El Muelle
CARIBE
Homenaje perenne al Muelle de Puerto Colombia
Crónicas y Opinión
José Orellano, director
Libre
en sus
propias
formas
Libre
en sus
propias
formas
Misteriosa… Así la definió.
Prefiere llamarla curiosa, sensible, enamorada de la
vida, de sonrisa implacable…
Aquella que ama escribir historias, que escribe con el
sentido que viene del alma y no de la razón, aquella que en ocasiones se olvida de lo real y complejo para vivir en lo simple y fantástico de la vida…
La que le gusta observar, oler, escuchar, tocar… Es
básico… Sin embargo, puede escuchar los gritos del alma cuando observa… puede oler en medio de las frases que escucha… así es, puede ver lo invisible, lo que no está…
Es por tiempos, por momentos… de pocas palabras,
de muchas sonrisas…
De largas horas en caminatas por lugares desconoci-
dos, de paisajes, de sabores…
De espíritu libre… de canciones de amor, de respeto por
las miradas profundas, de secretos que guarda en su mente, de pensamientos que aceleran sus días… De discursos exagerados y un poco histriónicos, pero de contenido coherente…
Así es, se pierde si hay límites, prefiere ser libre en sus
propias formas…
Ama no tener títulos para sus escritos… no puede
describir en pocas palabras tales sentimientos, eso son: sus sentimientos y visiones… prefiere la pluma que el sonido de las teclas, prefiere las luces medias de la aurora que el brillante sol del día…
Ama los silencios en la conciencia, esos que le per-
miten descansar de noche, los mismo que no le restan segundos a la cuenta regresiva de la vida... esos mismos silencios que son la traducción de la dedicación y el sacrificio, ese silencio mezclado con la sonrisa de quienes has hecho felices...Ama las luces infinitas que alcanza a ver desde mi cama, las mismas que dibujan un camino hacia un lugar lejano... Ama el frío de las noches, porque mi alma se enciende para calentarla... Ama la calma... Ama la risa en los ojos de sus personas favoritas...
Ama ridiculizar sus miedos, así no hay forma que tomen ventaja y la superen... Ama las escenas
tristes, pero sólo en las exhibiciones de las galerías y museos... Ama la melodía de las palabras muy bien pensadas... la propiedad de los pensamientos educados...
De la vida...
Ama eso que se convierte en la adrenalina de los días, lo que da luz a los ojos que se apagan por la rutina. >KEstrada<
Voy envejeciendo
poco a poco
con las pausas
que me da el tiempo
y en sueños guardados
de veranos cálidos
voy deshojando
este suave invierno.
Arrullaré en silencio
los viejos recuerdos
de una caricia suave
recorriendo mi cuerpo,
mientras que un suspiro
que guardaba mi alma
se desgarra tarde,
como una plegaria.
Envejeciendo
Envejeciendo
De Emiliano Pintos