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Galapa es cultura total

Pedro y Juan, niños

galaperos rumbo al

Afropalabra de Cuba

S

Pedro sueña... Y El Muelle Caribe recrea su sueño elaborándole una especie de portada para la novela que ya escribió... 

Ivette Hernández, la docente que orienta a Pedro y Juan.

Pedro Bonilla, el escritor de

‘Asesinatos desconocidos’

Como vainas de pela’os, con sus compañeros

de clases se les ocurrió hacer la introducción a

un libro. “Yo comencé a hacer la introducción y le cogí gusto a lo que escribía. La veía bacana y seguí escribiendo. Salió el primer capítulo, el segundo, el tercero y, así, terminé escribiendo el libro que tiene 96 páginas, sin ilustraciones, titulado ‘Asesinatos desconocidos’. Trata sobre la vida de dos niños, llamados Yeivin y Vandervart, que viven una vida como la del escritor, matemático y filósofo británico Bertrand Russell y

tro puercos de cada la’o, eso significa que te ganaste la bolita.

No, no, no… Los dos burros esos son los que siempre se me pegan y seguro pisaron un chiquero y se vinieron

los puercos atrás.

Anda, Abuelo, ¿y tú por qué venías con las manos arriba?

Ese era el avispero que tenía la cola del caballo”.

la casa y recibime con toda la vajilla partía afuera.

Y entonces yo le digo: Ojo, abuelo,

ojo…

Como a mí no se me olvida na’, como

a los dos años yo me asomo y veo que mi abuelo viene con un caballo, dos burros y cuatro puercos de cada la’o, y vengo yo y digo: abuela Pacha, abuela Pacha, ahí viene mi abuelo, viene con un caballo, dos burros y cuatro puercos de cada la’o.

Y sale mi abuela: Ojo, no sea, eso de-

ben sé los dos burros que siempre se le han venío pegando. No abuela, pero viene con las manos arriba, haciendo de un la’o pa’ otro, viene cantando una alabanza de la iglesia.

Mi abuela se asoma: sí, oh sí, mira, es

verdá. Cuando coge mi abuela y partimos la vajilla así entre los dos y le tiramos un fosfo-rito al contador del gas y se prendió to’a la casa , y to’a la familia así como en África, como cuando están celebrando, to’eso que-ma’o: ¡ahí viene mi abuelo!

Y dice mi abuelo: ¿Qué pasó aquí, qué 

le hicieron a la casa? Están celebrando por-que la casa está prendí’a, ¿eso por qué es así? No abuelo, porque tú dijiste que cuando vinieras en con un caballo, dos burros y cua-

festival ‘El Caribe cuenta’. “La seño Ive plantó la semilla en nosotros, nos dijo que veía mucho en nosotros y gracias a ella somos lo que somos hoy en día”.El cuento que más refiere es ‘La lotería de mi abuelo’, en el cual cambia de per-sonalidad varias veces, según quien hable al hilo de la historia. Y lo cuenta así, con el golpe campesino de voz, algu-nas palabras incompletas y gesticulando como el abuelo, como la abuela o como el nieto de la historia:

“Antes, mi abuelo y mi abuela vivían pa’llá pa’una finca por los la’os de Paulato y a mi abuelo le gustaba anotar

la lotería ‘El sinuano’. Un día mi abuelo nos trae una vajilla Corona, de esas último modelo, de esas que estaban de moda en esos tiempos, que era la más cara.

“Mi abuelo, como es un man de palabra, se me acercó y me dijo: Mirá, Pedro. Cuando yo venga con un caballo,

dos burros y cuatro puercos de cada la’o, significa que yo me gané la lotería ‘El sinuano’, y eso tienen que que quemá

   Pedro Bonilla, Juan David Chapa-

rro y Linneth Ortega se transforman en seres de otro mundo, fantasmales, mons-truosos, amenazantes y odiosos; dulces, tiernos, amorosos, suaves y risueños; heroicos, valientes, nobles, galantes y caballerosos; o infantiles, jóvenes, ancia-nos, hermosos o feos, porque se han especializado en contar cuentos en los que los personajes tienen tales caracte-rísticas y porque a las historias que na-rran suman la actuación teatral que cada cuento impone, para hacerlas tan reales que conmuevan a los espectadores de su actuación y escuchas de sus palabras.

Pedro Luis Bonilla Cuello tiene 14

años y va a cursar décimo grado. Su fuerte es la narración oral de cuentos porque “esa es una tradición en mi fami-lia” y expresa, en sentido figurado, que “mis abuelos Luis Cuello y Francisca Cortés, empezaron a tejer, es decir, a na-rrar, y me dieron esos hilos para mante-ner siempre la tradición”.

Descubrió su gusto por la oralidad

hace 3 años y se puso aprueba en el

tienda o, simplemente, practicando cualquier juego o actividad de grupo, real o virtual: el fútbol, la lleva o el chat…

i los encuen-

tras en cuales

quiera de las ca-lles de Galapa, solo verás a unos niños comunes y corrientes que, de pronto, están haciendo un mandado en la

Abuelos y nietos...

Pedro Bonilla, Juan David Chaparro 14 y 12 años, respectivamente, únicos colombianos en festival internacional de palabras en Cuba, a partir de 4 de enero

Por David

Campo Pineda

Habla la profesora:

Galapa es cultura total

Ivette del Carmen Hernández Rodríguez, una docente que orienta a los niños

contadores de historias en Galapa, no puede ocultar su emoción al hablar de tres ni-ños —dos chicos y una chica— quienes son garantía del rescate y la permanencia de la cultura al través de la narrativa oral.

“Dentro de los municipios que he tenido la fortuna de recorrer, he notado un

cambio considerable en Galapa. Está mostrando un desarrollo que no he observado otros municipios del Atlántico. Me encanta porque no solo tiene esa magia macondia-na de la narrativa oral, sino que también hay artesanías, pintura, músicos, todo lo cual enriquece nuestra cultura Caribe y eso se debe al apoyo que ha dado la administra-ción al desarrollo educativo y cultural”, expresa la docente.La seño Ivette fue invitada por el colegio María Auxiliadora para crear un club de lectura, formar a una docente o colaborar en la formación de niños que tuvieran inclinación por la oralidad y la litera-tura. “Me encontré con Pedro Bonilla, Juan David Chaparro y Linneth Ortega, quienes se destacaron desde el inicio con sus historias. Participaron en el festival El Caribe cuenta, organizado en Barranquilla, donde concursaron con representantes de 70 instituciones educativas quedando en el primer lugar en las categorías tanto infantil como juvenil”.

Esto les permitió recorrer municipios de varios departamentos y presentarse en otros festivales de cuentería, co- 

mo el Festival Internacional de Cuenteros 'Akuentajui', realizado en La Guajira.

Por ese desempeño, y luego de conocer en video los trabajos de los dos pelao’s, la artista cubana Mirtha Porti-

llo, directora del Festival Internacional Afropalabra, los invitó para que estén presentes en la isla del 4 al 8 de enero de 2017. Dice Hernández que el alcalde José Fernando Vargas Muñoz ha dado un importantísimo apoyo a estos niños para que desarrollen sus talentos y que gracias a ello representarán con altura a Galapa y a Colombia en un concurso internacional.

Los cuentos de Linneth, Pedro y Juan tienen que ver con Galapa, su parte cultural, sus mitos, sus leyendas y

sus cuentos de espanto, mostrándole al mundo qué es lo que están haciendo. México y Perú también los han invitado para eventos de cuentería, narrativa y oralidad el año entrante.

Son voluntarios del grupo llamado Libros libres para todos y han presentado actividades lúdicas-recreativas con

los cuentos. Así ocurrió con la fundación Coopservir, que los invitó para referirles cuentos a niños enfermos con VIH, SIDA y cáncer, en estado terminal.

También condujeron su primer taller de formación, Los hilos de la memoria, contando por qué debemos narrar

cuentos a los niños y porqué contar cuentos en familia para recuperar la memoria perdida.

su hermano Frank, a quienes se les mueren sus familiares más cercanos, quedan solos y pasando trabajos, pero terminan siendo grandes. Malditamente real es el libro, así está declarado”, afirma Pedro Bonilla.

Juan David Chaparro Valdés:

el niño de la dicción perfecta

La voz de Juan David, de escasos 12 años de edad y próximo a

estudiar el grado octavo, es clara, aguda, brillante y perfectamente controlada. Se nota en él estudio y el adiestramiento para hablar bien y transmitir exitosamente lo que dice. Ya es un gran orador que reco-noce con palabras sencillas y correctamente organizadas, el valioso apoyo que les brinda la profesora Ivette Hernández para desarrollar sus talentos, participar en festivales nacionales y ser uno de los dos colombianos invitados al Festival Internacional Afropalabra de Cuba.

Tremendo honor y tremenda responsabilidad: los únicos de entre 47 millones de connacionales…

cocina, de las leyendas como El Mohán, La Llorona, La Patasola; los juegos perdidos como El rabito de la culebra, El samba que samba, la bola’e trapo, ¿ya?”.Juan David sabe que su labor es como la de los bomberos o la Defensa Civil: “Estamos empeña-

dos en el rescate de la cultura, porque por lo general la narración es algo que no se ve

en la juventud. Pedro y yo hemos puesto en práctica una forma de llevar a los jóvenes

de la modernidad a la tradición, sin que olviden su presente ni su futuro”.

Narra que se someten a un test antes de cada presentación para afinar la expresión

corporal, la tonalidad de la voz, manejo del público y la utilización de los espacios.

“Los cuentos me gustan desde que tengo memoria, pero la narración oral nació en mí hace dos meses, con la ayuda de una docente de la institución y la profesora Ivette”, expresa, al tiempo que comenta: “Yo soy narrador de tradición oral. Nosotros nos encargamos de rescatar las culturas perdidas, a través de la oralidad. O sea, estamos hablando de la

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