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La mágica vibración de las palabras

Son-sonrisas

incodicionales

Por Kelly Estrada Orozco

Cristo

del Calvario

Desde niño se estrujan y retuercen mis plegarias
buscando las respuestas en mi alma emancipada,
mirando el infinito con dulzura, aferrado al filo de una daga.

Coloqué al cristo del calvario
junto al descanso de mi pena
mientras una lágrima fugaz sobre mis ojos
acompaña lentamente esta condena.

Arrodillado con mis manos enlazadas
al rosario, súplica sincera y serena
se deslizan suavemente entre mis dedos
las cuentas del perdón y la certeza

De Emiliano Pintos

Tus sonrisas… me encantan todas ellas… tienes

una diferente para cada día… y yo soy feliz al verte sonreír…

Mi cómplice, veo aprobar cada cosa que hago con

tu sonrisa… y así, alegras mi vida, alimentas mi ilusión con tu confianza.

Tus palabras, significativas todas… tu compren-

sión… tus caras de incomprensión y, nuevamente… tu sonrisa, esa misma que me hace querer correr a ti y abrazarte, esa misma que me hace querer tenerte cerca… la misma sonrisa que me permite entrar a lo vulnerable de tu ser, la misma que aparece en todos mis pensamientos sobre ti, es ella quien marca el punto de partida cada vez que te imagino… tu sonrisa… es ella quien apaga las luces al llegar la noche, y al levantarme ya está allí…

Amo tu sonrisa, pero más que a ella, amo la forma

tan única en que haces alarde de ella, mientras sonrías, tendrás como respuesta las mías… me verás acompañando muchas de ellas, y ya no estarán más solas… ahora eres el protector y coautor de mis momentos dulces, felices, amables, estando cerca, o no tanto, hay algo que sembrará una sonrisa en los dos: los recuerdos de nuestros momentos compartidos. >>KEstrada<<

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