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Motor de recuperación de la económica mundial

La Guajira, de

espaldas a su

filón turístico

Motores que rugen por el desierto guajiro, pero La Guajira se mantiene de espaldas al turismo, ese motor que propulsa divisas, empleo y recuperación económica.

La Guajira, terri-

torio donde los amane-ceres y atardeceres solo se diferencian por el punto cardinal donde acontecen, es pródiga en espectaculares matices del dorado, color provo-

cado por la luz del astro sol.

Esta península es pletórica en recursos naturales, renovables y no renova-

bles, entre los cuales algunos inagotables como la luz solar, el viento y el aire.

Auténticamente septentrional, La Guajira es tierra hermosa que, como des-

parpajada coqueta, se adentra en el mar caribe y juguetea con sus aguas que la acarician y los vientos alisios que la refrescan. 

La Guajira, diversa y pluricultural, rica en flora y fauna, es una fuente de características coyunturales

que bien han podido aportarle mucho a su desarrollo económico, jalonado por el inmenso potencial turístico que le da su inigualable belleza en el marco de un pleno ambiente natural.

Alborada guajira, cardenal amarillo y carpintero: turismo de avistamiento de aves.

De tal forma que, mientras la Organización Mundial del Turismo,

OMT, sostiene que esta industria limpia sigue siendo motor de recuperación de la económica mundial, vital generadora de fuentes de empleos y promotora de paz, protección ambiental y sustentabilidad, en La Guajira se le da la espalda a este filón inexplotado.

La península es territorio exuberante y lleno de contrastes, como

ese que se da en medio de la agreste extensión de su desierto de arena amarilla: la Serranía de la Macuira —un auténtico oasis—: tres promontorios montañosos interconectados, hábitat de nutrida fauna y región propicia para una envidiable flora (Ir a Leyenda y realidad: La Macuira).

Por su humedad relativamente alta, provocada por los vientos ali-

sios y su proximidad al mar Caribe, la Macuira acoge no solo un bosque de árboles enanos sino el embrujo de bosques de niebla, hermoso contraste climático, otra muestra de la biodiversidad imperante en La Guajira.

Los paisajes naturales guajiros son espectaculares y allí están ex-

puestos a la espera del turismo, en sus diferentes tipos. A pesar de todo este potencial, ese turismo no llega en gran escala. Poco provecho de este turístico y casi ningún apoyo institucional. 

Una de las variedades del turismo que pudiera explotarse a gran

escala en península es el fotográfico, pero está despuntando. Aunque destino fotográfico puede ser cualquier parte del planeta —dependiendo de la temática que queramos fotografiar— en La Guajira los fotógrafos turísticos encuentran variedad de temas, entre otros, paisaje, aves, monumentos, estrellas, mar, pueblos, ocasos y amaneceres, dunas. Es un turismo practicado por personas de diferentes niveles económicos,

cuyo objetivo es la toma de gráficas con diversa temática. Hoy, este tipo de turismo es el de mayor potencial emergente gracias a la proliferación de los Smartphone, dotados de buenas cámaras fotográficas. Salvos los fotógrafos de entrega o profesión, casi todos los mortales están utilizando sus celulares de alta gama para hacer sus fotografías ligadas a su acti-vidad turística.  

La Guajira posee muchos parajes ecológicos que enamoran con

solo verlos: el Cabo de la Vela, las salinas de Manaure, los santuarios de flora y fauna con los flamencos rosados de Camarones y Musichi, son los sitios más visitados por el turismo, pero hay más sitios atractivos, para ir descubriéndolos. Este turismo ecológico, que también pudiera ser el ‘de aventura’, es una alternativa económica que puede aumentar los ingresos de las comunidades rurales, incluidas las más pobres que viven cerca de las zonas ricas en biodiversidad.

El amor por la naturaleza y el medio ambiente, tiene cada vez más

adeptos a nivel mundial: gente que —desplazándose por todo el mundo en ese plan— dedica tiempo y dinero para el disfrute de las maravillas de la naturaleza.Otra actividad turística a la que no se le ha dado importan-cia en La Guajira es el denominado ‘aviturismo’ o avistamiento de aves.

Garza cuchara

Alcaraván playero

Coyongos en pareja

Cada día toma más fuerza entre los ecologistas locales, nacionales e internacionales, personas que tienen como propósito dar protección a los hábitats de aves y otras especies de vida silvestre. En Estados Unidos existen aproximadamente 45 millones de observadores de aves, de los cuales más de 17 millones están dispuestos a viajar a donde sea solo para observarlas. Esto convierte tal actividad turística en un mercado de alta demanda, que no solo puede impulsar acciones de conservación para proteger los entornos degradados y amenazados sino estimular el desarrollo sostenible local. 

No es raro, por ejemplo, ver a cientos de ornitólogos y amantes de la fotografía y de la natu-

raleza, en algunas épocas del año, esperar horas sin moverse de un sitio para contemplar el mayor

número posible de especies. En muchos casos, es la primera vez que estas personas ven en libertad aves

en su hábitat. Es gente que aporta a la economía de la zona, al igual que en los lugares donde se concentra el paso de aves migratorias.

Las playas de La Guajira son visitadas constantemente por infinidad de tipos de aves: marinas,

costeras y terrestres, algunas migratorias y otras que, a pesar de que no son de la región, han elegido quedarse por estas tierras. Entre otras podemos encontrar:  

IBIS: ave mitológica del antiguo Egipto; una manifestación del Dios Thot. En Siberia, la consi-

deraban una divinidad dentro de la cultura religiosa antigua. Esta ave sagrada existe en Asia y África. 

GAVIOTAS: aves palmípedas de plumaje generalmente blanco, pico anaranjado y dorso ceni-

ciento, viven en las costas y se alimentan de peces. Pertenecen a la familia Láridos, orden Caradifor-

rmes. Es la más conocida de las aves marinas y habita en las costas de América y Europa. Existen unas 47 especies. De alas largas y patas palmeadas, son familiares de todas las zonas costeras. 

COYONGO: es un ave zancuda de las riberas del rio Magdalena —famoso por la Danza de los

Coyongos que se presenta en el Canaval de Barranquilla— y está en vías de extinción.

GARZAS (Ardeidas): Son una familia de aves pelecaniformes que incluye más de 60 especies,

conocidas genéricamente como garzas en todo el mundo hispano. En La Guajira encontramos Garzas Azules, Grises, Blancas.

ALCARAVÁN: Es un ave muy atenta, que a la menor señal de peligro emite de inmediato su lla-

mado quejumbroso que alerta a todos los animales que estén en las cercanías.

En la península encontramos varias especies de esta ave. Estas y muchas otras como el Sin-

sonte (Palguarata), Cardenal Rojo (Sangre é Toro), Azulejo Índigo o Arrocerito, Cardenal Amarrillo, Isabelita y muchos más, lo que torna a el territorio guajiro en atractivo para los ornitólogos y fotógrafos ecologistas. 

El turismo de naturaleza es un gran saco en el que se incluyen todas las visitas y actividades

turísticas desarrolladas en un espacio natural, ya sea para observar aves o paisajes o descender a un riachuelo. El turismo de naturaleza es permisivo con ciertos impactos ambientales negativos del lugar visitado, mientras que el aviturismo busca comprometerse con el desarrollo social, económico y ecológico. Más que turismo de naturaleza, estamos hablando de ecoturismo, que entra dentro de la modalidad de turismo sostenible. Las personas que realizan turismo de naturaleza suelen ser gente comprometida con el medio ambiente y la naturaleza.

Esta clase de turismo gana cada vez más adeptos. Se supone entre un 10% y un 15% del

tráfico mundial de viajeros y es la opción con mayor crecimiento anual, con porcentajes superiores al 20%, siendo el asociado a la ornitología el sector con ‘más pujanza’. Solo en Europa se estima que

hay unos diez millones de turistas que viajan al año para ver aves. Reino Unido, Holanda y Alemania son los países con más potencial, según datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT).  

A esta actividad turística tiene que apuntarle la industria turística

guajira —aquí el turismo se maneja como una micro empresa—, porque esta actividad tiene poco impacto negativo contra el medio ambiente. Como ya hemos reseñado, los ecologistas son muy cuidadoso del entor-no natural, porque lo difrutan y hay que conservarlo..

La inversión en infraestructura para el desarrollo del turismo ecoló-

gico es mínima, es acondicionar las vías de acceso y dotar de seguridad a lugares como playas, ríos, lagunas, mangles y humedales, es que allí se concentran las especies en invierno y por los pasos migratorios de aves acuáticas. Se deben crear refugios para aves, un mirador, rutas señaliza-das con vallas informativas, observatorios de aves camuflados, etc. La observación de aves debe de estar entre las nuevas propuestas en los pla-

nes para el fomento del turismo.

Otro bastión para el fortalecimiento de la industria turística en el de-

partamento seria el turismo deportivo, cuyo motivo principal del viaje es la práctica de actividades competitivas en ambientes naturales, lo mismo

que para los que vienen a presenciar en el sitio una competición o un es-pectáculo, especialmente los llamados deportes extremos, como el ciclis-mo, las competencias a campo traviesa de motocicletas y de cuatrimotor,

Playero Pihuiuí

Playero rojizo

Playero solitario

Almejero

Papayero

para lo cual La Guajira posee una topografía especial. Este año se realizó el Rally Waya Guajira 2016, con un recorrido por varias zonas desérticas de la Guajira. Los salares, las dunas de Taroa, Manaure, el Cabo de la Vela y Punta Gallinas, hicieron parte del recorrido gracias a su belleza, condiciones, y diversidad del terreno.Estas condiciones especiales son también para los deportes náuticos que se han venido realizando en las playas del cabo de la Vela.  

Los expertos consideran que el Turismo es casi una ciencia: muy dinámico, está en constante

cambio, es global y debe tener una participación más contundente de todos los sectores, no solo turísticos. “Es una oportunidad de desarrollo empresarial e individual”, sostiene la periodista puertorri-queña Daphne Barbeito.

Mientras ella opina así, los guajiros nos damos el lujo de desperdiciar tanto potencial turístico. Es

rampante la falta de visión de la dirigencia política guajira, enfrascada solo en que le den migajas des-de el Gobierno central. Por su falta de gestión se desaprovecha un filón que puede generar riquezas, 

una actividad que genera ingresos económicos muy fuerte e importantes para toda una región.

¿Crepúsculo matinal? ¿Crepúsculo vespertino? ¿La diferencia? El punto cardinal en el cual acontece. Belleza natural de La Guajira.

Aves marinas, costeras, terrestres y algunas

migratorias: riqueza animal para el avistamiento…

Texto-fotos:

Luis Roberto

Herrera

Mendoza

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