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Y dale con la veeduría crítica

Lo que se

hereda no

se hurta...

La Perla de América, tierra de maíz

Por Inocencio De la Cruz

Desde Santa Marta, David Campo Pineda nos envía fotos, nuevas fotos, sobre la evolución de la siembra de maíz —que también de hortalizas y fríjol— en la pequeña huerta urbana que crece altiva en calle 13 entre carreras 4 y 5 del pleno Centro Histórico de ‘La perla de América’.

Desde Barranquilla, Edgardo Caballero nos envía un correo con llamativo tema: “Esta es la cura más poderosa del cáncer: solo 4 cucharadas al día eliminan el mal”. Y, además, purifican la sangre, limpian el organismo e incrementan la inmunidad.

Pues bien: buscando algo de animación para el aprovechamiento de las fotos samarias y a la caza también de fundamentos para darle credibilidad plena al contenido del e-mail de Caballero, nos fuimos de ciber-paseo y nos encontramos con Alejandro Rizo y Carlos Mejía Godoy, representantes de la nueva canción popular contemporánea, el primero de México, el otro de Nicaragua, con temas muy dicientes, entre un buen número, dedicados a la gramínea originaria de estas tierras americanas, ‘La canción del maíz’ y ‘Somos hijos del maíz’, y con el hecho sorprendentemente coincidente de que el maíz es —precisamente el maíz— una de las principales materias primas para la cura del cáncer. ¡El maíz!

En Santa Marta, ‘El negro’ Juan Carlos, uno de los fundadores de San Andresito, sembrador de la hortaliza literalmente urbana —y de la cual dimos cuenta en nuestra actualización de la semana 20-26 de septiembre—, sabe que lo que se hereda no se hurta y espera paciente el transcurrir de lo que queda de octubre, todo noviembre y diciembre para comenzar a enterarse de la atención que le dará el nuevo alcalde samario, electo este 25 de octubre, al legado que le deja la actual administración: un maizal, con otros cultivos, en plena calle, en un tramo de la inconclusa rehabilitación de ‘La 13’, parálisis de obras que no solo afecta a comerciantes como ‘El negro’ sino a la feligresía que es tradicional en su asistencia a los actos litúrgicos en la iglesia San Francisco, monumento histórico samario.

PRIMERO LO PRIMERO

El maíz, en menjurje contra cáncer

El profesor búlgaro Hristo Mermerski y su receta contra el cáncer a base de maíz.

Y vamos, en primera instancia, con lo de la cura del cáncer a punta de productos naturales.

De acuerdo con varios ciber-enfoques sobre el hecho, el profesor búlgaro Hristo Mermerski ha creado una receta vegetal que mucha gente en el mundo presume como “medicamento revolucionario contra el cáncer”.

Según las fuentes consultadas en internet, se han curado numerosos enfermos mediante este remedio que, se afirma, contiene todas las vitaminas esenciales, sales minerales, proteínas, sustancias bioactivas, carbohidratos y grasas vegetales.

“Es un alimento que hace un tratamiento de cuerpo completo, que obliga al cáncer a abandonar el organismo”, ha dicho Mermerski en sus conferencias, asegurando que su mezcla vegetal ataca arañas vasculares y purifica vasos sanguíneos, cura el corazón, repara el sistema inmunológico y limpia el hígado y los riñones; mejora la función cerebral y la memoria, previene ataques al corazón y lleva a quienes lo han padecido a una recuperación total, que igual pasa con quienes han sufrido derrame cerebral.

Los ingredientes de la cura Mermeski son:

*400 gramos de maíz germinado.

*400 gramos de nueces frescas.

*15 limones orgánicos.

*12 cabezas de ajo fresco.

*1 litro de miel.

Para iniciar la preparación —de acuerdo con las recomendaciones del profesor bulgaro, autor de varios libros sobre medicina—, en un recipiente con agua se deposita el maíz y se deja toda la noche en remojo. Transcurridas entre 10 y 12 horas se tamiza, se enjuagan los granos y se vuelven a colar para que queden en el recipiente por 24 horas más, al cabo de los cuales los granos germinarán con talluelos de uno a dos milímetros.

Se avanza en la preparación moliendo los granos germinados, las nueces y el ajo pelado. De los 15 limones, cinco se agregan a la molienda y los otros diez se exprimen y el jugo se vacía en lo molido, mezclando hasta obtener una textura homogénea. A este menjurje se le agrega la miel, se revuelve con una cuchara grande de madera y se vierte sobre un recipiente de vidrio. Se deja por tres días en el refrigerado, al cabo de los cuales puede consumirse: cuatro veces al día, faltando 30 minutos para el desayuno, el almuerzo, la cena y la acostada nocturna.

“Como tratamiento aún más eficaz contra el cáncer, el enfermo puede ingerir una o dos cucharadas cada dos horas”, sostiene el profesor Mermerski, para garantizar, con solo sus palabras, que “esta receta procura una vida larga y saludable, manteniendo frescura, energía y jovialidad en el cuerpo”.

¿Creer o no creer?

Creemos que nada se pierde con probar.

De acuerdo con el científico búlgaro, recurrir al menjurje es proteger nuestra salud a través de la nutrición, limpiar nuestro cuerpo y prolongar la llegada del envejecimiento mediante el uso de diferentes tés de hierbas y los tratamientos con hierbas curativas y con jugo natural.

Autor de más veinte libros sobre la cura de enfermedades con productos naturales, el profesor Mermerski dice que “hemos escrito en nuestros libros de cómo podemos protegernos de ciertas enfermedades gracias a la composición química y biológica de más de 200 alimentos estudiados”.

MÚSICA MAÍZ...

Somos canción

e hijos del maíz

Alejandro Rizo y Carlos Mejía Godoy, de las nueva canción popular contemporánea y cantos al maiz, sangre de héroes.

Ahora, lo logrado en internet al salir en procura de algo de animación para el aprovechamiento de las fotos del maizal samario que nos envió David Campo Pineda.

Al encontrarnos con el compositor mexicano Alejandro Rizo, nos interesamos en su tema ‘La canción del maíz’... La escuchamos y de ella extrajimos estos versos: “Para empezar el nuevo día con una flor/,

tierra de maíz,/ en este paraíso/ Dios seguro quiso detenerse,/ para probar del nixtamal/ tortillas, chiles y mizcal/ o un buen curado de nopal/ que sí es bebida para dioses/ no nos puede desairar...”.

Después fue con Carlos Mejía Godoy, el nicaragüense... Nos entusiasmó el título de su canción, la escuchamos y nos quedamos con estas estrofas: “Somos hijos del maíz, /constructores de surcos y de sueños,/ y aunque somos un pais pequeño,/ ya contamos con más de mil inviernos,/ un millón de manos floreciendo,/ en la tarea interminable de sembrar,/ de abril a mayo, labrando, sembrando,/ tapizcando, desgranando,/ ¡almacenando para la guerra y la paz!... Chicha de maiz, chicha pujagua,/ chicha raizuda, pelo de maíz,/ el atoooool... Chingue de maiz, nacatamal,/ atolillo el rerequeee,/ tamalpizque, totoposte, marquezote, chocolate,/ pinolillo, pinol y tiste, buñuelo, chilote, elote, posole,/ tortilla, guirila, rosquilla, empanada... Es decir el macizo,/ e irreversible alimento del pueblo... De esta manera seremos más nuevos,/ de esta manera seremos más nuevos,/ de esta manera seremos más nuevos,/ de esta manera seremos maiiiiizzz...”.

Los propósitos de cada uno de estos artistas populares, identificar las historias que vivimos todos los días y transformarlas en un lenguaje poético para darles una nueva vida en la canción.... Como otra ‘nueva vida’, gracias al maíz, lleva ahora el devenir diario de la vía que conduce a la histórica iglesia de San Francisco, vecina del local en el cual han estado ubicados por años los comerciantes de Sanandresito: esa vía es hoy día, una huerta urbana... ¡Literalmente!

Más de cuarenta días lleva la siembra del maíz y ya se insinúan las primeras espigas y en el lapso de espera para que asuma el nuevo alcalde, ‘El negro’ Juan Carlos aspira recoger una buena cosecha. Que cuidando la siembra ha de seguir, porque el acalde ad portas a salir no terminará las obras de ingeniería civil a pesar de que el Tribunal Superior del Magdalena falló a favor una acción popular presentada por el abogado Hubert Jiménez Pineda: “La vía tiene que ser habilitada para paso peatonal y vehicular”, ha sentenciado la autoridad judicial, pero...

De tal forma, pues, a los comerciantes de Sanandresito les han quitado la forma de obtener el sustento diario, razón por la cual, Carlos, el nicaragüense, Carlos Mejía Godoy, bien pudiera cantarles la primera estrofa de su canción ‘Somos hijos del maíz’:

“Si nos quitan el pan

nos veremos en la obligación

de sobrevivir como lo hicieron nuestros abuelos 

con el maíz fermentado

en la sangre

de los héroeeees...”

De algo tiene que vivir Juan Carlos, quien, según ha dicho, “ganaba chévere aquí, ahora ya no alcanza para nada y a veces me tengo que ir limpio para la casa”.

Su esperanza, irónicamente, está en que, además de maíz, “pueda recoger frijol cabecita negra, cebolla en ramas y tomates para la casa y, si queda, vender alguna vaina”.

LO TRUCULENTO DEL CUENTO

A lo mejor muchos dirán que “esta nota de Inocencio De la Cruz es un canto a la truculencia”. Y hasta pudieran tener razón. Pero en todo este cuento hay algo literalmente truculento. Esto sí es lo truculento del cuento:

El caso de Sanandresito, allí juntico a ‘La bahía más bella de América’, tiene tentáculos que vienen de cinco años atrás y que durante la actual administración no tuvo ninguna solución que pudiera ser puesta en práctica.

45 comerciantes interpusieron hace 5 años una acción popular para que la calle 13 fuese vía vehicular. Durante la campaña de Carlos Caicedo a la alcaldía de ‘La perla de América’, este ofreció a los comerciantes rehabilitar la vía para que lo fuese, lo cual, no hay duda, generó una votación masiva a favor del actual burgomaestre. Una vez instalado en el palacio distrital, Caicedo se olvidó de ese compromiso y les ‘bailó el indio’ a los comerciantes, quienes a pesar de haberle reclamado en varias ocasiones el incumplimiento, nunca fueron atendidos por el primer mandatario distrital.

Mientras pasaba el tiempo para ese proceso, se generó el proyecto de hacer módulos a todo lo largo de la calle 13 entre carreras 4 y 5, con el fin de que se establecieran allí varios comerciantes que habían quedado sin puesto de trabajo por haber sido desalojados de la vía. La construcción de los módulos tuvo varios tropiezos, comenzando por problemas de diseño. Luego prosiguió, bajo el amparo del alcalde Caicedo, a pesar de que no tenía —ni tiene aún— los permisos y autorizaciones de los entes de control que debían darle luz verde a la peatonalización de la vía y la construcción de los módulos.

En junio del presente 2015 llegó la noticia bomba: la acción popular interpuesta por los 45 comerciantes prosperó y fue aprobada a su favor, contando con que el bien común está por encima del beneficio particular. Esto generó la parálisis inmediata de la construcción de los módulos, que sigue detenida por cuanto prima el acatamiento de los fallos judiciales, esta vez emitido por el Tribunal Administrativo de Santa Marta en cabeza del Magistrado Adonai Ferrari.

Esta situación fue aprovechada por algunos de los interesados en que los módulos se hicieran, para desplegar acciones de intimidación contra uno de los 45 suscriptores de la acción popular quien aseguró que no se dejará intimidar. “¿Acaso la calle 13 es mía, o solo yo firmé esa acción popular?”, preguntó el ciudadano entrevistado.

Hace varios días se hizo una reunión en la parte posterior de la iglesia San Francisco, a la cual asistieron los comerciantes interesados en la construcción de los módulos, quienes escucharon allí al candidato de la administración que los convocó para prometerles que los módulos se harán porque se harán.

Los comerciantes, atraídos por ‘el dorado’ de la promesa modular, parecen estar convencidos de que se harán los módulos, de pronto desconociendo que existe un pronunciamiento jurídico que hará reabrir la vía para tráfico vehicular y que, además de eso, no existe ningún pronunciamiento de los entes de control fiscal, disciplinario, administrativo, ambiental, etc., que autorice el cierre de la vía para la ubicación de módulos, concebidos para el aprovechamiento por parte de particulares.

Sí, este cuento es truculento...

Una siembra que germina porque desde cinco años atrás la administración samaria no cumple con una obra que requieren peatones, carros, comercio y feligreses.

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