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Aquí, I Foro Internacional, Fútbol, Desarrollo y Paz

El fútbol

Un proceso para el cambio social

Un algo que, este medio día, no puede ocultar Eduardo Verano De la Rosa es su apego deci-

dido a la filosofía de Fútbol Con Corazón.

Y si para darle inicio a diez o doce minutos de charla hubiera de intentar disimular el orgullo

que por siempre ha de proporcionarle el hecho de haber sido el primer funcionario público en enfundarse la camiseta de FCC, hasta en fea mueca había podido terminar una supuesta malquerencia, supuesta, sí, que esto lo hemos dicho en estricto sentido figurado.

Por José Orellano

Política
Pública
en el
Atlántico

Es el meridiano del jueves 19 de mayo de 2016

y en Barranquilla, fundida bajo indolente canícula infernal —previo de 40 grados centígrados, posterior de 41: sensación térmica de 48 grados— hay dinámica en torno al fútbol.

Verano De la Rosa, gobernador del Atlántico,

expositor de cierre del Primer Foro Internacional Fútbol, Desarrollo y Paz, había llegado al certamen —en el piso 12 del hotel Dann Carlton—, estrenando Plan de Desarrollo: la Asamblea se lo había aprobado tres días antes y él había de decir, en algún momento de su intervención, que “desde la administración departamental queremos hacer del deporte herramienta poderosa que ayude a forjar una base social más tolerante”.

Y también había de decir, enmarcándose en el

tema central del Foro, que, en calidad de Gobernador, “al fútbol lo vemos como parte importante del postconflicto”. Y había de referirse precisamente a futuro —en el inmediato, el mediato o el largo plazo—, una vez Colombia firme el acuerdo de paz con las Farc.

Organizado precisamente por Fútbol Con Corazón, el Foro había de ser escenario para el

debate amable e incluyente sobre “lo que enmarca el fútbol para el desarrollo y la paz en el país y a nivel internacional”. Y había de ser también sitio preciso para que el funcionario transmita la idea de que el fútbol como recreación y como justicia, es “un elemento que edifica, que construye procesos sociales y, por eso, queremos implementarlo como una política pública”. Es decir, aquí, en el desarrollo de la última fase del Foro, el sector oficial asume un serio compromiso con los propósitos tanto de FCC como del certamen: política pública.

Revisado el Plan de Desarrollo de Verano De la Rosa —‘Atlántico, líder’— se observa que

entre los siete retos que se plantea figura “la transformación integral del ser humano”, con lo cual se busca garantizar “el acceso de los ciudadanos a todos los servicios sociales para el disfrute de una

La concurrida asistencia al I Foro Internacional, Fútbol, Desarrollo y Paz, el 19 de mayo pasado, en el piso 12 del hotel Dann Carlton en Barranquilla.

Antes de su intervención, Verano De la Rosa había dialogado con la directora ejecutiva de Colombianitos Ana Arizabaleta y concluyeron que hay que articular un esfuerzo gigantesco para que todo este poroceso llegue a más personas. “Ana dio en el clavo”, sostiene el Gobernador del Atlántico intrigado ante lo que necesariamente hay que hacer para que “lo que esta haciendo Samuel, llegue a muchas más personas”.

prioridad de su Gobierno, Verano De la Rosa había de referirse a los juegos intercolegiales del Atlántico “en el sur, en el occidente, en el norte, jugando contra Barranquilla, jugando entre nosotros… Toda esta parte de los juegos intercolegiales será muy importante para nosotros…”.

Y como el  fútbol edifica y construye procesos sociales y Verano De la Rosa anuncia que tal

mecanismo lo implementará como política pública, "es que”, anota, “queremos ser los grandes protagonistas de los Juegos Nacionales basados precisamente en Fútbol Con Corazón, no solamente competitivo sino también recreativo. Si le apostamos al futbol como espacio recreativo y pedagógico, formaremos niños y jóvenes más tolerantes y capaces de asumir nuevos desafíos. A eso es a lo que le tenemos que apuntar en este proceso mediante el cual Samuel nos ha invitado a pensar en el fútbol de una manera diferente y nosotros como Gobierno hemos asumido también este reto y esta filosofía de tolerancia y de nuevos desafío a través del futbol”.

Aprovechando la ocasión, el Gobernador había de presentar ‘Los cuatro ejes del deporte en

Atlántico, líder’, que  están puestos a apuntar hacia el deporte desde el sector educativo, el alto rendimiento, la inversión en infraestructura deportiva y el incremento de la actividad física.

Eduardo Verano De la Rosa cree firmemente en el futbol como herramienta pedagógica y

sostiene que “la persona que practica el futbol está generando nuevos modelos de comportamiento. Si tenemos nuevos modelos de comportamiento, cambios más avanzados, cada vez más compenetrados, más gente de la comunidad en este proceso, tendremos cambio social y ese cambio social seguramente conducirá a un mayor proceso de desarrollo”. Y dirigiéndose a Samuel Azout había de añadir que “aquí es donde nosotros hemos entendido este mensaje y por eso estamos aquí acompañándote”.

Verano De la Rosa considera el futbol como potencial social y, al respeto, precisa que “fo-

menta la asistencia al colegio. Un estudiante que juega futbol recibe la orden del profesor de que “hoy debe portarse bien o si no, no  juega mañana y ese muchacho no se mueve de su silla. También podemos buscar la asistencia escolar por intermedio del futbol. Disminuir la deserción escolar que es uno de nuestros más importantes retos. Más y mejores colegios con más canchas sirven para lograr cambios de actitud”.

Piensa que con el futbol se puede mejorar la salud de la población juvenil e infantil. “Un mu-

chacho que tiene partido de fútbol, esa semana se cuida, duerme más. Sabe que rinde mucho más si está mejor alimentado y si durmió lo necesario. Y seguramente va a tener una actitud totalmente diferente”, dice. Y fortalece su convicción recordando una experiencia personal: “Soy tenista. Y el día antes del partido duermo lo necesario, lo justo, porque no me gusta perder. Y para no perder, tengo que cuidarme. A nadie le gusta perder. Y el secreto para no perder está en alimentarse bien, dormir bien y estar bien preparado mental y físicamente. Eso lo logra el fútbol y también el deporte”.

Anuncia que la administración a su cargo sale en procura de promover la equidad de género

y, por lo tanto, de “crear modelos de conducta que contribuyan a elevar los niveles de convivencia y rescatar individuos de situaciones vulnerables como, por ejemplo, La Chinita y La Luz”.

El Gobernador del Atlántico dice que “el futbol y la paz hacen una llave indisoluble”, teniendo

claro que “con la práctica podemos lograr formas de prevención de la violencia. Por eso desde la administración departamental queremos jugar en la cancha, queremos hacer del deporte herramienta poderosa que ayude a forjar una base social más tolerante”.

Muy animada, no hay duda, la charla de Verano De la Rosa, que ha venido a continuación de

la del presidente del Centro Nacional de Consultoría Carlos Lemoine, de quien había de decir que “ha hablado con mucha seriedad sobre un fenómeno social como lo es el fútbol y, llevándolo a cifras, nos indica que la gran transformación que está logran Samuel es importantísima”.

Después había de decir que “estamos muy pendientes de acompañar a Samuel en este pro-

ceso, porque hemos entendido este mensaje, esta filosofía, este proceso en el cual Futbol Corn Corazón nos has metido”.

Y, a manera de algunos estilos croniqueros, Verano De la Rosa termina su intervención repi-

tiendo palabras en torno a conceptos de su comienzo y resalta el hecho de que durante cinco horas seguidas —interrumpidas solo por un delicioso y reconfortante coffee breack a la media mañana—, haya estado aquí “tanta gente pendiente del fútbol, sin hablar de la Selección Colombia, sin hablar de nuestros futbolistas estrellas, sin hablar de nuestro Junior…”

Han transcurrido cinco horas, sí, “hablando simplemente del futbol como un elemento de inte-

gración social” y eso, no hay duda, “quiere decir que tú, Samuel” —puntualiza el Gobernasdor

Verano De la Rosa—“estás logrando cristalizar el proceso de transformación que te propusiste desde un principio. Tú y tu equipo, Samy, merecen nuestro reconocimiento, nuestro cariño, nuestro aplauso y que estén todos aquí acompañándote”.

Barranquilla, 19 de mayo de 2016.

¿La meta? Un Atlántico Líder en muchos frentes, especialmente en el campo social. “En todo lo que mejore al ser humano, porque ahí está la mejor inversión”, ha dicho Verano De la Rosa al darle relieve al trabajo mancomunado Asamblea-Gobernación-funcionarios para la aprobación del Plan de Desarrollo 2016-2019 —con inversiones históricas por 10.9 billones de pesos— y en el cual el deporte, en especial el fútbol, es prioridad. Aquí, una audiencia pública en el recinto de la Asamblea a fin de socializar la carta de navegación.

Plan de Desarrollo: carta de navegación 2016-2019

vida digna, como salud, deporte, recreación, vivienda, seguridad ciudadana, infraestructura, medios productivos y un ambiente sano”.

Otro reto del ‘Atlántico, líder’ se ubica en el segundo lugar en las prioridades del Gobierno

de Verano De la Rosa: “La construcción de territorios de paz que busca el fomento a las  ‘Agendas Territoriales de Paz’ como instancias de participación ciudadana para orientar, en el corto, mediano y largo plazo, los objetivos, estrategias y proyectos territoriales que permitan avanzar en el fortalecimiento de la paz”.

Encajan estos dos objeticos del Plan de Desarrollo de Verano De la Rosa en lo que ha mani-

festado en el Foro, cuando, a manera de ejemplo, habla de un partido de fútbol durante su anterior administración y mediante el cual se pacificó un vasto y populoso sector de Barranquilla.

“La Chinita y el barrio La Luz, un vasto sector de Barranquilla, estaban azotados, había

bandas, pequeños narcotraficantes que se disputaban el territorio… Y apareció un policía de apellido Asprilla y se metió allí a hablar con la gente, sin revolver, sin armas, sin nada… ¿Y cuál fue el gran proceso de integración entre todas esas bandas? Un partido de fútbol que nos inventamos. Y logramos que se pusieran unas camisetas y empezamos a establecerles algunas reglas: no podían agredirse, era parte de un proceso pacificador, incluso: tenían que combinarse”.

Un buen tiempo antes, cuando había sido “el primero en enfundarse la camiseta de Fútbol Con Corazón”, él, aun en condición de Primera Autoridad del Atlántico, tuvo que someterse: Samuel Azout, gerente general de FCC, lo había invitado, lo mismo al alcalde de entonces, a que jugaran un partido de fútbol en una cancha sintética de otro populoso sector barranquillero: el barrio La Paz.

Pero… antes del arranque de aquel partido…

“Nos puso una serie de reglas… El gol no lo puede meter ningún hombre… Juegan

hombres y juegan mujeres… Los hombres tienen que correr a menor velocidad de lo que pueden correr las mujeres… No pueden empujar a ninguno… Nadie debe mentar la madre… Nadie puede golpear al otro… Los goles se tienen que meter de determinada manera… Todas eran reglas de juego diferentes… Decíamos: ¿Cómo vamos a jugar de esta manera? ¡Pero jugamos…! Nos divertimos y, al final, nos dimos todos un abrazo”, recuerda. “¡Y sí!: Fútbol Con Corazón estaba llamado a ser ese gran proceso de transformación, una disciplina, una integración social: podíamos jugar juntos con la mujeres, a diferencia de antes cuando el fútbol solo era cuestión de nosotros los hombres… Hoy no: también podemos hacerlo con la mujeres, podemos integrar a nuestras familias, a nuestros hijos…”, agrega.

En La Chinita y La Luz había que replicar lo vivido por Verano De la Rosa en la cancha

sintética de La Paz. Y allí en La Chinita y La Luz volvió a escucharse la palabra ‘línea’, que es la locución con la cual se define a un equipo, que en otrora, en un partido de bola’e trapo no jugaban equipos sinos líneas, la línea de un barrio o de un municipio contra la línea de otro barrio o de otro municipio. Allí en La Chinita-La Luz, recordaba el Gobernador, se estableció que “las líneas no podían jugar una contra la otra, esta contra esta como enemigos, tenían que estar entremezclados entre ellos y de esa manera pasarla bien… Fue el primer proceso y hubo hasta llanto entre ellos cuando se dieron cuenta de que habíamos logrado que unos rivales, pequeños narcotraficantes que se agredían mutuamente hasta la muerte —internamente, en nuestros barrios— jugaran a juego limpio un partido de fútbol. Así se dio comienzo a un proceso de cambio. Y sí, tendremos que usar el fútbol como parte importante dentro de todo este proceso del postconflicto en Colombia”.

Dejando claro que la utilización del fútbol como mecanismo de paz y desarrollo será

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