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Lejos de la Tierra Amada

Por Raúl

Brugés

Fuentes

En este cuadro infantil de una misma familia, los estómago hinchados de os niños como consecuencia de por la desnutrición, la parasitosis y la indolencia de la clase dirigente guajira.

Se oye un grito en el desierto, se oye una voz apagada

se nota un destino incierto,

en el indio que trabaja
en su piel está el desnudo, enmarcada su existencia
desapercibido y nulo,

de su triste consecuencia.
En el Norte de Colombia, ampliamente en La Guajira
es notable la zozobra y la angustia que domina...
al ambiente del desierto,

que reclama en su agonía
que alejen el sufrimiento

que persiste Noche Y Día..

 

Juan Alberto 'Beto' Murgas

Poeta y cantor guajiro.

Inicio este lamento escrito, reconociendo con justeza, que esta hermosa página llevada a la

música por Juan Piña y el extinto Juan Humberto Rois Zúñiga, pese a los más de treinta y ocho años transcurridos desde que salió al mercado, hoy tiene más vigencia; es más radiográfica y real en torno a una historia de abandono; desidia y negligencia; de despojo y de ignominia, hoy tinta en la sangre no de aquella violencia clanil de otrora, sino por la muerte de niños indígenas a causa de la desnutrición… ¡Insólito en una tierra tan rica en recursos naturales!

Tan insólito como el enrarecido panorama mal llamado político que nos ocupa en estos días de desazón,

cuando, mientras que por los noticieros en televisión, la radio y prensa nacionales, así como las multitudinarias redes sociales se difunde que, en menos de 48 horas, fallecieron tres niños wayuu por padecimientos relacionados con la desnutrición (palabra que en mi niñez, infancia y pre adolescencia, allá en mi Maicao del alma no CONOCIMOS JAMÁS y que ahora es epítome inmisericorde de Guajiridad), las caravanas publicitarias de los candidatos en contienda por la gobernación, tres en total, recorren raudas los senderos (allá no hay autopistas) y

En La Guajira no hay autopistas, se transita por senderos allá  y caminos. Y por ahí los políticos venden su galimatías electorero.

caminos, vendiendo su galimatías electorero, su discurso infame de “cambio” de renovación, de reingeniería (palabra tan cacareada por los grandes conferencistas que ganan harta plata usándola ante sus absortos escuchas) y la más patética: Por la DIGNIDAD de la Guajira. Absurdo. Irrespetuoso. INFAME.

Porque, desde esta distancia en la que me

encuentro, en un necesario exilio laboral, consecuencia de mis afinidades ‘políticas’ de hace años, la palabra dignidad ha adquirido unos matices y connotaciones muy diferentes a los que estos mercaderes electorales, candida-tos de circo y pan le dan en su incansable y mul-tidireccionado parloteo. Muy distinto.

Tan distinto, que solamente en la calidad

de vida que presencio a diario en estos lugares de montaña, poncho y carriel, es fácil dilucidar que en La Guajira lo que menos hay es dignidad. No la veo por ningún lado. No la veo en las muy ‘convenientes alianzas’ entre dirigentes ‘políticos’ de vieja data, por cuyas manos ha pasado el patrimonio de los guajiros de manera incontrolada durante décadas. Diri-

gentes muy cuestionados, casi a las puertas de la cárcel —no por buenos administradores—, compañeros de toldas de muchos que sí lo están y de otros que andan huyendo a la trocha y mocha, así como de unos más que andan con las IAS detrás de las orejas. Pero que, en un evidente afán de mantener su égida infame, se unen. Se entrela-zan, olvidando querellas pasadas. Todo en función del poder. Pero jamás por la dignidad. Sinceramente no veo por dónde.

No veo la dignidad en aquellos que no han sido mandatarios, pero que son unos muy dadivosos cargaladri-

llos de los ‘jefes’ de siempre. Casos de reconocidos políticos que decidieron ‘unirse’ a los candidatos, excepto a Lucho Gómez, quien parece ser el único que mantiene una cierta disciplina en torno a su ideología política, dizque en defensa de los intereses de La Guajira. Los considero COBARDES... era preferible promover el voto en blanco, antes que aliarse con quienes han desangrado a La Guajira. Ni qué decir de los pseudo-líderes de carpeta, los de barrio o comunas, en cuyos listados a veces aparecen empadronados amigos nuestros fallecidos como ocurrió en un ‘comando’ y que yo presencié con mis ojos… Lástima que no tenía en ese entonces un android para haberlo fotografiado para la historia…

No veo dignidad en profesionales de los

medios de comunicación que han perdido por completo la visión noble del oficio. No profesan respeto alguno por el público a quienes hacen llegar sus sesgadas noticias, comentarios y publicaciones, en beneficio de los intereses del candidato que PAGA un plan de medios para su campaña. Que olvidan lo que significa la palabra ÉTICA. Que denigran del candidato contrario, hurgando en su vida personal, familiar y social, solo para desdibujarlo ante la opinión pública. ¡Oh, maestros TUPIZ (qepd) o José Orellano —aún vivo, por fortuna—, cuánta falta hacéis en esas vegas áridas! Pobres amigos periodistas de La Guajira…

No veo dignidad en un desafortunado teté a teté radial entre un ilustre diputado guajiro, defendiendo lo inde-

fendible, militante de la cuerda de un exgobernador preso y de la reciente gobernadora destituida, buscando que declaren loco o INTERDICTO al gobernador encargado, solo porque, según parece, ha pisado algunos callos en tan ilustre élite política de La Guajira y a unos periodistas eminentemente antiguajiros, como Julio y Félix, en la W. ¡Carajo, eso no lo hace gente CON DIGNIDAD!... Peor aún, a través de las redes sociales he tenido que ver a grandes amigos, a quienes consideré siempre de alta prestancia intelectual e ideológica, totalmente desdibujados, defendiendo a ultranza y visceralmente a los dos candidatos NO MENCIONADOS en este escrito, precisamente porque son parte de los muy dolorosos lamentos que se sienten en una Guajira que agoniza. Conste, SON PARTE. No los culpo de nada. Posiblemente su error es estar con las personas equivocadas.

Pero, aún en medio de este panorama desolador, surge una luz esperanzadora. Por fortuna, MUCHOS

jóvenes estudiantes y profesionales que no tragan entero, que tienen su visión clara de futuro y que reconocen aun lo que realmente significa la palabra DIGNIDAD, se encuentran liderando un muy interesante proceso de concienciación en torno al voto en blanco, candidato VALIDO Y LEGAL en esta contienda amañada y amarrada, a realizarse el 6 de noviembre próximo. Que de manera muy sutil pero firme; astuta pero prudente, han venido recorriendo La Guajira y muchos lugares del país a través de foros, conversatorios, seminarios, reuniones y redes sociales, demostrando por qué se debería votar en blanco. Cuáles serían las implicaciones si llegare a ganar en las elecciones. Particularmente pienso que sería el fin de la estirpe politiquera de nuestra Guajira. Personalmente creo que es una lección tardía, pero oportuna para que estos Alí Babá desaparezcan para siempre de nuestra amada península.

Creo que sería una sana demostración ante el resto del país de que la ‘Dama reclinada’ de Nando Marín

(QEPD) no está ya en venta… Que los niños wayuu no seguirán muriendo por culpa de los apatridas que desde Bogotá se roban nuestros recursos en complicidad con los pelafustanes criollos… Que La Guajira no acepta más seguir en el olvido… seguir con sed… con abandono… con pésimos servicios públicos… Que no aceptamos más ignominia por parte de un Estado que solo nos recuerda justamente en tiempos electorales… que se han llevado todo a cambio de nada… Para que esta historia cambie… Para que guajiros como yo, de cuna y raigambre, en este exilio tan doloroso, podamos decir, con sana altivez y orgullo, que el lamento cesó… Que los versos de la canción ‘Grito en La Guajira’ serán solo un recuerdo… Y que nuestra dignidad ha sido recuperada.

Con la ayuda de Maleiwa Dios… AMÉN.

¡Un grito

guajiro!

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