El Muelle
CARIBE
Homenaje perenne al Muelle de Puerto Colombia
Crónicas y Opinión
José Orellano, director
Vamos con lo turístico
Bases para una política
distrital de turismo
Destino, Cartagena
Por Eduardo García Martínez
Cartagena de Indias es la ciudad más importante de Colombia en materia de turismo y su prestigio como destino influyente en el Gran Caribe se reconoce nacional e internacionalmente. Aun así, la ciudad
ha mantenido problemas que deben enfrentarse y resolverse prontamente para que pueda convertirse en un verdadero destino, competitivo y sostenible, de clase mundial.
La industria turística local genera empleo y divisas y jalona encadenamientos de inversión cada día más evidentes y sostenidos. También el turismo tiene profundas connotaciones sociales, educativas y culturales que requieren ser canalizadas para articular procesos encaminados a mejorar la calidad de vida de todos los cartageneros y estimular sentido de pertenencia hacia la ciudad en general y la industria del turismo en particular.Generalmente se piensa que el turismo es una actividad inherente a la empresa privada, por cuanto los empresarios disponen sus recursos de inversión en sectores como la hotelería, la gastronomía, las agencias de viajes, los casinos, las aerolíneas y en muchas otras actividades relacionadas con esta industria. Si bien esa premisa es verdadera, también lo es que le corresponde al estamento gubernamental definir y encausar políticas para el cabal funcionamiento de todas las actividades de la industria turística, con el propósito de perfilar un destino ciertamente sostenible. Cartagena, cuya vocación turística viene desde la Colonia, tiene en esta industria un soporte fundamental para su desarrollo económico con equidad. De acuerdo con la Organización Mundial del Turismo (OMT), Colombia está en el mapa del turismo mundial porque ha logrado importantes inversiones en infraestructura turística, aumentado la calidad de los productos que ofrece y capacitado el capital humano para atender de forma adecuada las distintas actividades de esta industria. En la consecución de ese reconocimiento, Cartagena ha jugado un papel preponderante por ser el destino preferido por los visitantes que llegan al país desde distintos países y continentes. La ciudad tiene un gran potencial turístico aun inexplorado que puede poner al servicio del desarrollo local y nacional con decisiones acertadas y concertadas entre todos los actores de esta industria que se muestra vigorosa y en permanente crecimiento.Desafortunadamente los gobiernos locales tradicionalmente han prestado escasa atención a la industria del turismo aunque no desconocen su importancia. La inversión distrital en ella es escasa y se han dejado crecer problemas que inciden de manera negativa en la calidad del destino. La informalidad, traducida en acoso a los turistas, es tal vez el principal sin desconocer los abusos con los precios en restaurantes y transporte de taxis y la pésima movilidad.El amueblamiento urbano tampoco es bueno y la bicicleta, tanto de pedal como eléctrica, se ofrece como diversión en los andenes y calles del Centro Histórico pero la ciudad requiere con urgencia autoridad y orden para que pueda ser recorrida, admirada e interiorizada al máximo por los visitantes y por supuesto los nativos. La ciclo-ruta, en consecuencia, es una necesidad que agrega valor a la ciudad como conglomerado social y destino turístico.El cambio climático es una lamentable realidad y las ciudades costeras tienen la obligación de trabajar para mitigar su impacto. En el caso de Cartagena no da más espera la construcción de una nueva avenida que bordee el mar desde Marbella hasta Bocagrande y el Laguito, con especificaciones técnicas capaces de hacer frente a los embates del mar. Realizar esta obra es no solo urgente sino inaplazable y en su construcción deben comprometerse los gobiernos nacional, departamental y distrital por tratarse de una necesaria obra de defensa de la zona costera sobre la cual fue construida la ciudad de Cartagena, Patrimonio Histórico de la Humanidad. Esa anhelada vía que se conoce cono Avenida del Bicentenario, debe construirse sin seguir pensando en recurrir al impopular sistema de peajes internos.El aporte del Departamento de Bolívar a una importante obra como esta sería la justa retribución al Distrito de Cartagena por los cuantiosos recursos que durante años ha recaudado el Departamento de Bolívar por concepto del Impuesto sobre el Registro de todas las Escrituras Públicas de Compra o Venta de Inmuebles en la ciudad de Cartagena, que en altísimo porcentaje se ha realizado en el Centro Histórico, Bocagrande, Castillogrande y El Laguito.Sobre la vinculación del gobierno nacional a obras de beneficio colectivo ya hay ejemplos notales en diversas ciudades del país y en Cartagena la avenida Santander, que bordea el mar Caribe y ofrece visuales magníficas de las murallas y el sector turístico, fue construida hasta la glorieta que lleva el nombre del prócer gracias a los aportes del gobierno central y el interés del entonces presidente de la República Carlos Lleras Restrepo, a través de una Ley de honores al General Santander. Es preciso beber de nuevo en esas fuentes.Buena parte de las comunidades locales de Cartagena son marginales y requieren ser atendidas en sus necesidades básicas insatisfechas para integrarlas al desarrollo. La generación de empleo e ingresos por concepto de turismo, la responsabilidad social empresarial, la cooperación internacional, entre otras estrategias, pueden ser concertadas entre el gobierno distrital, los organismos públicos colombianos y el empresariado turístico, en procura de lograr la sostenibilidad y sustentabilidad de la ciudad..
En atención a lo expuesto, el nuevo alcalde de Cartagena debe incluir en su Plan de Gobierno una política clara y definida para el sector del turismo. Entre las recomendaciones, especialmente se incluye:
1) Creación de la Secretaría de Turismo como autoridad máxima de la industria en el Distrito. Sería una dependencia encargada de ejecutar las políticas nacionales y distritales en materia de turismo. Por tratarse el nuestro de un Distrito Turístico, el Secretario de Turismo debe ser una especie de Vicealcalde con suficiente autonomía y el respaldo decidido del Alcalde Mayor. Esta secretaría tendrá un presupuesto adecuado para su operación sin mayor burocracia pero con partidas importantes para apoyar la promoción de la ciudad tanto nacional como internacionalmente, labor que debe seguir en mano de los empresarios privados, exitosa como ha sido hasta el día de hoy, con el apoyo de las entidades gubernamentales del nivel nacional. La creación de la Secretaría Distrital de Turismo obedece a la obligatoriedad de ejercer la autoridad en el Sector, que comienza en el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y se ejecuta a través del Viceministerio de Turismo, que en algunos aspectos delega en Departamentos, Distritos y Municipios. Hasta allí puede llegar la delegación de la Autoridad, que legalmente no se puede aplicar por intermedio de entidades privadas.
2) Definir y aplicar una política encaminada a combatir la informalidad en el sector turístico y el Centro Histórico, para impedir el acoso a los turistas. Debe incluir capacitación a quienes deseen continuar ofertando, conforme a nueva y precisa normatividad. Es bueno recordar que la informalidad en la oferta de productos y su consecuencia más negativa, el acoso, ya mostró sus nefastas consecuencias en otras latitudes: Acapulco, en México, perdió su condición de principal destino mexicano por dicha causa y 30 años después no se ha recuperado. Fue tal el impacto que los mexicanos debieron ‘inventarse’ otro destino, Cancún, lo que obligó a invertir enormes cantidades de recursos económicos.
3) Reorganizar las playas para que su uso sea racional y se garantice el disfrute de los bañistas, tanto locales como turistas. El Plan de Manejo de Playas debe ser integral, con áreas específicas para bañistas, práctica de deportes, ventas formales a las que el turista acuda cuando lo requiera.
4) Priorizar la construcción de las obras de defensa costera desde Marbella hasta Bocagrande y el Laguito, recurriendo al gobierno nacional y departamental como principal soporte de inversión. En este aspecto se debe comprometer a todas las bancadas de Cartagena y bolívar en el parlamento colombiano y a los estamentos locales con influencia en lo económico, lo político, lo cultural, lo social, así como a los medios de comunicación y los periodistas.
5) La defensa del medio ambiente debe ser una prioridad y necesita estar respaldada por acciones, planes y programas de políticas públicas específicas.
6) Impulsar la Quinta Libertad para que todas las aerolíneas del mundo que quieran y se inviten a Cartagena, puedan hacerlo trayendo carga y pasajeros, sin que haya reciprocidad con sus países de origen. Con esta iniciativa se pueden captar importantes flujos de visitantes, absolutamente necesarios para satisfacer la oferta que se tiene en la actualidad y la que se tendrá, mucho más amplia, en dos años cuando se inauguren nuevos hoteles de categoría en la ciudad.
7) Impulsar la capacitación del talento humano local en niveles técnico, tecnológico y universitario para insertarlo en el trabajo turístico y lograr metas concretas en la disminución del desempleo, la desigualdad y la pobreza. El ejercicio de la guianza, en consecuencia, debe ser beneficiario directo de este empeño.
8) Impulsar el desarrollo turístico con estándares internacionales de las islas de Tierrabomba y Barú, con respeto del medio ambiente.
9) Integrar La Boquilla al desarrollo turístico de Cartagena aprovechando sus numerosas potencialidades, ofreciéndole a sus pobladores oportunidades de emprendimientos empresariales e impulsando programas específicos para el mejoramiento de su calidad de vida.
10) Priorizar la cultura como un eje transversalizador de las políticas distritales encaminadas a la transformación de la ciudad y de sus ciudadanos, apostándole a las campañas permanentes y de impacto para buscar y conseguir cambios notables en comportamientos y costumbres negativamente arraigadas. Cartagena debe ser la ciudad de la cultura en el Caribe colombiano.
11) Creación de ciclo rutas que sirvan para elevar la calidad de vida de los nativos y diversificar de oferta del producto turístico local. Las ciudades que buscan su sostenibilidad no pueden estar por fuera del uso masivo de la bicicleta.
12) Apoyar el funcionamiento y mejoramiento permanente del nuevo Sistema de Transporte Masivo Transcaribe e impulsar al máximo el componente acuático, lo que incidirá necesariamente en una mejor movilidad en la ciudad. Se debe trabajar en coordinación con la Dimar y el Ministerio de Transporte sin ser convidado de piedra.
13) Implementar el sistema de taxímetro para lograr el mejoramiento del servicio y acabar con los abusos a los usuarios, muchos de ellos turistas.
14) Impulsar un programa de hermanamiento con ciudades importantes del mundo con el fin de atraer nuevos flujos de turistas e inversión, y lograr dinámicos intercambios culturales.
15) Construir parques temáticos en las diferentes localidades de la ciudad.
Se requiere reorganizar las playas para garantizar el disfrute de los bañistas y definir y aplicar una política pública encaminada a combatir la informalidad en el sector turístico a fin de impedir el acoso a los turistas, especialmente en el Centro Histórico cartagenero.
Propuesta
Foto viajandoconpoco.blogspot.com
Foto www.guiaturismo.com
Islas de Rosario, zona insular de Cartagena, cuya vocación turística viene desde la Colonia.
Foto www.soycaribe.es