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Un 17 de Julio de 2016

Atlanta:
Colombia
en su esplendor

En la conmemoración de 206 años

de la Independencia de Colombia del régimen español —en el consulado colombiano en Atlanta, USA— el concer-

tista de guitarras Álvaro Sánchez, colombiano de amplio reconocimiento en Europa y los Estados Unidos, brindó una audición que encantó a miembros del cuerpo consular en Atlanta, a invitados especiales y a colombianos radicados en esa ciudad estadounidense y que, además, durante una fiesta con hondo sentido patrio, disfrutaron del concierto que ofreció la orquesta Nova Sound, de la presentación de danzas folclóricas y, en horas de la noche, al cierre, de la actuación de Jorgito Celedón. Un esfuerzo de muchos, liderado por el cónsul Bladimiro Cuello Daza, para que Colombia, aún por lejanas tierras, se luciera en todo su esplendor. Cabe anotar que el himno nacional de Colombia fue interpretado por la artista colombiana Donia Ojito, mientras que el de Estados Unidos corrió a cargo de la es-tadounidense Peyton Smith. Un momento de mucha emoción se vivió cuando se soltaron, por un lado, globos blancos dándole la bienvenida a la paz que se aviene y, por el otro, los que formaban el tricolor y ponían sentido colombianista al acto.

El concertista de guitarras colombiano Álvaro Sánchez encantó a los asistentes con su arte.

Las danzas folclóricas también aportaron sabor patrio.

Las fotos fueron tomadas por Oscar López y Juan Londoño

  Sin que sea Día de Mercado, sin florero de Llorente
Se acerca otro
20 de Julio, otra
Independencia

El cónsul de Colombia en Atlan-

ta, USA, Bladimiro Nicolás Cuello Da-za, pronunció emotivas palabras du-rante la conmemoración de la Inde-pendencia que tuvo lugar, este domin-go 17 de Julio, en su sede consular y al final dijo que “en este nuevo 20 de

El cónsul Bladimiro Cuello Daza se dirige al auditorio que convocó para la celebración del 20 de Julio. 

Julio, que puede darse ahora en julio o en septiembre quizás o de pronto en agosto, se sellará la Nueva Independencia, pero sin floreros de Llorente, sin bayonetas, sin balas, sin grilletes, sin guerra, sin guerrilla, solo mediante el diálogo”.

Tampoco será en ‘Día de mercado’, agregamos nosotros. El texto completo de

tan patriótica disertación es el siguiente:

Miembros del cuerpo consular latinoamericano en Atlanta asistieron a la celebración. Acompañan al cónsul Bladimiro Cuello Daza y a la esposa de este, Martha Yaneth García.

Con el optimismo fortalecido cada vez más y con la esperanza reverdecida en todo su esplen-

dor ante la proximidad de la paz en Colombia, he convocado a mis compatriotas e invitado a personalidades de nuestra circunscripción y al cuerpo consular latinoamericano radicado en esta importante ciudad estadounidense, para que, unidos, en confraternidad, celebremos los 206 años del grito de nuestra Independencia.

Expreso entonces mis agradecimientos por su asistencia y mi saludo a cada uno de quienes aquí

se congregan, con la aspiración de que nos interrelacionemos en un grato compartir, aunque precisamente hoy no sea el 20 de julio sino 17.  Pero antes de seguir adelante, permítanme exaltar la labor de un importante número de líderes que se dedicó a organizar este certamen y a trabajar con dedicación los detalles para que su desarrollo sea todo un éxito. Al tiempo, destaco también el espíritu de colaboración del sector empresarial que, con su decidida participación, contribuye al brillo de esta celebración.

Hoy es domingo 17 de julio, pero no importa el día. Aquí se desborda un sentimiento común en

torno al 20 de Julio: patriotismo, colombianismo, al conmemorar una de las fechas más importantes de nuestra Historia Patria. Fechas a las cuales habrá de sumarse, dentro de pocos días o semanas, la de la nueva Independencia Colombiana: la independencia de un espíritu belicoso que lleva más de medio siglo acosándonos y cubriendo de sangre y muerte territorios patrios y metiéndoles palos a la rueda del desarrollo y el progreso.

La firma del acuerdo definitivo de la paz, para coronar los cuatro años de negociaciones que

lleva el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos con las Farc, está próxima, ha de darse más temprano que tarde, y entonces los colombianos asumiremos el compromiso patrio de comenzar a construir ese estado de armonía, sin odios, sin exclusiones, sin racismo, sin discriminaciones de ninguna índole, sin enfrentamientos, sin conflicto, sin bombas ni balas, sin más muertes violentas… Seremos constructores de un Estado de la Paz, de la Nación Próspera que anhelamos y que solo se construye en un escenario de paz. Y en esa construcción hemos de participar todos, diciéndoles SÍ a los acuerdos de paz en La Habana.

Lo que acontece en este momento es razón suficiente para que hagamos grupal el fortalecimien-

to del optimismo y el reverdecer de la esperanza en todo su esplendor: nos aprestamos a vivir en un país en paz, para que haya más oportunidades para todos, para que seamos participativos, para que se admita el disenso y reine el consenso, para que aprendamos a respetarnos en las diferencias o, simplemente, a dejar que fluya el diálogo permanente entre vecinos, una sencilla manera de vivir en paz... En síntesis, para que todos nos sintamos uno solo: ¡colombiano!

Estoy eufórico, no hay duda, y desde ese estado de ánimo de mi espíritu, guiado por el Hacedor

de la Vida, me dirijo ahora directamente a los connacionales que recurren a los servicios del Consulado

General de Colombia en Atlanta para expresarles mis agradeci-mientos sinceros por creer en nosotros, por haber correspon-dido a nuestras permanentes convocatorias a la unidad, dis-tantes de la Patria, pero hacién-donos sentir como si estuviéra-mos en ella. Reitero, una vez más, que el principal objetivo de este pedacito de Colombia en Atlanta es el de serles útiles a todos mis compatriotas. Este ha sido, es y ha de seguir siendo un consulado de puertas abiertas.

Aquí en Atlanta, rodeado

de mis compatriotas, junto con mi esposa Martha Yaneth y mis hijos, me siento partícipe de una Gran Familia. Y este senti-

Literalmente eufórico, el cónsul Cuello Daza da vítores a la paz y suelta un gajo de globos blancos por los aires de Atlanta.

miento me permite invocar a la familia no solo como el núcleo de la sociedad sino como un jardín en el cual hay que sembrar a cada momento semillas de paz, cultivar entre nuestros hijos el germen del amor a la Patria, abonar en los corazones de todos los jóvenes colombianos el respeto a los símbolos patrios, a lo instituido y a todo semejante que nos rodee, pero en especial el respeto a la vida. Para que así, al final, podamos cosechar auténticos frutos de paz. Excelentes propósitos, con mucha más razón ahora, cuando nos acercamos a vivir, cualquier día de estos, otro 20 de julio, pero muy diferente al 20 de Julio de 1810.

En este nuevo 20 de Julio, que puede darse ahora en julio o en septiembre quizás o de pronto

en agosto, se sellará la Nueva Independencia, pero sin floreros de Llorente, sin bayonetas, sin balas, sin grilletes, sin guerra, sin guerrilla, solo mediante el diálogo. ¡Viva la Libertad! ¡Viva el Orden! ¡Viva la Independencia!

Gracias, muchas gracias por su asistencia.

Atlanta, domingo 17 de julio de 2016

Blanco que te quiero amarillo-azul-y-rojo. Los cielos de Atlanta teñidos de alegoría a la paz y de colombianismo con motivo de los 206 años de la Independencia.

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