Lo de Galeano eran realidades deliradas, delirios realizados, “palabras andantes que encontré —o fui por ellas encontrado”, pero el objetivo de la ‘Palabra andante’ en la península septentrional es crear espacios de promoción y desarrollo de la lectura y escritura en todo el estamento

universitario y la comunidad en general guajiros.

La Red Iberoamericana Palabra Andante, invitando a que trabajen juntos, promueve en cinco países de América —entre ellos Colombia, La Guajira—, intercambios académicos con universidades, centros culturales, fundaciones, entre otros, y mediante el ejercicio que se cumplirá en la Sala de Lectura Nellit Abuchaibe durante cinco días, desde este lunes 18 hasta el viernes 22, coadyuvará a que los estudiantes aprendan a pensar y a conectarse con los aspectos de la vida, desarrollando habilidades  o transferencias que le permitan adaptarse a los cambios sociales y tecnológicos, que así lo sostiene la directora del Programa de Pedagogía Infantil de Uniguajira Mairis Ayola Mendoza.

La oficina de Comunicaciones de la Universidad de La Guajira confirma que habrá ‘palabra andante’, que ella hablará, escribirá y leerá con el desarrollo de la conferencia ‘El arte de la oratoria’, a cargo del abogado y comunicador social venezolano José Rafael Rivero, quien abrirá el ciclo de charlas; con la exposición ‘La narración oral y la promoción de lectura desde una didáctica integradora’, orientada por la especialista en enseñanza de la lengua de la Universidad Católica Cecilio Acosta de Maracaibo, Normary Gisel Quintero Romero, y con la disertación sobre ‘Expresión verbal y escrita en los medios de comunicación’, por la licenciada en educación integral de la misma universidad Katherin Lucina Méndez Bracho.

Sí, tiene que ser una alegoría del título de la obra del uruguayo Galeano —el propósito es altamente loable—, quien nos regala una hermosa sinopsis de su libro ‘Las palabras andantes’:

“Yo he venido al taller de José Borges para invitarlo a que trabajemos juntos. Le explico mi proyecto: imágenes de él, sus artes de grabado, y palabras mías. Él calla. y yo hablo y hablo, explicando. y él nada. y así sigue siendo, hasta que de pronto me doy cuenta: mis palabras no tienen música. Estoy soplando en flauta quebrada. Lo no nacido no se explica, no se entiende: se siente, se palpa cuando se mueve. Y entonces dejo de explicar; y le cuento. Le cuento las historias de espanto y de encantos que yo quiero escribir, voces que he recogido en los caminos y sueños míos de andar despierto, realidades deliradas, delirios realizados, palabras andantes que encontré —o fui por ellas encontrado. Le cuento los cuentos; y este libro nace” (http://www.sigloxxieditores.com/libros/Las-palabras-andantes).

Segunda jornada de educación ‘Discurso oral y expresión escrita y promoción de lectura’ de la Facultad de Ciencias de la Educación y el Programa de Pedagogía Infantil de la Universidad de la Guajira para que la Palabra Andante, Red Iberoamericana para el intercambio académico con universidades, centros culturales y fundaciones entre otros, tengan por esta semana, en días previos al Día del Idioma el 23, a cualquier cantidad de fonemas contoneándose, hablando, leyendo y escribiendo en La Guajira por la mejora sustancial de la expresión peninsular en sus formas, tanto escrita como hablada, con enes que no van, apócopes y modismos que yerran, utilización de palabras con sus significados variados, entre otras.

“Una mesa remendada, unas viejas letritas móviles de plomo o madera, una prensa que quizá Gutenberg usó: el taller de José Francisco Borges en el pueblo de Bezerros, en los adentros del Nordeste del Brasil. El aire huele a tinta, huele a madera. Las planchas de madera, en altas pilas, esperan que Borges las talle, mientas los grabados frescos, recién despegados, se secan colgados de los alambres. Con su cara tallada en madera, Borges me mira sin decir palabra” (http://www.casadellibro.com/libro-las-palabras-andantes).