Ingresa, pues, a la lista de más de 4.300 hoteles franquiciados y gestionados en todo el mundo por Marriott International, Inc., empresa con sede en Bethesda, Maryland, EE. UU, fundada por J. Willard y Alice Marriott y dirigida por la familia Marriott durante más de 90 años.

Con mucha historia tanto buena como mala en sus casi 90 años —más buena que mala, sin duda—, el hotel El Prado debe ser sometido a mantenimiento de su área de operación hotelera, desde los acondicionadores de aire hasta su parqueadero. Su historia cuenta que su construcción se inició en 1927, que se terminó e inauguró en 1930, que hospedó a rutilantes figuras nacionales y extranjeras, que entre los decenios de los 80 y los 90 del siglo pasado fue escenario para actividades de narcotráfico y lavado de activos, que entró en un proceso de extinción de dominio, que ha estado 

manejado por la tristemente célebre Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE) y que, incluso, no escapó a los actos de corrupción descubiertos en esta entidad.

Para que la cadena Marriott International, Inc. lograra por parte del ministerio de Comercio, Industria y Turismo, a través del Fondo Nacional de Turismo, Fontur, la adjudicación del manejo de El Prado mediante la figura de la franquicia, se corroboró ampliamente la capacidad financiera no tanto de la cadena hotelera, que de por sí está sobrada, como sí del Consorcio binacional FTP —condición exigida en los términos de la invitación—, empresa que había presentado la propuesta que finalmente fu seleccionada. Está conformada por FTP Investments Corporation, con un 55 por ciento y domicilio en California, y Espidel Ltda., con el 45% y sede en Barranquilla, y cuenta con el pleno respaldo de Marriott International, Inc.

La concesión va por 30 años, de los cuales los próximos dos deben de ser destinados exclusivamente a la recuperación de la estructura de este ícono de la arquitectura colombiana —el paso del tiempo y el descuido lo deterioró—, un legado a la historia de la Barranquilla cosmopolita por parte de las familias Obregón, procedente de España, y Parrish, de los Estados Unidos. Indiscutido patrimonio de la capital del Atlántico.

La inversión prevista para la recuperación física del hotel es del orden de los 21.300 millones de pesos, estará a cargo de la compañía FTP y cubrirá gastos no solo de restauración sino también de dotación, operación, mantenimiento físico y arquitectónico del hotel, más un aporte de $4.800 millones, un primer desembolso que se utilizará para el pago de pasivos del mismo.

El hotel El Prado tiene 277 habitaciones, salones de eventos con capacidad para 800 personas, restaurantes, piscina y pizzería. Tiene a su cargo 84 trabajadores vinculados directamente, más seis empleados temporales.