Por El Monje Jr.

A lo campeón jugó Junior su último partido de todos contra todos en la Ligá Águila.

O mejor: como campeón ganó Junior. Y en su debut con título a bordo en su monumental estadio Metropolitano, fue contundente: goleó a su rival de turno Boyacá Chicó: 6-0.

Lamentablemente tan ansiado accionar del equipo —esta es la tercera vez que mete seis goles en el Metropolitano— se cumplió sin público asistente a raíz de la sanción que le impuso la Dimayor por los incidentes que se presentaron al final del encuentro ante Atlético Nacional a mediados de octubre.

Tan opíparo banquete goleador solo fue degustado por los pocos policías asignados para el dispositivo de seguridad, la prensa, los directores técnicos y sus asistentes y los suplentes de los dos equipos.

Aunque al inicio el partido estuvo medio enredado y Junior no encontraba salidas, a partir del minuto 13 se volvió una tromba frente al arco visitante encomendado a Eder Chaux: en ese instante el marcador lo abrió Jorge Aguirre. A partir de entonces, Junior se propuso arrollar al rival, no desperdiciar ninguna oportunidad de gol. Y en efecto lo logró, al tanto que su portería jamás enfrentó jugadas que amenazaran con gol. Fue muy pobre el ataque del equipo de Eduardo Pimentel.

Tras el tanto de Aguirre, vinieron los dos de Yessy Mena: a los 19 minutos, el primero, luego de una descolgada, y a los 37 minutos, el otro, también en jugada personal.

El aumento de la cuenta, a los 40 minutos, también tuvo como uno de sus protagonistas a Yessy Mena: fue fauleado en el área. Cobró Johnny Ramírez y 4-0. Así cerró el primer tiempo.

Seis minutos después del arranque del segundo periodo, a los 51, Roberto Ovelar volvió al gol: él mismo había hecho un pase largo a Aguirre quien devolvió al paraguayo para que este controlara con el pecho, bajara, pateara y aumentara la cifra a 5.

El último fue un golazo de Jarlan Barrera —todas sus conquistas son de excelente factura—, tres minutos después: un zapatazo de media distancia para una apabullante goleada de Junior que pone a su afición, no solo la de Barranquilla y el Caribe sino la de alrededor del mundo —créanlo— a soñar con un segundo título en este fin de año: el de la Liga Águila, que ya el de la Copa se guarda en la vitrina de exhibiciones del equipo barranquillero.

El equipo de Alexis Mendoza cerró excelentemente el partido y con tan apabullante victoria terminó solitario en el segundo puesto con 36 puntos, a nueve del líder Nacional (45) y aseguró ser cabeza de serie y la localía del último partido de los playoffs, en los cuales su llave es Santa Fe, con partido de ida en Bogotá. Vuelve el duelo entre barranquilleros y bogotanos, el cual se realizó recientemente en la final de la Copa Águila con triunfo global de Junior 2-1.

Los actores de los playoffs de la Liga Águila —cuya final será en la segunda década de diciembre si la participación de Santa Fe en la Suramericana no altera lo programado— son Nacional, Junior, Tolima, Medellín, Once Caldas, Alianza Petrolera, Cali y Santa Fe.

Chicó despide el semestre con una aplastante derrota y con muchas interrogantes frente a lo que viene. El equipo del polémico Pimentel no tuvo un buen semestre y ahora deben pensar en cómo subir el nivel para el próximo año.