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Junior: el que pega primero...

A punto de

Copa en

el Campín

A punto de

Copa en

el Campín

El primer gol de Junior, en los botines de Juan David Pérez ante pase de Vladimir Hernández, quien es agredido por un defensor del Santa Fe. Y además Viera, otra vez figura del equipo barranquillero.

Las tres

figuras

ante Chile

Luis

Fernando

Muriel

David Ospina respondió a la confianza del técnico: 4 atajadas.

El capitán

de campo

James

Rodríguez

en mano a

mano con

Valdivia.

Por El Monje Jr.

Pegó primero Junior, como tenía que ser: de local.

Y considerado un ‘buen visitante’, tiene la Copa Águila a punto. A un solo punto. Mejor dicho: el empate en El Campín, el próximo jueves 19, basta y sobra para ser campeón. Campeón con jerarquía.

El primer tiempo en el Metropolitano no fue gran cosa futbolística, pero tuvo gol. Para el segundo tiempo mejoró el partido, hubo intensidad y otro gol, ante unos 20 mil aficionados —no tan nutrida la asistencia—, muy a pesar de haber sido partido de final, la de un torneo que da un cupo a la Copa Sudamericana 2016.

El reloj se detuvo en los minutos 22 y 76 para dar paso a sendos gritos de gol, aunque estos pudieron ser más: Toloza, por ejemplo, perdió un mano a mano con Zapata. Y varios ataques defeccionaron en el remate final o en la falta de conclusión.

Otra vez Sebastián Viera fue ángel guardián de la portería barranquillera. Atajó varios disparos del ataque santafereño que esta vez pretendía un empate en Barranquilla. Incluso, en algún momento del encuentro pareció conformarse con el 1-0, sobre la base de que no es mucha ventaja para un juego de vuelta.

Juan David Pérez y Jorge Aguirre —que había entrado por Jarlan Barrera a los 67 minutos—, se vistieron de gol esta noche de miércoles en el Metropolitano. El de Pérez fue un remate cruzado de derecha ante asistencia de Vladimir Hernández y el de Aguirre, tras habilitación de Toloza, un zurdazo que se estrelló contra el vertical y reboto línea adentro para que Zapata completara dos viajes hasta el fondo de la red para recoger el balón.

El segundo tanto lo encajó Santa Fe cuando de pronto el técnico Pelusso había observado que podía empatar el partido e hizo ingresar a  Omar Pérez por Darío Rodríguez, pero se le atravesó el gol de Aguirre y dio al traste con sus intenciones.

No hay duda de que con dos goles a favor, Junior sube tranquilo al páramo para el partido de vuelta y con solo el empate lograría por primera vez en su historial este título.

Con su triunfo de este miércoles, Junior acabó con un invicto de cinco fechas que acumulaba Santa Fe: 1 de Copa Águila, 2 de Liga Águila y 2 de Copa Sudamericana, y, además, el cuadro barranquillero mantiene hegemonía sobre el bogotano en el Metropolitano: Santa Fe no gana desde el 17 de marzo de 2013, con cuatro derrotas y un empate.

Para Junior era clave este triunfo por cuanto requería recuperar la confianza entre sus aficionados y más con miras a las semimfinales de la Liga Águila: había caído en un bajón tras su clasificación a los playoffs y la irregularidad de su fútbol no solo tenía inconforme a sus seguidores sino al mismo accionista mayoritario Fuad Char, quien aún conserva unas tibias esperanzas en torno al accionar del equipo dirigido por Aléxis Mendoza.

Para Santa Fe la derrota representa un duro golpe, por los objetivos trazados: salir airoso en Copa Águila y Copa Sudamericana y cumplir bien con Liga Águila, performance nunca antes vista en el fútbol colombiano.

A Bogotá Junior no debe ir a perder. Su obligación, además de ratificar que es ‘buen visitante’, es evitar los cobros desde el punto penal. El empate es el ideal. Pero si gana, mejor. No vale perder ni siquiera por la mínima diferencia.

Berraco empate con Chile

Berraco empate con Chile

Como volver volver...

Eliminatorias Rusia-2018

Colombia

Por El Monje Jr.

Colombia perdía. Y parecía el desastre. Ese gol de Arturo Vidal a los 45 minutos había precipitado tal presagio entre los pesimistas. Y lo afianzó entre los que, a pesar de autoproclamarse ‘colombianísimos’, y rasgarse las vestiduras ante lo que huela a

‘anti-colombianismo’, querían, felices, que Chile metiera más goles.

Pero se jodieron: allí estaba David Ospina —cuya convocatoria puso a más de uno a elucubrar ‘pitonisadas’— que atajó cuatro. Y es que para eso está Ospina, para evitar goles. Y como Ospina sabe evitarlos, Néstor José Peckerman lo llamó aunque el excelente arquero no tuviera continuidad en el Arsenal. Pero por su capacidad tantas veces demostrada volvió a ser titular. Y figura.

En la tercera ronda eliminatoria hacia el Mundial Rusia 2018, para Colombia —y en la visconversa para Chile— el partido tuvo dos facetas: un primer tiempo para no hablar mucho de él y un segundo periodo en el cual, especialmente en su tramo final, volvimos a presenciar destellos de aquella Colombia del Mundial de Brasil, pero con un plus muy especial: con nuevas caras, con renovación, con una inmensa mayoría de jugadores con edades que van de los 25 pa’bajo. Y una verdad aterradora: Jackson Martínez no es jugador de Selección, aunque ante Chile aportó alguna capacidad de juego a la causa. Pero es delantero y estuvo lejos de anotar.

La llegada de Edwin Cardona a los 56 minutos en reemplazo de Carlos Sánchez —que acumuló dos amarillas y estaba que se hacía expulsar; no podrá jugar contra Argentina— le cambió la fisonomía al fútbol impreciso y hasta pajuato de Colombia en esos 56 minutos. La estrategia de Peckerman con ese cambio le funcionó.

Un gran hecho de la noche: Luis Fernando Muriel volvió por lo alto y para quedarse. No anotó pero fue el que más peligro generó en el área chica chilena. Saldría del partido, cuando más había crecido, porque se resintió y en su reemplazo ingresó Carlos Bacca, quien después, a los 90, perdería una clara opción de aumentar el marcador al patear desviado. Pero Muriel había sido el jugador diferente y fue el gestor del tanto de James Rodríguez, quien, a su vez, aunque no fue brillante, obtuvo lo que se requería: el gol del empate, a los 68, de media vuelta y remate con la derecha, que casi siempre ha sido su pierna de apoyo. ¡Y cómo lo gritó el capitán de campo! ¡Colombianismo!

Y con el gol de James, a Chile, que en la cancha había venido demostrando por qué es el campeón de la Copa América, se le volteó la arepa, perdió la brújula. Y Colombia estuvo a punto de ganarle, pero el portero Cladio Bravo lo evitó. Y alguna intervención del árbitro que fue más castigador con el visitante y bastante condescendiente con el local. Un par de faltas en el área chica chilena pudieron ser castigados con penalti, pero el pito paraguayo siempre le dio mejor trato a la localía.

De Bravo hay que destacar el desvió a tiro de esquina que le hizo a un remate de Daniel Torres —un buen debutante en Colombia—  a los 21 tras jugada colectiva en la que también intervinieron Muriel y Jackson.

Sí, la selección de Peckerman sorprendió a la de Sampaoli y le sacó el valioso empate que se celebró como si hubiera sido una victoria

Chile, que había ganado sus compromisos de las dos primeras jornadas, ahora suma 7 puntos y Colombia, que fue goleada por Uruguay, suma 4.

Los expertos señalan que Colombia logró la hazaña “con una formación titular sorprendente y un destacado desempeño táctico”.

Para la cuarta ronda eliminatoria que se jugará este martes 17, Colombia vuelve a su casa: Barranquilla, el estadio Metropolitano, para enfrentar a Argentina.

Los equipos se movieron así:

Chile: Claudio Bravo; Gary Medel, Francisco Silva (m.88, Bryan Rabello), Gonzalo Jara; Mauricio Isla, Arturo Vidal, Matías Fernández, Jean Beausejour; Jorge Valdivia (m.79, Fabián Orellana); Alexis Sánchez y Eduardo Vargas (m.85, Mauricio Pinilla). DT: Jorge Sampaoli.

Colombia: David Ospina; Santiago Arias, Cristian Zapata, Jeison Murillo, Frank Fabra; Carlos Sánchez (m.56, Edwin Cardona), Daniel  Torres, Alexander Mejía, James Rodríguez; Jackson Martínez (m.84, Felipe Pardo) y Luis Muriel (m.70, Carlos Bacca) DT: José Pekerman.

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