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Un multi-destino multicolor

Por José Orellano

“Según la leyenda guatemalteca, cuando alguien tiene un problema se lo cuenta a un muñequito a la hora de dormir y lo coloca debajo de la almohada. Descubrirá cómo al día siguiente su pena ha desaparecido y la vida le sonríe nuevamente”.

Me conmovió el mensaje. Y —por creer: la leyenda se origina desde el corazón del mundo maya—, hasta lo puse en práctica, acosado, eso sí, por más de un avatar. De pronto hasta percibiría después que sí, que, en efecto, al día siguiente la vida había vuelto a sonreírme.

According to Guatemalan legend, when you have a problem, you tell it to the worry doll. Then you put it under your pillow. Next morning the problem will be gone! Life will be smiling your once again”.

Se le conoce como ‘quitapenas’ —muy popular en la cultura guatemalteca— y su tamaño oscila entre los 15 y 50 milímetros, uno que escogí para mí tiene 20.

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Es fabricado a mano a partir de una base de madera o alambre, el rostro es de cartón y se le viste con ropa de todos los colores en algodón. Se vende

empacado en mochilas en miniatura y

son un especial obsequio. Para Guatemala es un emblema para mostrar y compartir. Y por eso estuvo en la Vitrina de Anato. Y por eso me lo dieron de suvenir en un punto de Guatemala que recién-respandeció en Colombia.

...

Tras la experiencia, me propuse entonces contar trozos de Guatemala como me los había contado la licenciada Lourdes Maldonado, jefe del departamento de promoción del Instituto Guatemalteco de Turismo, Inguat, el viernes 26 de febrero en Corferias, último día de la Vitrina Turística de Anato-2016.

LOS COLORES MAYA

En pequeñas muestras textiles originarias de Guatemala, en artesanías de buses en miniaturas —los reales te pasean por Tacana o por Masheñita, incluso por la colonial ciudad ‘La antigua Guatemala’, tres de sus muchos atractivos turísticos—; en las muestras del muñequito de la leyenda y la mochila en miniatura en que se empacan, en la carpetica dentro de la cual se ata la mochilita para entregar los muñequitos como suvenir o regalo, en las bolsas que contienen plegables e información sobre Guatemala... en su decorado, el estand donde reinaba Lourdes promocionando su país en Corferias, estallaba en mil colores.

‘Mil’, por decir como se suele decir ante una gama cromática extraordinariamente combinada —entre primarios, secundarios y terciarios no serían más de doce esos ‘mil colores’—, aunque lo cierto es que los maya, los aborígenes, los ancestros de Lourdes, comienzo y final de un ‘arte irisado’ precolombino cuyo contenido sigue inquietando a la ciencia, fundamentaban su ideología sobre un léxico cromático de no más de seis tonos: blanco, negro, rojo, amarillo

y verde-azul y que, en su dialecto o lengua, corresponden, respectivamente, a las locuciones ‘sak’, ‘ek', ‘chak, ‘k'an y ‘ya'ax, de acuerdo con investigadores.

TURISMO, EL

3er. RENGLÓN

Lourdes tiene a toda Guatemala grabada en su cerebro.

Puede convencerte de que cinco días en Guatemala son suficientes para que conozcas cultura viva, civilización maya, ciudades coloniales, ciudades modernas, naturaleza, ‘bird watching’, para que asistas a avistamiento de ballenas —que ocurre de diciembre a abril—, para que hagas recorridos por ríos, por reservas naturales privadas y por parques naturales y para que practiques ‘canoping’ y ‘zipline’.

“Una mezcla de lo que se puede disfrutar en un solo viaje”, te dice.

Pero también puede decirte —y

Lourdes Maldonado, jefa de 

Promoción del Iguat-Guatemala

Visitar el Parque Nacional Tikal, el corazón del mundo maya, se presenta como casi una obligación para el turista.

El corazón del Mundo Maya

aunque lo parezca, no es contradicción— que cinco días no van a alcanzarte para visitar, aprovechar y disfrutar toda la experiencia guatemalteca.

“Es mucho lo que mi país tiene para ofrecerle al turista”, te dice.

Y te indica, entonces, reiterativa, que hay que experimentar la increíble cultura maya viva... que hay que conocer los impresionantes sitios arqueológicos maya... que hay que admirar los hermosos paisajes y su extraordinaria biodiversidad... que hay que maravillarse con la exquisita arquitectura de la época colonial... que hay que degustar, en varias jornadas, la exquisita gastronomía guatemalteca preparada con ingredientes milenarios... que hay que dejarse hipnotizar por los coloridos textiles delicadamente bordados a mano, ¡y adquirirlos!... y que hay que decidirse a tocar las nubes escalando las cumbres más altas de Centroamérica desde alguno de los 33 volcanes  que tiene Guatemala.

Lourdes tiene razón. Cinco días no son suficientes. ¡Cómo van a resultar suficientes!, cierto, si Guatemala tiene en el Parque Nacional Tikal el corazón del mundo maya, que una visita a ese sitio, al parque Tikal, se presenta ya como casi una obligación para el turista. Y no es cosa para un solo día.

Imperdonable no latir con ese corazón, que “fue el epicentro de una cultura diseminada en cinco países: México, Honduras, El Salvador, Belice y Guatemala”, te dice la jefa del departamento de promoción del Inguat. Te lo dice y enseguida te manda a soñar —para que cinco días sigan siendo nada— con el Parque Nacional El Mirador del reino Kan, en proceso de descubrimiento: “Unas pirámides grandísimas, que los expertos la han comparado con la pirámide de La Danta, la más grande de Egipto”, te precisa.

Su misión como jefa de promoción del instituto de turismo instituido en su país para promocionar su país, es esa: vender Guatemala, incluso con sus aromas y sabores: el aroma del café, segundo generador de divisas (junto con las remesas), y el sabor de la caña de azúcar, que, como producto de exportación, es el primer renglón de la economía guatemalteca —que otro gustillo, para un brindis hasta embriagarte, te lo da el ron ‘Zacapa

centenario’—; aromas y sabores para darle acicate a la industria del turismo, que es es el tercer generador de divisas en el país centroamericano.

“De acuerdo con las estadísticas, en 2015 Guatemala fue visitada por un aproximado de dos millones de turistas”, te dice Lourdes y, enseguida, especifica: “Estamos hablando de excursionistas, los de días, que son de cruceros; de personas que van a cumplir una actividad corporativa de negocio y se quedan para hacer algo más, y propiamente de los turistas que se quedan por un promedio de seis días”.

Lo seis días que también tienen que resultar insuficientes si tienes, además de los parques nacionales de Tikal y El Mirador y la Antigua Guatemala —que su nombre oficial e histórico es ‘Muy noble y muy leal ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala’, contraído a ‘Santiago de los Caballeros de Guatemala’ y llamada por el pueblo, una vez dejó de ser la capital, y para efectos turísticos, ‘Antigua Guatemala’: con mucha historia para conocer, no hay duda—, además de todo eso, el lago de Atitlán, el volcán de Pacaya, el sistema de piscinas naturales de Champey y Chichi Castenango. Este último, para referencia promocional con motivo de la próxima Semana Santa.

“El turismo religioso está bastante desarrollado en Guatemala”, te dice Lourdes. Y agrega: “Nos visitan muchas personas, sobre todo a la antigua ciudad Guatemala, la colonial, la antigua capital del país, donde en cada cuadra se encuentran catedrales e iglesias”.

Lourdes te aclara que “el tema de la Semana Santa en Guatemala proyecta mucho fervor”, te precisa que “hay procesiones todos los días, con mucho colorido”, te informa de que “la gente se esmera demasiado en hacer las alfombras de aserrín, que son un arte realmente” y hará que te asombres cuando te diga que Guatemala figura con ‘la alfombra de aserrín más grande’ a nivel de procesiones, en los récords Guinness: 2012 metros de largo, elaborada por aproximadamente 5000 personas que trabajaron durante siete horas el Jueves Santo de 2014.

Lourdes quiere que el mercado turístico colombiano acepte la oferta turística que ofrece Guatemala: arqueología, cultura viva y civilización maya —insiste en decírtelo— con descendientes directos vivientes.

“Lo tenemos en Chichi Castenango”, te dice Lourdes. Y te abre las expectativas: “Hay que visitarlos los jueves y los domingos, que son los días de plaza, donde el visitante puede ver a toda una comunidad con sus trajes típicos e interactuar con quienes son los fabricantes de los textiles que ve aquí, todo hecho a mano”. Los textiles guatemaltecos, resultado de la influencia conquistadora y colonizadora española y de la habilidad manual del nativo descendiente de los maya. Y nos muestra, entonces, cortes, huipiles, cortinas.

Y enseguida, la Jefe de Promoción Turística de Guatemala te dice: “Compartirán también el misticismo maya”, y habrá entonces que recordar que, precisamente en esa época de la Conquista y la Colonia, lo conquistadores tuvieron que introducir las costumbres mayas dentro del ritual del catolicismo.

“Esa mezcla todavía se vive en Chichi Castenango”, te dice Lourdes.

‘Zacapa centenario’, licor símbolo de los guatemaltecos. Les fascina a los gringos cuando practican el turismo de boda en la antigua Guatemala.

En Guatemala, el turista habrá de encontrar avistamiento de ballenas, de diciembre a abril, y playas en el Caribe, Livingston, con toda su cultura.

LOS CIRCUITOS MULTI-DESTINOS

Y la licenciada Lourdes Maldonado amplía el universo de su oferta a los colombianos al responder una pregunta sobre el desarrollo turístico guatemalteco en fundamento a sus límites con México...

“Buen desarrollo y muy atractivo para el turista”, te dice. ¿Y muy atractivo por qué? “Por los multi-destinos: quienes se apuntan, primero hacen turismo en Guatemala y luego se van a conocer playas, a conocer Cancún, por ejemplo... De ahí a Palenque, en Chiapas, para apreciar el tema de arqueología... De allá vuelven a Guatemala para seguir sintiendo los latidos del corazón del mundo maya... Bajan después a la antigua Guatemala, la conocen en detalles, y conocen también el lago más bello del mundo, en Atitlán; visitan Chichi Castenango y luego van y visitan nuestras playas en el Caribe: Livingston con toda su cultura... y vuelven y salen de nuevo... Son circuitos multi-destinos impresionantes y resulta muy atractivo que un turista pueda conocer tres países en un solo viaje...”

Lourdes: ¿Cuál es el extranjero qué más va a Guatemala?

“Hay varios segmentos, pero resaltaría al de los estadounidenses, porque les encantan las bodas, un matrimonio en la zona colonial de la ‘Antigua de Guatemala’ es, para ellos, una experiencia increíble. Las bodas se realizan dentro de las ruinas de los antiguos conventos, con mucha elegancia, con flores y con nuestro ron ‘Zacapaz centenario’. También les atrae en demasía el tema de los colores: compran muchos textiles, muchas artesanías... Por lo demás, de todas partes, pero deseo firmemente que Colombia, el turista colombiano, se enamore de Guatemala. ¡Que vaya y la descubra, que nos descubra!”.

CUARTA VEZ Y CITA PREVIA

La de este 2016 ha significado la cuarta presencia guatemalteca en la Vitrina Turística de Anato. La delegación centroamericana volvió tras algunos años de ausencia.

“Año con año se han sumado más empresarios, porque el mercado colombiano para Guatemala es muy importante”, te dice Lourdes Maldonado, quien cree que este año hubo más afluencia.

Y ella, como ejecutiva del de la industria del turismo, tiene un reparo: “Sería muy importante contar, en una próxima edición, quizá con un sistema de citas, porque hay expositores que invierten y ven transcurrir los días a la espera de que alguien se le acerque al escritorio. Sería genial poder tener un sistema de citas, previo a la actividad. Así, por ejemplo, nuestros empresarios guatemaltecos, que son operadores receptivos de la hotelería y de destinos como parques naturales nacionales, hubieran podido tener encuentros pre-establecidos con mayoristas, emisores colombianos o de otros países y cerrar negocios”.

Así, grosso modo, nos ha vendido Guatemala la jefa del departamento de promoción del Instituto Guatemalteco de Turismo, Inguat, licenciada Lourdes Maldonado. Ella, toda amabilidad, nos ha invitado a degustar licor y café guatemalteco, sabores y aroma que, remata ella, “nos permitió tener una importante afluencia de visitantes en el estand”.

De paso, nos obsequió la bolsa de papel multicolor con información detallada de Guatemala en folletos y plegables y, entre ellos, la carpetica con la mochilita y varias muestras del muñequito de la leyenda.

According to Guatemalan legend, when you have a problem, you tell it to the worry doll. Then you put it under your pillow. Next morning the problem will be gone! Life will be smiling your once again”.

“Según la leyenda guatemalteca, cuando alguien tiene un problema se lo cuenta a un muñequito a la hora de dormir y lo coloca debajo de la almohada. Descubrirá cómo al día siguiente su pena ha desaparecido y la vida le sonríe nuevamente”.

El Jueves Santo de 2014 Guatemala hizo ‘la alfombra de aserrín más grande’ a nivel de procesiones y fue incluida en los récords Guinness: 2012 metros de largo, elaborada por aproximadamente 5000 personas que trabajaron durante siete horas.

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