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La mágica vibración de las palabras

Sigue el camino,

solo tienes una vida

para recorrerlo

No te adelantes a las horas, permite que la vida te

sorprenda, escoge un camino que recorrer, pero... no lleves equipaje.

Asegúrate de llevar contigo sólo lo que necesitas...

Las palabras que reconfortan, las sonrisas que animan, los abrazos que calientan, la voz que endulza... la seguridad de las manos que apoyan... la luz de los corazones puros para que alumbren los días grises... ¡No necesitas más...!

Invita a tus pensamientos, convéncelos de vivir sin

planes, porque cuando les enseñas cosas nuevas, ellos de vuelta proponen sueños que dirigirán tus pasos...

Camina despacio, recuerda... no hay afanes.

Descubre rincones, reconoce olores, reinterpreta lo lugares

que antes visitaste, tomate el tiempo para conocerlos, asegura las manos de aquellos que hacen un pare para mirar juntos los detalles que no pudiste antes reconocer. Y sigue, sigue el camino... no mires atrás, igual: sólo tienes una vida para recorrerlo... »KEstrada«

Te amé tanto
(en silencio)
que mi vida 
se convirtió en canto
y la luna llena
en un bello 
sol de primavera

Por Kelly Estrada Orozco

Foto de www.imagui.com

A la madre

y mujer

Por Abel José

Rivera

García

Hoy me pides que te escriba
por encargo una poesía
que nazca del alma mía
para una madre y mujer
¿Qué esfuerzo he de hacer
si tu belleza me motiva?

Si sois del sol: su llama ardiente y vital.
Del mar: un rompeolas de barrera arrecifal.
Del viento: susurro de una suave brisa.

Del bosque: el más verde pinar.
Del jardín: rosa encarnada.
¿De mí? ¡Lo eres todo!

Por ti, amada mía,
la vida me ha dado aliento,
una alegría sin par
y tus labios por besar; 
¡Dios mío, te lo agradezco!
Con profundo sentimiento.

De Emiliano Pintos

Te

amé

tanto

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