El Muelle
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RIOHACHA
¡Educación involutiva!
En La Guajira existen micro universos culturales muy distintos el uno del otro, en el centro, en el sur y entre los de la Media y la Alta: en pos de la calidad educativa, cada universo cultural guajiro exige un modelo especial de educación sin modificaciones sutanciales en sus fundamentos.
Por Luis Roberto Herrera Mendoza
Termina otro año escolar, ya sin la algarabía de tiempo ya idos, cuando llegaban las anheladas vacaciones que, no bien se entraba al colegio, ya se estaba pensando en ellas, al igual que Barranquilla con su Carnaval: no han terminado de enterrar a Joselito, cuando ya se están preparando para la fiesta del año próximo.
Independiente de los resultados académicos, la alegría por la finalización del año escolar era indescriptible, en medio del ambiente decembrino que se sumaba a la alegría.
¡Y qué decir de quienes alcanzaban su diploma de bachiller! Era fiesta segura —y qué ‘fiestonón’ el que organizaban los padres de familias—: una sana competencia entre vecinos, para ver cuál organizaba el mejor ágape en honor al graduando o la graduanda. Sin distingo de clases sociales, todos realizaban los sonoros festejos. Pero también había personajes ajenos a los estudios que brincaban de la alegría: los denominados ‘gorreros’ que se frotaban las manos ante el abierto naipe de grados para escoger, imaginándose las rascas ‘gratinianas’ que irían a pegarse.
Despertando de la melancolía de tiempos pasados felices —¿será verdad que el tiempo pasado fue mejor? —, volvamos a la realidad del presente. Que al igual que en las últimas décadas, en 2015 volvimos a perder el año lectivo.
Un ‘logro’ que se ha venido repitiendo años tras años, sin que las autoridades educativas de La Guajira, principalmente de Riohacha, quieran darse cuenta de esta realidad. Ellos siguen demagógicamente aludiendo las millonarias inversiones para el mejoramiento de la calidad educativa —inversiones que no se ponen en duda—, pero los deplorables resultados finales obtenidos indican que la destinación de la plata no ha sido las adecuada: lo más probable es que se hayan fugado hacia otras actividades de carácter privado. Mejor dicho: la usufructuó la corrupción, razón más que suficiente para que hayamos venido ocupando los últimos lugares en las evaluaciones de desempeño educativo realizadas por el gobierno.
De lo que sí estamos seguro es de que esos malos resultados no se dan por falta de capacidad o aplicación de nuestros estudiantes. Los caribeños nacemos con un potencial genético de inteligencia sobresaliente, con condiciones intelectuales especiales, por aquí —y evoquemos al legendario Marcos Pérez Caicedo cuando hablaba sobre Sabanalarga en el Atlántico— “la Inteligencia es peste”. En la costa Caribe colombiana, el ser humano se desarrolla en dos aspectos: lo endógeno, que representa lo interno, la herencia genética, y lo exógeno, que es lo externo, lo que lo envuelve, el medio ambiente y todo lo que lo rodea. Las condiciones ambientales que rodean a los caribeños influye positivamente en su formación: la calidez, el calor, la sabrosura, le dan picardía natural, pero... hay un pero: ¡nos mata la indisciplina!
Muchos riohachero(a)s que han tenido la oportunidad de educarse en otras latitudes dan muestra de su inteligencia en sus estudios tanto de media como de bachillerato y profesional. Por décadas, se han destacado a nivel nacional en actividades culturales, deportivas, académicas y profesionales. Localmente, algunos estudiantes han conseguido sobresalir en las mediciones oficiales, triunfos logrados en forma individual mas no desde lo colectivo. Aquí no se cumple lo de ‘la reunión de varias individualidades forma un conjunto’. La misión entonces es buscar y precisar las razones del estancamiento educativo y aportar urgentes soluciones. El porqué de tan pobres resultados en las instituciones educativas públicas, en niveles básica primaria, básica secundaria y la media, a todo lo cual hay que sumarle los resultados no tan alentadores de los estudiantes de la Universidad de La Guajira. Aquí termina la cadena ¿Y si el primer eslabón, la base, es deficiente?
Entre las variables que influyen en los resultados de una buena educación, tenemos:
*Idoneidad de los docentes.
*Locales adecuados para los procesos de formación.
*Modelos de educación implementados.
Y toquemos el último, en una Colombia que implementa los modelos educativos sin tener en cuenta diferencias culturales, ambientales y estructurales de las regiones. Los colombianos somos tan diversos, que en una misma región tenemos diferencias culturales marcadas. Inclusive, en La Guajira misma existen micro universos culturales muy distintos el uno del otro, en el centro, en el sur y entre los de la Media y la Alta Guajira.
Son notorias las diferencias culturales con el resto de departamentos del Caribe colombiano y las otras regiones del país, pero eso no es tomado en cuenta para la aplicación de los modelos educativos impuestos desde el nivel central. No se hace, aun cuando sobre el papel existe algo de flexibilidad para que se pudiese adaptar a algunas condiciones especiales sin modificar sus fundamentos.
En Colombia existe la flexibilidad educativa, modelos especiales para poblaciones especiales, que —sin modificar sus fundamentos, decíamos— pueden ser implementados por las instituciones, que a su vez deben elaborar un proyecto y presentarlo al ministerio de educación para su revisión y aprobación.
En los decenios de los 70 y 80, siglo XX, se implementó el modelo de Institución Educativas Media Diversificada, INEM: eran instituciones implementadas para la formación de los estudiantes desde un pensum técnico-académico: bachillerato diversificado, en el cual los estudiantes podían escoger el énfasis, según sus pretensiones profesionales futuras. Bachillerato académico, industrial y de promoción social en la media, técnica industrial para los estudiantes de los grados decimo y once: carpintería, mantenimiento mecánico, soldadura y hasta electricidad. Eran instituciones muy amplias, equivalentes a lo que hoy se conocen como ‘megacolegios’.
Es muy recordado el INEM José Manuel Rodríguez Torices de la Ciudad de Cartagena, por dos procesos que le dieron mucho reconocimiento: deporte y cultura. En el deportivo, sus escuelas: fueron notables sus participaciones en competencias nacionales, especialmente en béisbol y atletismo. Y en lo cultural, con escuelas de danza, artes escénicas y música, esta última de renombre nacional por los resultados obtenidos. Comenzó con una banda de corte marcial —hoy llamadas de paz— que en el Caribe se convirtió en la primera banda musical estudiantil con show incluido.
El profesor de música Eugenio Giraldo, ‘Geño’, como le decían sus amigos —un cachaco procedente del Tolima educado en el conservatorio de música de Ibagué—, fue el director del exitoso proceso. Mediante el cual se conformaron deversas agrupaciones musicales de renombre nacional: ‘Los hijos del sol’, ‘Arena caliente’, ‘La Playa’, que la de mayor reconocimiento fue la de ‘Los inéditos’, con una vistosa coreografía y varios éxitos discográficos. Algunos de sus integrantes siguieron estudios profesionales de música y otros de ingeniería, administración y contaduría, profesiones paralelas a su carrera musical. ‘Geño’ logró en 14 años, como profesor del INEM, educar musicalmente a varias generaciones de cartageneros. Lastimosamente falleció en 1996, pero su proyecto siguió avanzando y, en estos momentos, la institución cuenta con una banda sinfónica, se encuentra en el nivel medio de calidad educativa y están cerca de llegar al nivel alto.
A la única ciudad capital costeña a la cual no llegó el exitoso modelo educativo de los INEM es Riohacha. Hay que hacer un juicio de responsabilidades y preguntarle a la dirigencia política guajira de la época el porqué.
Entre otras instituciones que han utilizado la flexibilidad para mejorar el desempeño en calidad educativa, destaca el Colegio Técnico Industrial de Baranoa, Atlántico, que dio inicio hace 20 años a un proceso que los ayudó a subir el nivel académico y contribuyó al mejoramiento del nivel de la vida, no solo de los estudiantes sino de todo un pueblo. Arrancó en 1995 con la creación de una banda de corte militar que se convirtió en banda show estudiantil: traspasó los linderos de la institución educativa, se asomó al municipio, siguió de largo hacia el departamento y se explayó por todo el territorio nacional; lo mismo ocurrió con su desarrollo: pasó de 20 integrantes a 600 y de ser la banda del Colegio Técnico Industrial de Baranoa a ser la Banda departamental de Baranoa. Ahora es una Fundación con sede propia, la cual abre el ingreso a niños desde 6 años hasta los 15 años, con la condición de que al cumplir los 18 deben de salir para darle oportunidad a otros. La experiencia indica que tienen que ser buenos alumnos, de buen comportamiento en la sociedad, con normas de estricto cumplimiento, entre estas la de no tatuajes, ni piercings ni motilados extraños. Los jóvenes son de estratos 1, 2 y 3 y paralelamente cumplen una labor social que involucran a las madres cabeza de familia en su capacitación para el trabajo, pero además prestan sus servicios en el mirador turístico de la Fundación, por lo cual devengan un salario. Este exitoso proyecto escolar voló allende la frontera no solo de su institución educativa, del pueblo y el departamento, sino del territorio colombiano: se ha presentado en muchos lugares del mundo y siempre viajan 200 integrantes, seleccionados de entre los más de 600 integrantes: Tokio, Nueva York y algunos países europeos han disfrutado del espectáculo de la Banda de Baranoa.
La Banda de Baranoa en Singapur... El proyecto es digno de copiar... Hay que copiar lo bueno, no la corrupción.
En Bogotá, este año se dio inicio a un proyecto de innovación educativa. El primer Colegio Filarmónico Público, especializado en formación musical, y en cuyo pensum la musical tiene igual o más importancia que las ciencias sociales, los idiomas o las matemáticas. Ofrece a niñas y niños una preparación temprana, con énfasis en el área artístico-musical. Este proyecto nace en el interior de la institución Educativa Simón Bolívar, localidad de Suba, con 520 niños, de primero a noveno grado, en media vocacional; en decimo y décimo primero se potencializa a quienes quieran seguir los estudios profesionales en música. Este proyecto está a la altura de países de Europa y de los Estados Unidos y en los cuales es tradicional esta clase de formación. Las ocho horas de intensidad horaria semanales han contribuido al mejoramiento del nivel académico y la convivencia escolar y ha despertado la sensibilidad por el medio ambiente y por el arte. Para complementar, son estudiantes de jornada completa.
Tres ejemplos de centros educativos con programas educativos flexibles exitosos, gracias a lo cual se han logrados mejoras en la calidad de vida estudiantil y su entorno familiar y en la convivencia escolar y hasta comunitaria.
En Colombia la educación se define como un proceso de formación permanente, personal, cultural y social que se fundamenta en una concepción integral de la persona humana, de su dignidad, de sus derechos y de sus deberes y que implica la inclusión de toda la sociedad en su diversidad multiétnico y pluricultural.
Pues bien: las instituciones que hemos mencionado han interpretado fielmente los fundamentos de la educación en nuestro país y la han adaptado a las necesidades sociales de su entorno.
A muchos les llamará la atención el hecho de que la formación musical sea el eje de estos proyectos. Toca decirles que las conclusiones de serias investigaciones al respecto indican que el entrenamiento musical tiene una relación directa con los resultados generales de los estudiantes en todas las áreas. Además, se ha encontrado una acentuada correlación entre el entrenamiento musical formal de los estudiantes y la presencia de varios factores positivos en sus vidas: mejor desempeño académico, desarrollo de habilidades de razonamiento espacial y matemático, índice menor de abuso de sustancias psicoactivas, mayores autonomía y disciplina... Resultados positivos que podemos comprobar en los ejemplos referenciados.
En La Guajira, pero especialmente en Riohacha —sin detenernos a imaginar cómo deberá ser eso en territorio wayuu—, surgirán mil y un interrogantes que, como siempre, jamás tendrán respuestas, que si se dan jamás serán convincentes, porque jamás se obtendrán a la verdad: ¿Cómo es que en tres décadas de bajos resultados académicos de la educación en Riohacha, nadie se haya preocupado por aplicar mecanismos de mejora sustancial a esta anómala situación? ¿Por qué razón los gobernantes, departamentales y municipales, han ignorado el problema durante tanto tiempo?
Riohacha, por ser la sede del gobierno departamental, debería de ser el referente para el resto de municipios. ¿Qué han hechos los honorables concejales a favor de la calidad educativa riohachera y de cada municipio guajiro durante más de treinta años? Cómo encargados del control político y de aprobar iniciativas de los Alcaldes, ¿cuántos debates han realizado sobre la pobreza de los resultados de la educación municipal? ¿A cuántos secretarios de la rama han citado para que expliquen su paso por tal cargo sin buscar soluciones al problema? ¿Cuántos proyectos y propuesta para el mejoramiento de la educación han presentado al gobierno central los congresistas guajiros? ¿Quién podrá responder estos interrogantes?
Solo toca parodiar al ‘Chapulín colorado’ y seguir preguntando: ¿Y ahora quien podrá respondernos?
A partir del primero de enero de 2016 comienzan su ejercicio las nuevas administraciones departamentales y locales, a las que aún no se pueden culpar de los fracasos de los procesos anteriores... Tampoco se les puede exigir que obren milagros y que en el primer año cambien los resultados negativos históricos de la educación. Lo que sí se les tiene que exigir es que inicien, de manera inmediata, los procesos para revertir tal situación, que escojan a sus colaboradores y asesores con experiencia en planeamiento de procesos educativos, pero que, sobre todo, tengan un alto sentido de sensibilidad social, esa que se necesita para sacar adelante programas de mejoramiento de calidad, especialmente en tratándose de la educación de todo un pueblo. Que les pidan asesoría y orientación a las instituciones que ya implementaron estos procesos exitosos. Que no tengan pena de copiarse estos proyectos —copiar no es malo, lo malo de copiar es copiar lo malo—, que se le exija al gobierno central total apoyo en todos los aspectos para implementarlos y mejorar la calidad educativa. Que los congresistas guajiros dejen a un lado, de manera figurada, sus vestidos enteros y accesorios de marca y se pongan el overol para que trabajen como obreros de la gestión que les corresponde —creemos que no es mucho pedir— y logren los recursos económicos y logísticos para tal fin. No importa que después lo saquen a relucir en próximas campañas de reelección.
Señor alcalde electo de Riohacha: es necesario escoger una institución que sirva de piloto para el inicio del proyecto de mejoramiento del nivel educativo del Distrito Especial Turístico y Cultural. Ahí está el ‘megacolegio’ Denzil Escolar, de la comuna 10, el cual tiene todas las condiciones locativas necesarias para implementar un programa que contribuya en lo educativo y social de la zona. Tome como ejemplos la Banda de Baranoa, el INEM de Cartagena y la institución Educativa Simón Bolívar de Suba, las tres, inmersas en procesos consecutivos y continuos de mejoramiento de calidad educativa. Vaya usted mismo a esas instituciones y palpe sus ejercicios.
Alcalde electo de Riohacha Fabio Velásquez Rivadeneira
Invítelos a que hagan una presentación en la comuna 10, en el Denzil Escolar, que sirva como estímulo a los estudiantes de esta institución riohachera, erguida en su jurisdicción administrativa.
Señor alcalde electo doctor Fabio Velásquez: si usted logra iniciar estos procesos quedará en los anales de la historia del Distrito Especial Turístico y Cultural de Riohacha y amasará —usted es el político, usted sabe dónde están los votos— el agradecimiento de toda la comunidad. De no ser así, que Dios, el pueblo y la patria lo censuren. Recuerde que, ‘por sus obras lo conocereis’.
Este pueblo, señor burgomaestre, no aguanta más frustraciones. No sea usted el interruptor para el famoso ‘¡apaga y vámonos!’.
Un goce a la Banda de Baranoa, en las siguientes direcciones:
La Divina Pastora: excelencia educativa guajira en otrora... Y el ‘megacolegio’ Denzil Escolar, en la deprimida comuna 10 de Riohacha, amplisimas instalaciones para iniciar el proceso de recuperación de la educación hacia la excelencia. El nuevo alcalde de Riohacha tiene la palabra.