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Ella, pues, en el primer plano de los registros informativos de estos días —Y tú ahí, ¡MUJER!—, pero a la espera de que avancen hacía la ‘tangibilidad’, hacia la percepción de que, en efecto, se están dando las cosas,  los compromisos asumidos durante el quincuagésimo noveno periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer celebrado en 2015, cuando los gobiernos reafirmaron de manera unánime la Plataforma de Acción de Beijing: cambios en la cultura y la práctica empresarial tanto en las pequeñas como en las grandes empresas, con el objeto de impulsar una mayor igualdad y más oportunidades.

Y tú ahí, ¡MUJER!, a la espera de que se vean esos cambios, que los compromisos pactados mediante la Plataforma de Acción de Beijing no se queden en letra muerta, que inicien su andar por el sendero de las realizaciones y que las mujeres, de forma individual, y la sociedad civil, en su conjunto, avancen hacia un cambio perdurable y transformador para 2030. Sí, como dice, Phumzile Mlambo-Ngcuka, que “la cuenta regresiva para el logro de la igualdad sustantiva de género en 2030 comience ya, acompañada y sostenida por la fiscalización de la rendición de cuentas y la evaluación de los progresos alcanzados”.

Situándonos en nuestro entorno —este sábado 5, en Putumayo, mujeres sobrevivientes de violencia sexual realizaron, con mucho eco, el segundo retorno simbólico a lugares donde la violencia sexual ha dejado centenares de víctimas—; situándonos en nuestro entorno, decíamos, nos encanta, ¡tiene que encantarnos!, el hecho de poder referirnos, por ejemplo, al destacado papel cumplido por la mujer, tanto nacional como extranjera, en el éxito de la trigésima quinta Vitrina Turística de Anato, recién cumplida en Corferias-Bogotá.

Un simple ejercicio realizado mientras hacíamos pausas para volver enseguida a retomar el hilo en nuestro propósito de tratar de darle toque editorial a esta nota sobre la declaración de la directora ejecutiva de la ONU-Mujeres, nos permite, sin temor a equívocos, a reafirmarnos en esa apreciación: destacado el papel cumplido por la mujer en el éxito de la trigésima quinta Vitrina Turística de Anato. Porque mujeres, sí, en mayor proporción que hombres en el tarjetero que logramos agrupar durante nuestra visita reporteril de dos días al certamen, que ese fue el resultado que arrojó el ejercicio de hacer separación de tarjetas por género, que no separación de de otro tipo.

Al margen de los de las tarjetas, nombres de mujeres para registrar en fundamento a su relación con el evento turístico: Cecilia Álvarez Correa, ministra de Comercio, Industria y Turismo; Sandra Howard Taylor, viceministra de Turismo; Rosa Cotes, gobernadora del Magdalena; Paula Cortés Calle, presidenta de Anato; Adriana Marcela Gutiérrez, directora idf-Bogotá; María Patricia Guzmán Zárate, directora ejecutiva de Cotelco-Bogotá...

Y del tarjetero, mayor Julie Reyes, del área de protección al turismo y patrimonio nacional, de la Policía Nacional; Carmen Lucy Espinosa, directora general del Instituto de Cultura y Turismo de Bolívar; Lía Colorado, jefe de eventos feriales del Centro de Ferias y Convenciones de El Salvador, CIFCO; Lourdes Maldonado, jefe del departamento de promoción del Instituto Guatemalteco de Turismo, Inguat; Daniela Carrera, supervisora latinoamericana de Limatours-Perú; Mónica Guerra, ejecutiva de cuentas de Air Canadá; Claudia Stella Agudelo H., departamento de comunicaciones del idt-Bogotá; Sofía Castro Urango, directora de mercado y ventas del Hotel Sinú; Patricia Ramos, gerente de ventas y operaciones de Sato Tours; Ana María Borrero Isaza, propietaria de Bungalow’s-Colombian Beach Hotel-San Bernardo del Viento; Cecilia Zambrano, directora comercial del hotel Isla del Encanto, y Katherine Vásquez, administradora del hotel Mi Corral Plaza. En una u otra actividad, la mujer posicionada de su condición de pilar de desarrollo en su respectiva actividad.

En el Día Internacional de la Mujer, el hecho de haber mencionado a esas dignas representantes del género femenino es como nuestro reconocimiento a la mujer en ese su Día, este 8. Y para cerrar la nota, otro aparte de la declaración de Phumzile Mlambo-Ngcuka: “Volvemos a insistir en el aumento de la participación de las mujeres como una de las condiciones necesarias para una Agenda 2030 con inclusión. El liderazgo de las mujeres no cuenta con el reconocimiento suficiente por lo que debe manifestarse con una mayor participación en los órganos de toma de decisiones. Cada una y cada uno de nosotros es necesario (en nuestros países, comunidades, organizaciones, Gobiernos y en las Naciones Unidas) para garantizar que se adopten acciones decisivas, visibles y cuantificables bajo el lema “Un planeta 50-50: Demos el paso por la igualdad de género”.