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El Carnaval enorgullece,

pero no como única visión

de cultura barranquillera

Nurys Ruíz Bárcenas, durante su participación en un homenaje a Meira del Mar.

Fiesta del cerezo en flor

Eso, un aparte de lo que escribió Nury Ruíz Bárcenas en Facebook, refiriéndose a Jorge

Medina y al suscrito.

Arena entre mis dedos
Como sorbos de agua
En los recovecos de la luna
Otra nota ok de Facebook: Nury Ruíz Bárcenas

Como en primavera con cerezo en flor

Gardenias alegres con su grato olor

Violeta siempre perfumada y coqueta

Y mi amar así como cada flor completa.

Como si estuviera siempre en primavera

Este amor en vez de morir crece y crece

No tiene motivos para el corazón alegrar

Pero no lo quiero tampoco rechazar.

Como si fiesta fuera del cerezo en flor

Siento dentro de mi corazón este amor

Con la fragancia pegada a mí de tu piel

Y mis puros besos inventados de amor.

Martes, 3 de enero de 2017

11:46 de la mañana

Aquella mañana en la playa
Con la arena entre mis dedos
Se escurría junto con el agua
Al igual que todos mis deseos.

Insistía rebelde en recogerla
Y el corazón sereno me repetía
Ya deja quieto su vaivén salado
Del mar solo son agua y arena.

Jueves, 22 de diciembre de 2016

2:40 de la tarde

En honor a la poeta barranquillera Meira Delmar, la fundación cultural de Nury lleva su nombre: Fundación de Escritores Meira Delmar, quien ha sido objeto de diversos homenajes.

Como sorbos de agua a diario te he bebido

Tu recuerdo perenne mi sed a veces calma.

Mi corazón sediento día a día te ha bebido

sorbo a sorbo mi pensamiento te ha tenido.

Pasaron los meses, eternas horas aquellas

Sin oírte, sin tenerte y menos sin verte

Al igual que un castigo al negarle el agua

A un corazón que sediento clama por verte.

“Gracias por quererme como me quieres”.

Martes, 24 de enero de 2017

9:00 de la noche

Te extraño mucho mi poesía

Dime dónde con ansias te espero

Si en los recovecos de la luna

O en el leve brillar de un lucero.

Dime dónde están tus versos

Esos que tanto al amor lloraron

Dime dónde te tienen guardada

Dime tú mi poesía si te amaron.

Dime si en los recovecos de la luna

Tus letras de amor a su lado brillaron

Quiero saber con detalles de cada una

Si las leyeron con avidez o con desgano.

Viernes, 7 de octubre de 2016

9:26 de la mañana

¡Tanto  miedo!

Le huyes a la mirada de mi tarde

A la caricia perenne de mi noche

A mis sombras debajo del rosal

Y todavía más le huyes a mi amar.

Tanto miedo para no mirar mi sol

Escurridizos deseos para besar

Por aprensión tus abrazos se van

Por ese temor siempre de amar.

El recelo tenaz ahí latente está

Con infinitos deseos de abrazar

Pero con tanto temor a tropezar

Huidizo tu amor miedoso se va.

Miércoles, 23 de noviembre de 2016

7:46 de la tarde

Esmeralda Ramírez e Icha Domínguez, en tertulia poética con Nury Ruíz Bárcenas, en la Biblioteca Pública Julio Joenigsberg. Allí, a finales del año pasado, Nury conformó

 junto con el director, un grupo cultural denominado Círculo de Literatura

“Todos lo son, porque a todos los utilizo en el arcoíris de la escritura narrativa y poética: cuando de tris-

teza se trata, el negro; cuando de nostalgias, el gris; pero cuando de amor y pasión se trata, el rojo, el amarillo, el azul y el verde. Pero para vestir, prefiero colores tenues, pasteles, no fuertes. Así como en la música...

MÁS RITMO DE FACEBOOK

Nury: Bueno Jose, lo malo fue que me diste anchura para escribir como pienso. Y así como guardo

largos silencios muchas veces, otras me explayo en comentar cuando me dan oportunidad... Puedes recortar lo que consideres conveniente, según tu espacio.

JO: ¡Ni más faltaba!

Nury: Se me pasó decirte que escribí en el año 2012 la novela titulada ‘El legado’, cuya protagonista

vive en Ibagué. En esa época recorrí todo el Tolima yendo a los sitios donde vivió y luchó con sus hijos y, sobre todo, cuando vivió la época de la violencia en Colombia. 

JO: Insisto: deseo tu visión de barranquillera sobre Barranquilla en Barranquilla.

Nury: Barranquilla está a las puertas de la modernidad, pero ejerce de pronto retrocesos, como en este

momento la cruda realidad de inseguridad que vivimos. En cuanto a la cultura, hay conformados grupos de poetas, pero me parece que están aislados unos de los otros, como si un egoísmo rampante los entumeciera sin dejar abrir sus brazos al compartir; siempre somos grupos cerrados y de esa manera no se puede desa-rrollar ninguna cultura, y menos la poesía y la narrativa. En la actualidad, a finales del año pasado, conformé junto con el director de la Biblioteca Pública Julio Hoeningberg, un grupo cultural denominado Círculo de Literatura en el cual charlamos sobre letras. También se implantarán talleres de redacción con mi persona, para mejorar la técnica de la narrativa, que bastante falta les hace a escritores que creemos saberlo todo en redacción pero no es así.

EPILOGO

Próximamente, Nury Ruíz Bárcenas vendrá a Bogotá e irá a Medellín, en desarrollo del trabajo que

adelanta para un libro de Vida y Obra en estas dos importantes ciudades colombianas. Su paso por el Distrito Capital será excusa perfecta para que nos reunamos ella, Jorge Medina y el suscrito: “Recuerdo que cuando entré a trabajar en el periódico conocí a Jorge con un brazo enyesado, se había caído de su moto. Un abrazo para los dos a quienes veo en esta foto”, había concluido Nury en su comentario a la imagen ya referenciada. Sí, esa: la de Jorge, María Mercedes Pertuz y el suscrito...

—Tres escritores universales preferidos, antigua, reciente y

presente literatura universal…

“Me gusta leer a la poeta argentina Alejandra Pizarnik, leí

algo de la francesa Francoise Sagan, al chileno Pablo Neruda y a José Luis Borges, por supuesto. Hay otros que en el momento no traigo a la memoria”.

—¿Escritor que más ha influido en tu estilo? 

“A ninguno copio su estilo. Pero a veces me sumerjo en esa

‘realidad mágica’ que inventó García Márquez y, como siempre he dicho en tertulias y reuniones, esa ‘realidad mágica’ no era solo de él, sino de todo escritor que quiera imprimirla, darle vida a sus escritos, hacer que el lector lo lea de un solo tirón. Pero en la poética, sí influyó Meira Delmar, quien fuera mi amiga y con quien compartí muchos momentos de charla literaria en su casa. De ahí que en su honor mi fundación lleva su nombre: Fundación de Escritores Meira Delmar”.

—Pregunta loca: Desde tu punto de vista, ¿cuándo debe

callar un autor?

“¿Te digo la verdad? A veces debería callar y escuchar más

que hablar, porque lo hacen es de sí mismo, con ese yoísmo fastidioso con que pretenden demostrar superioridad, pero que no lo es. Debería tener más humildad el escritor”.

—Tu color preferido, si lo hay, concretamente en tu forma de

vestir…

docentes y escritores externos, ¡fueron muchos! ¿Me creerás si te digo que más de doscientos? Quizá más, línea a línea, de todas las temáticas: Derecho, Psicología, Ingeniería, Ambientales, en fin: era mi labor permanente. Y después, en reunión con sus autores, explicarles el porqué de mis cambios en sus textos. Co-mo escritora les hacía ver algunas técnicas que eran importantes para la escritura. Las aceptaban. Cuando abrí mi propia firma editorial, Josmar Ediciones, hace tres años, también continué leyendo artículos, textos de libros que después se iban para la imprenta. A muchos escritores he asesorado en sus publicaciones, al igual que a docentes para su ascenso en el escalafón. Ese es mi trabajo actual, de eso vivo. Le trabajo al autor todo su libro, desde los borradores hasta la impresión y presentación en sociedad por parte de la Fundación de Escritores Meira Delmar”.

—¿A qué escritores barranquilleros ves con proyección literaria?

“El 90% de mis amistades son escritores y poetas. La verdad, son más los dedicados a la poética que

a la narrativa. Sin embargo, con quienes siempre me reúno en tertulias y a charlar, son tres que ya tienen su larga trayectoria en la escritura: mis amigos Tomás Rodríguez Rojas, con quien comparto mesa en la junta directiva —soy vicepresidenta— de la Sociedad Bolivariana del Atlántico y él, su presidente, escribe sobre cultura caribeña y temas bolivarianos; Carlos Angulo Menco, sobre ensayos, es filósofo; Adalberto Reales Utria, con temas sociales, es sociólogo. Pero algo que me preocupa y sobre lo que, como Gestora Cultura que soy, hago énfasis en ello e intento implantarlo, es la lectura de nuestras escritoras barranquilleras de antigua data como son Marvel Luz Moreno, Fanny Buitrago, entre otros, de quienes casi no conocen su escritura, han sido olvidadas por la literatura. Y son escritoras que sí he leído, al igual que a Amira De la Rosa. Otros autores que me gustan leer es a Laura Restrepo, y otro imperdible, el desaparecido José Consuegra Higgins, a través de su anécdota.

—Más inquietudes, le digo… Objetivo: la dinámica pre-

guntas-respuestas. ¿Cuántos libros has leído?

“Mentiría si te dijese que he leído muchos libros en lo per-

sonal. Lo hago, aunque a veces no los completo todos; pero me fascina releer a Pablo Neruda y su poesía, a Julio Flórez. De niña leí, por no tener nada qué hacer, ‘El retrato de Dorian Gray’, algo de Amado Nervo, ‘Tiempos difíciles’ de Charles Dickens y, en aquel entonces, recién publicada, la novela ‘Cien años de soledad’ que no la entendí mucho; después la releí completa, al igual que los cuentos de Gabriel García Márquez. Me gusta leer, pero literatura más suelta, más suave. En verdad, mi escritor universal preferido es Antón Chéjov y de él he leído ‘La dama y el perrito’ , y sus cuentos. 

—¿Cuántos libros no tuyos has editado?

“¡Uff! Ahí sí tengo que decirte que muchos, perdí la cuenta.

Trabajé en la editorial de la Universidad de la Costa por siete años y mi labor diaria era editar los libros de sus docentes inter-nos y de escritores externos a quienes le publicaban algunos. Tenía que estructurar y corregir los libros que escribían sus

corazón”.

Y la rutina diaria:

“Esta es mi vida rutinaria de trabajo, que… entre otras cosas no es trabajo: amo lo que hago, que con-

siste en escribir para otro, crearle fantasías, estructurar libros, realizar corrección de estilo, en una palabra, soy editora de libros y revistas. Tengo una firma registrada con el nombre de Josmar Ediciones y Capacita-ciones, desde donde ofrezco mi portafolio de servicios”.  

Y ahora lo personal, el compartir de su vida física…

“Referente a mi vida personal (y física como tú dices), tengo un hijo de 31 años, casado, con dos niños

preciosos, vivimos algo cerca, pero yo vivo independiente, como he sido siempre, haciendo solo lo que me gusta: asistir a tertulias culturales, programar reuniones culturales y reunirme con mis amigos a tomar cerveza cuando se presenta la ocasión. En cuanto al amor... es mejor no comentar de eso”.

Le aclaro que dije ‘físico’, porque “ya hasta lo personal lo han pescado estas redes” y, entonces vaya-

mos con la producción literaria, libros, qué se yo…

“Tengo publicados cinco libros  como autora, el último me lo patrocinó la Universidad Simón Bolívar.

Allí le dediqué buena parte a mi tiempo en El Heraldo. Tengo crónicas escritas. Estoy en la expectativa de publicar un poemario con la cantidad de poemas que tengo y también tengo en proyecto otros libros referentes a Barranquilla. Aun no quiero adelantarme en publicar ese proyecto que está en ciernes pero que va por buen camino. En el 2016 gané premio con una novela corta titulada ‘Por una campanilla, un cielo’, que ganó el segundo puesto en el Portafolio de Estímulos de la secretaría distrital de Cultura de Barranquilla. Igualmente, en años anteriores, había ganado dos más por el mismo medio sobre Investigación Cultural y por Vida y Obra”.

Sí, en efecto, Nury Ruíz Bárcenas, es sonido, es palabras, es disposición para los fonemas:

“Cualquier otra ‘paja’ mía que quieras, pregúntame y contestaré. Por lo pronto, te envío unos poemas

de amor y mañana con calma buscaré alguna crónica o cuento para enviártelo. Todo lo tengo publicado, hasta ahora solo inéditos los poemas y algunas pequeñas crónicas. En fin, mi vida solo es escribir y escribir, crear y soñar...

Y vamos con El Heraldo, mi otra

casa, aunque ya no esté dentro de ella:

“Mi paso por el periódico El Heral-

do fue decisivo para que yo tomara las riendas como escritora. Allí entendí que en verdad había nacido para escribir, aunque ya lo hacía desde niña. Fue una época hermosa para el corazón y los sentimientos, aquellos compañeros entrañables, como tú, a los que llevo en el corazón y en la actualidad más, cuan-do me reencuentro con amigas como Astrid Mejía Padilla; también hoy preci-samente con Zilia Rodríguez, con Mar-garita Vargas; con Adalberto Bolaño, desde hace tiempo que nos relaciona-mos; en fin, la vida continuó, pero los recuerdos están ahí calientes, como el amor cuando se hace fuego en el 

misma y mis sueños se van cristalizando con su reflejo ante el espejo de la prosa y el verso”, comienza a despacharse esta dinamizadora de la palabra. “Todos mis escritos hablan de amor, como amor que pretende cambiar el mundo, que pretende hacer de la cultura de Barranquilla la nota más alta en el teclado de ese piano que es la educación. No quisiera que la cultura en Barranquilla solo tuviera una visión: la del Carnaval, porque no lo es, aunque me fascina esa fiesta nuestra y me siento orgullosa de ella”.

tilo”, cerró la discusión el director. Y así empecé a trabajar. Ese pasaje lo cuento en una crónica”. Crónica que aparecerá próximamente en El Muelle Caribe, que hoy este texto va enmarcado en poemas de ella.

Pero sigamos con el desarrollo de la anécdota que involucra al doctor

Fernández y a Nury:

“Cualquier día, más adelante, le pregunto a él porqué me dio el pues-

to, así nada más, y me dijo con su risita sarcástica: “Es que te vi la cara de poeta, y debías tener buena ortografía...” ¿Crees que eso no era para impactar el alma?”, me pregunta. Y, entonces, le pido hablar sobre … Carreta full sobre tu afición, ¿estoy en lo cierto?, hacia la literatura —le digo...

“No es afición, es vida. Lo único que hago es eso. Tengo cinco libros

escritos entre crónicas, cuentos y poemas”.

¿Qué haces? ¿Qué has hecho? ¿Qué sueñas? Valor de esa ‘llavería’

con Astriiii... ¿Qué piensas del Carnaval? ¿Cómo ves a Barranquilla desde tu condición de barranquillera? ¿Barranquilla, cultural? ¿Cuál fue tu paso por El Heraldo? ¿De qué te ha servido personal y profesionalmente? ¿Con quién compartes la vida física?

Y muy bacano. En un dos por tres, se viene Nury… Con respuestas que

no tienen rodeos, pero sí uno que otro eufemismo. Y buena metáfora...

“Mi esencia de persona, mi ser, mi alma, encuentra su objetivo cuando

escribo o leo. Mi creación literaria fue evolucionando poco a poco como la vida

personas, dos buenos compañeros de aquella época en El Heraldo (Astrid Mejía Padilla y yo lo compartimos), dos buenos manejadores de la palabra escrita, de las denuncias y de los premios de periodismo ganados”— decidí hacerlo como lo he hecho.

Atisbando los ciber-apuntes recabados, encuentro una frase de contundente significación, precisamente

en medio del aroma a Carnaval que, por estos días, ambienta a la capital del Atlántico y su entorno. “No quisiera que la cultura en Barranquilla solo tuviera una visión: la del Carnaval, porque no lo es, aunque me fascina esa fiesta nuestra y me siento orgullosa de ella”, anotó la mujer.

Una frase que pasa a ser como que una especie de lead retrasado, que también hay una anécdota que

hubiera valido la pena tomarla como ‘base de la pirámide invertida’ —el lead—: “Tuve un primer impacto emocional en El Heraldo y me lo dio Juan B. Fernández cuando, al ir yo con mi hoja de vida a pedir trabajo, Maruja Abello estaba diciéndome que no había puesto... De pronto él sale de su oficina a decirle algo a ella, le pregunta quién soy yo, doña Maruja le dice que fui a buscar empleo y él le responde tajante y seco: “¡Dale el puesto!”… “Pero es que no tenemos puesto”, contestó doña Maruja... “No importa, dale de correctora de es-

Por José Orellano

Poemas de Nury Ruíz Bácenas

“Dos buenas correndillas dentro de las instalacio-

nes del periódico en pos de la noticia, dos buenos tras-nochadores hasta el cierre (junto con nosotras)”.

Ese nombre, Nury Ruíz Bárcenas, lo había visto en Face-

book con publicaciones de poemas en su muro —con un no sé qué gritando que eran de su autoría—, muchos de esos poemas causantes de hermosas sensaciones sobre la base de lo imagi-nado, lo imaginable y lo inimaginable.

Ese nombre había decidido sumarse a los comentarios en

la red, tras la publicación de la foto en la cual Jorge y el suscrito aparecen con la colega samaria María Mercedes Petuz… Nury se había refirido (“junto con nosotras”) a Astrid Mejía Padilla —gran amiga de quien esto escribe, hija del compositor Rafael Mejía, con quien tuvimos la oportunidad de compartir excelentes ratos de conversación con instantes precisos para escuchar sus canciones: dos excompañeras de El Heraldo, calle 53B #46-25—... Quise actualizar pasado y, mecido en los vaivenes de los recuerdos, le propuse chateo a Nury: a Astri la recuerdo perfectamente, de Nury no precisaba con exactitud sus rasgos físicos de hace 20 años…

Aceptó. Le hice preguntas —me di cuenta de que brotaba

material para esta crónica-entrevista—, le pedí fotos y, mediante una de estas, supe con exactitud de quién se trataba. Y, al rompe, al otro lado del ciber-contacto, surgió la barranquillera:

“Primero, me encanta volver a saber de ti… Segundo: voy

para lo que voy: ‘escribirte la paja literaria’”, dijo para comenzar.

De todo cuanto había de contestar a mis inquietudes, hay

varios pasajes con los cuales deseé, en un comienzo, crearle el ‘lead’ a esta nota, pero, agradecido con Nury por el contenido completo de su mensaje —“dos buenos periodistas, dos buenas

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