando un tratamiento diferente a consumidores y cultivadores.

El Estado seguirá atacando los activos involucrados en el narcotráfico y el lavado de activos, lo que

incluye la identificación de la cadena de valor del narcotráfico y la formulación de un nuevo estatuto de prevención y lucha contra las finanzas ilícitas. Asimismo, incluye controles estatales a la producción, importación y comercialización de insumos y precursores químicos usados para la producción de drogas. También una estrategia de lucha contra la corrupción asociada al narcotráfico.

El Estado se concentrará en

COMBATIR A LAS GRANDES

ORGANIZACIONES CRIMINALES,

a los eslabones más fuertes del

narcotráfico.

Habrá oportunidades de

DESARROLLO LEGAL

para los CAMPESINOS que se

han visto involucrados en el ilícito.

Acuerdo Política de desarrollo agrario integral. Hacia un nuevo campo colombiano: Reforma Rural Integral (RRI)

Qué pasará

• La Reforma Rural Integral busca superar la pobreza y la desigualdad en el campo y brindar condi-

ciones de bienestar a todos los habitantes rurales.

• Los desplazados por el conflicto podrán volver a sus tierras, trabajar en ellas y vivir en paz.

• La población rural tendrá oportunidades de educación, salud, trabajo digno y vivienda.

• Se reconstruirán las regiones rurales más afectadas por el conflicto con la participación de las comu-nidades.

• Habrá más crédito, asistencia técnica y apoyo en la comercialización de la producción agrícola. Se

promoverá la economía solidaria.

• Se construirán vías terciarias, distritos de riego y drenaje, electrificación y conectividad digital. Es

decir, bienes y servicios públicos que hoy son escasos en el campo.

• Se formalizará la posesión de la tierra para garantizar que los campesinos que tienen tierra pero no

escrituras, no estén marginados y para eliminar los conflictos alrededor de la propiedad y su uso.

• Se mejorará el acceso a la justicia en el campo con la creación de la jurisdicción agraria.

• Se formalizará el trabajo en el campo y mejorará la protección social rural.

• El Fondo de Tierras la distribuirá de forma justa a quienes la guerra les quitó todo, a partir de tierras

baldías, donaciones y recuperaciones de tierras adquiridas ilegalmente.

• Se brindarán alternativas económicas sostenibles a las comunidades rurales que habitan en zonas

de interés ambiental, como páramos, cuencas y humedales.

Si bien el conflicto antecede al problema del narcotráfico, no es posible la construcción de una paz estable y duradera si no se resuelve este problema, o al menos su expresión territorial: el problema de los cultivos ilícitos y las economías ilegales asociadas a ellos, así como la amenaza de las redes territoriales de crimen organizado dedicadas al narcotráfico.

Sin conflicto habrá oportunidades de desarrollo legal para los campesinos que se han visto involucrados en el ilícito.

El Estado se concentrará en combatir a las grandes organizaciones criminales, a los eslabones más fuertes del narcotráfico y no a los campe-sinos que alguna vez tuvieron cultivos ilícitos.

A través de programas de sustitución de cultivos de uso ilícito, se les dará a los cultivadores, antes amenazados por la guerra, opciones reales de vida y trabajo en la legalidad. De esta forma, se fortalecerá la presencia permanente del Estado y el trabajo conjunto con los habitantes de estas tierras para garantizar la sostenibilidad de estas comunidades.

Para reversar los efectos del conflicto en el territorio e impedir que el conflicto se repita, se deben cambiar de manera radical las condiciones sociales y económicas en las zonas rurales de Colombia. Esto se logra con una gran transformación del campo. Con lo que se ha denominado una Reforma Rural Integral se busca cerrar las brechas entre el campo y la ciudad.

Con lo acordado sobre desarrollo rural se busca que haya más crédito, asistencia técnica y apoyo en la comercialización de la producción agrí-cola; que se formalice la posesión de la tierra y que se cree un Fondo de Tierras a partir de baldíos, donaciones y recuperación de aquellas que fueron compradas ilegalmente, para distribuirlas de forma justa a quienes la guerra les quitó todo.

La esencia del acuerdo

La esencia del acuerdo

En qué consiste

Esa reforma tiene fundamentalmente cuatro

pilares:

El primero es el acceso y el uso de la tierra.

Es decir, distribuírsela a los campesinos sin tierra o con tierra insuficiente, mediante un gran Fondo de Tierras que les permita vivir en condiciones de dignidad.

El Fondo se alimentará de las tierras ilegal-

mente adquiridas mediante la aplicación vigorosa de los mecanismos establecidos en la Constitución y en la ley, especialmente los de extinción judicial de dominio y recuperación de baldíos indebidamente apropiados u ocupados. Los habitantes del campo no tienen nada que temer.

Y no se trata sólo de distribuir tierras, sino de

darles a los campesinos los elementos para que esa tierra sea productiva: riego, crédito, asistencia técni-ca, asociatividad, posibilidades de comercialización. Eso es lo que se llama “acceso integral”.

Un segundo pilar son planes nacionales en lo

rural que, en una etapa de construcción de paz, deberán lograr una reducción radical de la pobreza y en especial de la pobreza extrema, con el fin de disminuir la brecha que existe entre el campo y la ciudad.

Estos planes están orientados a proveer bienes y servicios públicos en infraestructura, desarrollo

social y estímulos a la agricultura familiar y a los proyectos de asociatividad que contribuyan a dinamizar la economía rural, integrar las regiones al país y mejorar la calidad de vida de los habitantes del campo. También contarán con asistencia técnica, crédito, mercadeo, y formalización laboral y protección social.

Un tercer pilar es el establecimiento de programas especiales de desarrollo con enfoque territorial

(PDET) en los territorios más necesitados, que coordinen esas grandes intervenciones e inversiones del Estado para que las instituciones trabajen de la mano de las comunidades y se logre estabilizar esas regiones. Se trata de reconstruir las zonas más afectadas con verdaderos planes de choque y facilitar la reconciliación.

El cuarto y último pilar es la seguridad alimentaria y nutricional: todo el esfuerzo de transforma-

ción del campo tiene que llevar a una mayor producción de alimentos y a una mejor nutrición, en especial de los más pobres.

Las acciones que se diseñen y ejecuten en todos los pilares tendrán en cuenta las necesidades, ca-

racterísticas y particularidades de los territorios y las comunidades rurales y contarán con una perspectiva de género y enfoque diferencial. Su efectividad, transparencia y buen desarrollo dependerá de la amplia participación de las comunidades en la planeación, ejecución y seguimiento.

Acuerdo Participación Política. Apertura democrática para construir la paz

Qué pasará

• Una vez dejadas las armas, las FARC en-

trarán a jugar con las reglas de la democracia, transformándose en un partido o movimiento político.

• Se creará un Estatuto de Oposición con la

participación de todos los partidos y movimientos políticos con personería jurídica, para fortalecer la participación de todas las voces contradictoras de los gobiernos.

• Se creará un Sistema Integral de Seguridad

para proteger la vida de quienes están ejerciendo la política, de líderes de movimientos políticos y organizaciones sociales.

• Se crearán circunscripciones especiales de

paz para garantizar una mejor integración de los territorios más afectados por el conflicto mediante una representación transitoria en el Congreso.

• Se fortalecerá la participación de los ciuda-

danos para que puedan tener más influencia en las

decisiones que los afectan.

• Habrá más control del gasto público por parte de los ciudadanos por medio de la promoción del

control y veedurías ciudadanas.

• Se implementarán medidas para promover la transparencia en los procesos electorales.

En qué consiste

Está construido sobre

tres ideas.

La primera es que para

consolidar la paz, luego de la terminación del conflicto, es necesaria una nueva apertura democrática que promueva la inclusión política y permita que surjan nuevas voces y nuevos proyectos políticos para enriquecer el debate, con todas las garantías de transparencia y de equidad en las reglas del juego. Porque la democracia es justamente el medio para consolidar la paz en la medida en que es un sistema para dirimir conflictos de manera pacífica por medio del debate y el voto.

¿Esto qué significa en concreto? Significa que hay que facilitar la creación de nuevos partidos polí-

ticos —sin poner en riesgo los avances en la consolidación del sistema de partidos— desligando la supe-ración del umbral electoral de la obtención de la personería jurídica y estableciendo unas condiciones espe-ciales para que durante un periodo de transición las nuevas fuerzas que aparezcan cuenten con suficientes apoyos por parte del Estado.

Para promover el pluralismo y la inclusión política en un periodo de transición, también se acordó,

como medida de reparación a las comunidades que más han sufrido el conflicto, la creación de 16 Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz en las regiones más golpeadas por el conflicto de manera que sus habitantes puedan elegir, durante la fase de transición y de manera temporal, Representantes a la Cámara adicionales bajo unas reglas especiales. A estas circunscripciones no podrán postular candidatos los partidos con representación en el Congreso, sino grupos significativos de ciudadanos y organizaciones sociales del territorio, tales como mujeres, víctimas, campesinos y minorías étnicas.

La segunda idea es que la consolidación de la paz requiere también de una mayor participación

ciudadana, como era el espíritu de la Constitución del 91. Por esa razón, se acordaron toda una serie de medidas específicas para fortalecer la transparencia del sistema electoral, así como la revisión integral del régimen y la organización electoral para dar esas garantías y poner a Colombia a la van-guardia del continente, sobre la base de las mejores prácticas internacionales.

Ese fortalecimiento de la participación ciudadana pasa también por apoyar a las organizaciones so-

ciales como expresiones organizadas de diferentes intereses de la sociedad, que también juegan un papel importante en la construcción de la paz, incluso cuando se oponen por medio de la protesta a las políticas del Gobierno.

La tercera idea la fundamental del fin del conflicto es que la condición básica para consolidar la

paz, por medio del ejercicio de la democracia, es que se rompa para siempre el vínculo entre política y armas.

Es decir que nadie nunca más utilice las armas para promover una causa política. Y que quienes han

dejado las armas para transitar a la política tengan todas las garantías de que no serán objeto de la violencia.

Y no solo quienes han dejado las armas: todos quienes están en el ejercicio de la política deben tener

la seguridad que no serán víctimas de las armas. Se trata nada menos que de dignificar y proteger el ejercicio de la política como un pilar de la construcción de la paz.

Al mismo tiempo, es necesario fortalecer las garantías para el ejercicio de la opo-sición, a través

de un Estatuto de la Oposición, y de esa manera crear condiciones más propicias para cumplir con un principio básico de la democracia como es la alternancia en el poder.

Se logrará una DEMOCRACIA FORTALECIDA, donde

todos quepan, puedan opinar y tengan derecho a no

 estar de acuerdo. Donde las ideas se defiendan con

argumentos y nunca más con las armas.

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