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Entrevista a quien ganó haciendo ‘Camino de paz’

El poeta Abel J. Rivera

bajo ‘La lupa cultural’

Sus respuestas a cuestionario de 10 preguntas de la revista argentina organizadora del concurso de poesías por la paz ganado por el intelectual samario

“Nuestro cimiento, la tierra. Nuestro destino es parar en las manos del pueblo…”

—¿Cree que la poesía y la narrativa pueden ocuparse de contri-

buir a la ecología de alguna manera, educando en el tema ambiental?

«Inicialmente para responder esta pregunta, dejemos que sea

el gran poeta español Miguel Hernández, quien nos diga algo al respecto, extraído de la dedicatoria a Vicente Aleixandre de la obra ‘Viento del pueblo’, en la cual se manifiesta con mucha claridad “…el tránsito del yo —la poesía intimista— al nosotros, el giro hacia una poesía de carácter social, en la que las angustias del poeta se identifican con las de todos los hombres: ‘Vicente, a nosotros, que hemos nacido poetas entre todos los hombres, nos ha hecho poetas la vida junto a todos los hombres. Nosotros venimos brotando del manantial de las guitarras acogidas por el pueblo, y cada poeta que muere deja en manos de otro, como una herencia, un instrumento que viene rodando desde la eternidad de la nada a nuestro corazón esparcido. Ante la sombra de dos poetas nos levantamos otros dos y, ante la nuestra, se levantarán otros dos, mañana. Nuestro cimiento

escritora, lo ha expresado así: “… su poesía es un vuelo onírico, más que una realidad vivida.  Es una obra esmeradamente dulce y sutil, algunas veces, y otras intemperante y contestataria, que incluye una temática abigarrada que toca aspectos de amor, naturaleza viva, sociedad y política. De ahí que su obra contenga poemas tan variados en temática como: Poema al Desamor, Poema a la Iguana Fonsequera, Poema a mi Árbol de Guayabas, Dime Luna, Arrebolada en Tenerife, Santa Marta desde Arriba, Mi bella Mujer, Aguas de la Sierra Nevada, y más de medio centenar de poesías que serán publicadas en ese poemario”».

—Con respecto al turismo ecológico que Ud. comentó en varias ocasiones, dentro de la región de Sierra Ne-

vada, ¿qué aspectos reconoce más importantes en cuanto a conservación de ecosistemas?

«El Distrito de Santa Marta, departamento del Magdalena en la República de Colombia, ha sido privilegiado

por la naturaleza al posicionarlo geográficamente para que su territorio comprendiera áreas marinas del mar Caribe, de la llanura costera y de la Sierra Nevada en todos los pisos altitudinales, siendo recorrida por varios ríos importantes como fuentes de los acueductos distritales y para riego de las plantaciones bananeras del nororiente y para los cultivos de pancoger que surten los mercados populares; por esto nada califica mejor a Santa Marta que llamarla ciudad marinera y serrana. Vale señalar que la cuenca alta de la sierra corresponde a un parque natural nacional del mismo nombre.

Esta privilegiada situación geográfica hace que el Distrito de Santa Marta posea todos los ecosistemas tropica-

les, con sus características propias de diversidad y abundancias de flora y fauna, asociadas a la existencia de las comunidades humanas, con problemáticas y conflictos de uso y aprovechamiento de los recursos naturales, sobre los cuales se deben formular y ejecutar políticas, programas y proyectos específicos para solucionar, corregir o mitigar dicha problemática. En ese marco conceptual y ambiental se inserta la gran Sierra Nevada de Santa Marta con sus 5.758 metros de altura sobre el nivel del mar y su importancia vital para el distrito como fuente hídrica de los acueductos de Santa Marta y Gaira.

Hoy día, la Sierra Nevada de Santa Marta, no obstante, su importancia como fuente hídrica, es el asentamiento

de comunidades de pequeños campesinos y etnias indígenas que desarrollan actividades agropecuarias de baja escala tecnológica para la producción de alimentos de pancoger, además de ser una zona para turismo ecológico y de conocimiento arqueológico. Sin embargo, dista mucho de ser una región integrada a un desarrollo turístico ambientalmente sostenible, que contribuya a la generación de ingresos tributarios para el erario distrital, y como fuente de cientos de puestos de trabajo para medianas y pequeñas empresas turísticas de la región, incluyendo a los campesinos del sector de influencia. Por ello, primero que todo, la alcaldía deberá propender porque un buen porcentaje de las tarifas de ingreso y permanencia en los parques nacionales, ingresen a la hacienda distrital; para, además de construir senderos y refugios ecológicos, ejecutar programas de control y vigilancia ambiental, desarrollar la ordenación de cuencas hidrográficas, reforestación, agricultura sostenible y ecológica, conservación de fauna y flora nativa, asistencia técnica agropecuaria para el incremento de la producción agropecuaria  y forestal, bajo criterios de sostenibilidad ambiental. ¡Claro que es compatible ECOTURISMO Y NATURALEZA!»

—‘Riveras en versos’, su poemario,

¿tratará de un tema específico o estará relacionado con diferentes sensaciones?

«Al rompe diremos que mi poemario

es un fruto dulce y aromático de mi cosecha lírica de los últimos 20 años de mi vida. Representa la puesta en edición de una placentera obra vocacional, que no un esfuerzo —de ninguna manera podrían serlo sus versos que espontáneamente salen de los jardines de mi alma sensible y franca— para llevar al lenguaje escrito mis más sentidos sentimientos de amor, admiración, frustración, enojo, apreciaciones de mis vivencias pasionales y de las vicisitudes encontradas a lo largo del camino vital por mi recorrido en las úl-timas dos décadas.  Una dilecta amiga

sociales, arrogancia, de depredación de los recursos naturales sin beneficio social general. Alguien dijo. “la guerra, más que un crimen es una gran tragedia. Y más importante y urgente que castigar sus atrocidades es corregir sus causas. La falta de democracia es lo que ha producido la guerra, y solo la democracia puede ponerle fin”.

DE LOS ACUERDOS DE PAZ, DE LA NUEVA COLOMBIA

Y DE LA PARTICIPACIÓN DE TODOS LOS COLOMBIANOS

Con la firma de un acuerdo de paz, efectivamente firmado, todos los colombianos pensamos en sistemas de

gobierno alternativos al actual, teniendo como paradigmas las socialdemocracias europeas de Suecia, Dinamarca, Islandia, Alemania, Francia, etc, distintos a Cuba y Venezuela. Algunos sectores organizados en partidos de mino-rías exclusivistas, quieren mostrar que estamos en esta falsa encrucijada: o el corrupto y plutócrata de la Colombia actual o los paupérrimos sistemas de Cuba y Venezuela. Los colombianos no debemos caer en ese falso juego de los detentadores de un poder para unos pocos corruptos y hegemónicos.

No se trata de apoyos a Uribe, a Santos o a las FARC. Todos ellos pasarán a la historia de nuestra Colombia,

con todas las asignaturas socio-económicas, morales y éticas desaprobadas; solo que SANTOS facilitó la apertura del portón de la paz y la concordia entre los colombianos.

Pero, es importante tener siempre en cuenta que es tarea de los Colombianos todos, planear, presupuestar,

concertar y ejecutar la obra de una Colombia distinta (la Colombia del posconflicto), transformada a través del voto popular libre, en una patria de y a favor de todos; y no de las minorías plutocráticas y corruptas, que durante décadas han predado sin escrúpulos los bienes y las riquezas comunes, mediante la corrupción y el vicio inmoral que introdujeron en los sistemas judiciales, administrativos, de salud, educación y demás.

“La falta de democracia es lo que ha producido la guerra, y solo la democracia puede ponerle fin”

será siempre el mismo: la tierra. Nuestro destino es parar en las manos del pueblo. Sólo esas honradas manos pueden contener lo que la sangre honrada del poeta derrama vibrante. Aquel que se atreve a manchar esas manos, aquellos que se atreven a deshonrar esa sangre, son los traidores asesinos del pueblo y la poesía, y nadie los lavará: en su misma suciedad quedarán cegados… el pueblo espera a los poetas con la oreja y el alma tendidas al pie de cada siglo”.

Comparto criterio con el gran poeta. ¿Cómo negar, pues, el conocimiento, la influencia conceptual, la cosmovisión, adquirida por el lector en su apacible lectura, que emana de un poema de cualquier temática: amor, naturaleza, sociedad, política, etc.?»

—Su país ha sido marco de las negociaciones de

paz con la FARC, cosa que finalmente no se llevó a cabo ¿por qué cree que eso no fue factible?

«Me apresuro a aclarar los hechos. Luego de más

de 50 años de una guerra de las fuerzas armadas del gobierno contra una insurgente guerrilla, de manera algu-na ha abortado el proceso de paz iniciado por el actual presidente de Colombia, J. M. Santos. Han sido cinco décadas de asaltos, emboscadas, bombardeos, extorsio-nes y secuestros, destierros, tomas de pueblos y cuarte-les, retenciones ilegales, masacres, ejecuciones, torturas, asesinatos y otras barbaridades, sin que se vislumbrara un final con vencedor y vencido. De allí surgieron diálogos entre los contendores en el marco de un proceso de paz en construcción aun, porque la paz es algo más que un simple pacto de cese al fuego y hostilidades, buscando un acuerdo de buena voluntad que fuera firmado por los contendientes y refrendado por el mundo entero. La intención compartida por todos los colombianos, no ha sido otra que dar al traste con las causas primigenias, materializadas en un sistema político de gobierno con injusticia, menosprecio a sectores

—¿Cómo recibió la noticia de su premio literario de La lupa cultural?

«Fue una verdadera sorpresa para mí, y pensé: más que un premio para mí, debo considerarlo un premio para

mi país Colombia, que merece todas las gracias, parabienes y bendiciones en este momento de su historia política. Agradezco a la revista ‘La lupa cultural’ por considerar mi nombre para ese importantísimo galardón». 

¿Qué les sugeriría a los jóvenes en relación con la paz mundial y el cuidado del medio ambiente, dos cosas

importantísimas y actuales?

«Uno: Esforzarse por adquirir conocimientos tecnológicos y de cultura general para estar preparados en la ges-

ta que a ellos le corresponde en vanguardia, por un mundo prospero, en paz social y con la naturaleza. Dos: Com-prometerse con entusiasmo y respeto con todos por un mundo para todos».

ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE. Con la

firma de los Acuerdos de Paz con la guerrilla de las FARC,

se abre el portillo para convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, como un previo y necesario estado de con-cierto de criterios y puntos de vista sobre las reformas nece-sarias para cambiar el rumbo de nuestra república, hacia metas de democracia real y desarrollo social y económico alternativos, con perspectivas hacia gobiernos análogos a los de las Socialdemocracias Europeas, que no de marchi-tos y quiméricos ‘comunismos’ o ‘seudosocialismos corrom-pidos’. Colombia clama para que sus hijos, además de las armas, depongan sus mezquindades, egoísmos, los privile-gios y posiciones ventajistas para ejercer o detentar el poder político y económico en los gobiernos de la nación, en las regiones o departamentos, y en los municipios; para que exista una sincera voluntad de todos los partidos, grupos económicos y sociales, y ciudadanos del común por la trans-formación pacífica, mediante leyes incluyentes y de benefi-cio general.

Debemos creer que una NUEVA COLOMBIA PARA

TODOS es posible en lo inmediato. Lo contrario es ahondar en la desesperanza, o en un encubierto propósito de dejar que las cosas corruptas, del pasado y de ahora, sigan igua-les. En esa tarea de futuro, donde todos los demócratas debemos estar en la vanguardia. No habrá lugar para los francotiradores del proceso que viene, de la urgente reforma a los sistemas administrativos, salud, justicia, educación y demás país. Hasta el más humilde de los colombianos, deberá apoyar y poner luces en ese camino tortuoso y abrupto que nos espera.

Se impone la concertación en todos los espacios for-

males e informales: en los hogares, barrios, parroquias,

ciudades, universidades, concejos, asambleas, congresos, empresas, granjas, etc. Se acabaron los tiempos de los autoritarismos y los caudillismos de egoístas, corruptos, excluyentes y detentadores de poder sin apoyo popular».

Chapoteando sobre un mefítico río de sangre,
inmerso en su atmósfera de vahos azules y granas,
se levanta ingrávido mi pueblo Colombiano,
tras las cumbres nevadas de las serranías
de la esperanza, el amor y la paz.

Atrás queda el bergantín de las mil caras
de la injusticia, la guerra y la desesperanza, 
con su carga vil de políticos corruptos,
de impúdicos salteadores de camino
y usurpadores de la fe pública.

El grito lastimero del infante hambriento,
el sentir profundo de un padre en paro,
el desconsuelo de una noche sin cobijo
el mismo día, la misma noche de tristeza.
¡Quedó atrás! ¡Por fin no lo son hoy!

A raíz del poema ‘Camino de paz’, de Abel José Rivera García, este comentario sale a flote...

Camino de paz

De mi compatriota colombiano y caribeño Gabriel García Márquez, ¿qué más podría compendiar mi impresión

y admiración, que reconocer su gracia y fluidez narrativa del hombre y la sociedad del caribe como una sola identidad en toda la cuenca, donde en sus obras literarias se pierde el fino manto del terciopelo urdido con palabras y giros idiomáticos, que separa la ficción de la realidad en la naturaleza y sociedad del Caribe?  

De mi padre, don Abel Rivera Ramos, admiro profundamente su obra poética bella, académica y rimada de so-

netos y poemas, con una temática marcadamente romántica y melancólica, publicada en casi todos los diarios y revistas locales y regionales de la capital del Magdalena entre los años 40 y 60 del pasado siglo; y que sus poemas, como una sección especial, serán presentados en mi primer poemario en cierne, ‘Riveras en versos’, como un homenaje póstumo y cordial por parte de su orgulloso hijo, a Dios gracias también poeta»

—Es admirador de la obra poética de Francisco

de Quevedo, Alfonso Camín, Julio Flores, e induda-blemente de su padre, el poeta Abel Rivera Ramos, y de la narrativa de Gabriel García Márquez y Frank Kafka. ¿Qué herencia le han legado esos personajes que Ud. tanto admira?

«¡Gloria literaria eterna a todos ellos! Al escritor

medieval Francisco de Quevedo, le debo la admira-ción que tengo por el género de poesía que acude al uso depurado, estético, castizo como el que más, e inclusive contestatario, satírico y mordaz, de la pala-bra y el verso, para expresar diversos temas en sus poemas haciendo gala de su versatilidad y simplici-dad, tras un fondo personal de erudición y sabiduría global.

Por su parte, Kafka, me marcó en su capacidad

para expresar como nadie y en literatura, los íntimos sentimientos y emociones del alma, ante el azaroso destino del hombre, y su frustración y dolor por su impotencia casi absoluta para incidir adecuadamente y con eficiencia, ante los avatares de la vida social y afectiva, que nos lleva muchas veces a sentirnos co-mo verdaderos escarabajos peloteros.

Quevedo

Camin

Flores

Kafka

García Márquez

Rivera

‘La lupa cultural’: —¿Qué lo inspira a escribir los poemas?

Abel José Rivera García: «Diré que mi necesidad espiritual y el impulso vital subsiguiente de expresarme con las palabras, ante hechos cotidianos de la vida y sociedad, situaciones, naturaleza viva o muerta, estados emocionales o ensoñaciones que impresionan profundamente mi espíritu de poeta innato por genética y vocación».

—Usted se dice amante de las artes, especialmente la literatura, ¿cómo nació ese amor tan especial?

«Mi padre, el poeta Abel Rivera Ramos (Q.E.P.D.), quien fue en vida uno de los más destacados poetas del

departamento del Magdalena en el Caribe colombiano, me inculcó desde mi tierna edad la afición por la lectura de los clásicos de la literatura universal y, lógicamente, me impulsaba sutilmente y con gratificación a cambio, a leer sus poemas, que reconozco hoy día que muy poco entendía y menos gustaban, pero sí me hizo conocer desde ese entonces, que existía ese maravilloso mundo de palabras y pensamientos escritos que es la poesía. Otra cosa más fluida y agradable, fue mi gusto por la música oyendo cantar a mi padre con su tono grave y potente de bajo profundo, piezas del folclor latinoamericano y del Caribe, acompañado por sus amigos con guitarra o a capela, en las reuniones de jarana familiar los fines de semana. Así, para sorpresa y regocijo de mis padres, aprendí a silbar canciones desde los cinco años. En mi juventud me aficioné como cantor de baladas de los años sesenta y setenta, posteriormente, por motivación personal y desde hace una década tal vez, desarrollé el gusto y la pasión de aficionado por el canto lírico, interpretando arias napolitanas en reuniones cerradas y de amigos».

del voto popular libre, en una patria de y a favor de todos; y no de las minorías plutocráticas y corruptas, que durante décadas han predado sin escrúpulos los bienes y las riquezas comunes, mediante la corrupción y el vicio inmoral que introdujeron en los sistemas judiciales, administrativos, de salud, educación y demás…”

Adentrémonos, pues, en el texto completo de la entrevista:

Ganó un concurso internacional de poesía por la paz con

el poema ‘Camino de paz’… Y sobre ese anhelo nacional, la paz, responde a preguntas de ‘La lupa cultural’, publicación digital argentina que organizó el concurso…

De las respuestas de Abel José Rivera García a ‘La lupa

cultural’, extraemos este pensamiento: “Es importante tener siempre en cuenta que es tarea de los colombianos todos, pla-near, presupuestar, concertar y ejecutar la obra de una Colom-bia distinta (la Colombia del posconflicto), transformada a través

El poeta samario frente al computador que acoge su pensamiento y su obra.

El logo-símbolo de la revista ‘La lupa cultural’ y su editora Silvia Mabel Vázquez, quien desde Argentina hizo el cuestionario para Rivera García.

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