sigue rindiendo honor a su creadora Fanny Mickey y ofrece, tal y como lo haría ella, una agenda “absolutamente diversa” y copada para 17 días.

En 43 salas, 76 espacios, 108 calles intervenidas y con 100 directores, esta nueva edición del Iberoamericano congrega en Bogotá a 3650 artistas, en 1250 funciones, provenientes de 28 países —de acuerdo con la información que suministra http://fitbogota.com/—: Argentina, Bélgica, Canadá, Suiza, Chile, Colombia, Alemania, Dinamarca, Eslovenia, Tailandia, Estados Unidos, Sudáfrica, Polonia, Portugal, Rusia, Suecia, España, Finlandia, Islas Feroe, Francia, Gran Bretaña, Italia, Hungría, Corea, Perú, Noruega, Holanda y México, país invitado de honor. 210 funciones de teatro serán al aire libre.

La historia dice que el que había de convertirse en arte escénico para que figuras de las letras destacaran en él, se popularizó en todo el mundo a partir del siglo XVI. Había entonces “carros ambulantes que ofrecían espectáculos teatrales y anfiteatros creados con el mismo fin. En este período había de surgir el teatro nacional, que intentaba mostrar valores y elementos populares, realzando la importancia de lo relativo a la patria. El español ocupa un lugar importante en este tipo de teatro y en él destacan las figuras de Lope de Vega, Tirso de Molina y Calderón de la Barca. También en Inglaterra y Francia el teatro popular cobró gran importancia para que destacaran obras de Shakespeare y de Corneille, Racine y Molière”.

Para esta ocasión el Festival Iberoamericano de Teatro —una combinación de expresiones teatrales de diversos estilos e ideas, representatividad de infinidad de regiones del mundo—, ha agendado un programa especial con comunidades afro. “Una versión de Antígona, de Bernardo Rey, del grupo de Teatro Cenit, que viene con unas cantadoras de alabaos chocoanas”, ha informado su directora. Y es que el teatro refleja preceptos espirituales de grupo sociales.

Se congregan, pues, grupos, artistas y directores que no habían venido al Festival ni al país, al igual que muchos de los grandes grupos, actores y directores que habían venido en el pasado. De lo nuevos, dos estrellas del espectáculo en España: Nuria Espert, protagonista de ‘La violación de Lucrecia’, basada en un poema de Shakespeare, y Ana Belén, quien actúa en una ‘Medea’ extraordinaria. Y de Estados Unidos, ‘Arrabal’ dirigido por un colombiano, con música de Gustavo Santaolalla.

Se aspira a que, entre espectadores, turistas y participantes, un millón de personas participen del certamen, cuya clausura, el domingo 27, tendrá por escenario la Plaza Bolívar: un concierto de música popular, a partir de las 8:30 de la noche, con artistas de Colombia y de México, en su condición de país invitado de honor.

“Las salas, los teatros, las calles y el epicentro artístico latinoamericano están listos para recibir a quienes buscan disfrutar de los espectáculos y de Bogotá, una ciudad inagotable, maravillosa y encantadora”, ha dicho para los medios la directora del Instituto Distrital de Turismo (IDT), Adriana Marcela Gutiérrez.