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De oficio, periodista... De pasión, el periodismo

Mi elección del

¡se centra

en las víctimas!

8 preguntas a

la Directora

de ‘Ciudad Paz’

Por José

Orellano

—¿Qué enfrentábamos desde

las salas de redacción? —se pregun-ta… Y ella misma se responde—: La meta gerencial no siempre estaba en concordancia con la necesidad de generar respuestas que la ciudadanía demandaba. La gerencia siempre busca rentabilidad. ¿Sabías que en un

Periodista Carmen Peña Visbal: una pasión, el periodismo, su oficio y su pasión.

importante periódico regional del Caribe los periodistas eran obligados a timbrar tarjeta? ¡Qué falta de respeto! En el respeto hacia el otro, a las diferencias, está la clave del entendimiento. Eso es lo que falta, dignificar al ser humano.

—No en uno sino en dos periódicos del Caribe —mi apreciada tertuliana—. Y, con-

tra todo argumento de rechazo generalizado de la Redacción, tuvimos que timbrar tar-jeta, nos tocó hacerlo tanto en uno como en el otro. En el último, hubo rebeldía silen-ciosa, maneras de desquite: extender, motu proprio, las horas laborales, hacer lenta, a paso de tortuga, la producción de textos y la entrega de materiales para sumar horas de trabajo: rebelde mano al dril gerencial y… ¡San se acabó! ¡Chao tarjetas y chao reloj! Y sí: ¡Qué falta de respeto a la libertad del periodista!

Nombre: Carmen Peña Visbal.

*Trabajó como Asesora Sec-

tor Defensa en The Rendon Group

*Trabajó como Editora Regio-

nal Costa Caribe en El Tiempo

*Trabajó como Editora Ciu-

dad-Judiciales en Diario del Caribe

*Trabajó como Subdirectora

en Diario La Libertad

*Trabajó como Jefa de Prensa

en Gobernación Del Atlántico

*Trabajó como Jefa de Redac-

ción en El Heraldo (Barranquilla)

*Trabajó como Subsecretaria

de Asuntos para la Convivencia y Seguridad Ciudadana en Alcaldía Distrital de Bogotá DC

Estudió Especialización en

Alta Gerencia en Univerisdad Militar Nueva Granada

Estudió Curso Integral de

Defensa y Seguridad Nacional en Escuela Superior de Guerra

Estudió Especialización en

Derecho Penal y Ciencias Forenses en Universidad Católica de Colombia

Estudió en Universidad

Libre.

Estudió en Saint Mary

School, Barranquilla

Vive en Bogotá

De Barranquilla

(Fuente: Su perfil de Facebook)

Face-Perfil

—Mi admiración de siempre, Carmen, aunque jamás nos haya-

mos frecuentado. Abrazo —le dije por Facebook privado, tras haberle leído en la red algo que me aludía.

—Un abrazo a tu corazón de luchador —me contestó—. Y se-

guidamente, tras la publicación de la foto del reencuentro con Guiller-mo Valderrama y Jorge Medina, agregó: “Me alegró verles, sonriendo, con Jorge.... Tres buenos tipos...”

Nuevos encuentros con Carmen en Facebook, un saludo que

iba, un recuerdo que venía, y una solicitud de ella: “Para nuestra edi-ción de CIUDAD PAZ, te pido el favor de regalarme un párrafo relacio-nado con la paz... Y una foto tuya... Espero que aceptes”.

—¡Ni más faltaba...! ¿Para cuándo?

Se ‘fijaron’ los términos, le cumplí, envié mi humilde opinión, la

publicó y, ‘contra-pedí’: “Mañana, te remitiré cuatro o cinco preguntas sobre Ciudad Paz”.

No fueron cuatro ni cinco, fueron ocho, sin muchas pretensio-

nes, eso sí… Saber algo de ella, del proyecto periodístico digital que dirige y de sus puntos de vista sobre la paz.

Todo, gracias a Facebook. Sin mirarnos a los ojos. Sin saludar-

nos de manos. Sin fusiones de alientos por el diálogo tête à tête… ¡Nada de eso!... Todo, a punta de latidos del corazón... Corazón de recientes amigos…

Me encarreto, pues, con la abogada y periodista barranquillera

Carmen Peña Visbal, una Caribe integral que nunca se pierde un partido de la Selección Colombia y, dice, “sigo de cerca el regreso de Falcao”. La camiseta que ella luce, lleva en la espalda el número del delantero samario al servicio del Mónaco: el 9… Y al grano:

1.- Cuéntanos, si los hay, tus avatares —primera acepción,

DRAE— hasta llegar a la dirección editorial de Ciudad Paz. 

—Desde 1979 he oficiado como periodista. No concibo mi vida

lejos de esa pasión. He alternado la práctica en salas de redacción de El Tiempo, El Heraldo, La Libertad, Diario del Caribe y El Espacio, con el ejercicio en el sector público en la Subsecretaría de Asuntos para la Convivencia y la Seguridad Ciudadana, el Comando General de las Fuerzas Militares, la Quinta División del Ejército y la Gobernación del Atlántico. En todas ellas la preocupación ciudadana generalizada era —y sigue siendo— ¿cómo conseguir la paz?, ¿cómo generar convivencia?, ¿cómo entendernos y lograr acuerdos? Esa es la razón de ser de CIUDAD PAZ. Generar opciones que nos permitan,

como ciudadanía, lograr consensos que nos permitan convivir en armonía. 

¿Qué enfrentábamos desde las salas de redacción? La meta gerencial no siempre estaba en concor-

dancia con la necesidad de generar respuestas que la ciudadanía demandaba. La gerencia siempre busca

rentabilidad. ¿Sabías que en un importante periódico regional del Caribe los periodistas eran obligados a timbrar tarjeta? ¡Qué falta de respeto! En el respeto hacia el otro, a las diferencias, está la clave del entendimiento. Eso es lo que falta, dignificar al ser humano.

2.- ¿Qué satisfacciones te deja la experiencia de dos

entregas de Ciudad Paz desde tu condición de directora? 

—Hemos tenido acogida. Con los veteranos periodistas Isis

Beleño, William Suárez, Rosario Vega y el joven Róbinson Ospi-na hemos avanzado en ejercer un periodismo libre. Por ejemplo, Isis investigó la verdad detrás del Bronx. Completo informe de qué se hizo en el pasado y qué no se pudo hacer, y, al respecto, develó las improvisaciones de la administración Peñalosa. Ró-

binson, por su parte, aportó un informe relacionado con los menores reclutados por organizaciones armadas ilegales. 

Agrego que no sólo se trata de las ediciones digitales de

CIUDAD PAZ. También mantenemos actualizadas la página web, un blogs, Facebook, twitter e Instagram con hechos relevantes en materia de paz, convivencia y seguridad ciudadana.

3.- ¿Qué afinidad existe entre el programa de vivienda

del gobierno Peñalosa Ciudad Paz, complejo habitacional al norte de Bogotá, y la Ciudad Paz digital que plantea soluciones colectivas e incentiva la organización y la participación ciudadana?  

Segundo número de la revista digital Ciudad Paz, dirigida por la periodista barranquillera Carmen Peña Visbal.

—No tenemos ninguna afinidad, ni filosófica ni política, con el señor Peñalosa y sus programas. En

CIUDAD PAZ creemos en las soluciones ciudadanas basadas en la gobernanza, no en imposiciones. 

4.- Empresarialmente, ¿cómo opera Ciudad Paz-digital? 

—Proponemos la búsqueda de patrocinios. Contamos con un equipo que promociona el esfuerzo edi-

torial. 

5.- Es obvio que votarás SÍ en el plebiscito, amas la paz… ¿Por qué no por el NO? 

—Mi elección del SÍ se centra en las víctimas. Jóvenes soldados y campesinos mutilados por el uso

indiscriminado de minas antipersona, secuestros extorsivos y políticos con víctimas que jamás regresaron a sus hogares, viudas y huérfanos, muertos en combates o en ataques terroristas, ataques a poblaciones… Es imposible permanecer impávidos ante la violencia. Pienso en las víctimas que conocí durante el ejercicio periodístico o como asesora de las Fuerzas Militares, pienso en el dolor de cada madre cuyo hijo ofrendó su vida en defensa de la democracia. Pienso en ellos y espero, de verdad, que esos escenarios no se repitan nunca más. 

6.- A manera de simbología, ¿qué puede estar transmitiendo a los colombianos el acto proto-

colario de la firma, Santos-Timochenko, del Acuerdo Final? 

—Todo es posible, si logramos consenso.  

Es cierto que con la firma del Acuerdo entre el Gobierno —representando por el presidente Juan

Manuel Santos— y las Farc —en cabeza de alias ‘Timochenko— o con el voto por el SÍ no se acabará la violencia. La construcción de la paz es una tarea en la que todos y todas debemos participar. Ese acto de compromiso —a dejar las armas, a confesar los delitos, a no repetir, a reparar a las víctimas— es apenas el primer paso hacia un mejor mañana. La ciudadanía colombiana debe estar pendiente, efectuar seguimiento a cada proceso. La ciudadanía es y debe ser la garante de la paz posible. 

No olvidemos que el tráfico de estupefacientes ha financiado la compra de armamento, transformando

las tropas irregulares en huestes poco adoctrinadas. Esta debe ser la lucha de fondo: combatir el narcotráfico que genera violencia y corrupción. 

El día en que Carmen Peña Visbal asumió como subsecretaria de Asuntos para la Convivencia y la Seguridad Ciudadana en Bogotá, durante la administración de Gustavo Petro. Se juramentó ante la entonces Secretaria Distrital de Gobierno, Gloria Flórez Schneider.

Foto archivo web Alcladía de Bogotá

7.- Si el mundo todo, la ONU,

respalda plenamente a Colombia en un proceso cuyo acuerdo final se firma este lunes 26 de septiembre en Cartagena, ¿qué se pudiera pensar de los colombianos que están en contra? 

—La grandeza de la democracia es que cada quien puede optar por diversa solución. Es cierto que en el concierto internacional se genera respaldo a lo logrado en La Habana. ¡Es que se acaba con medio siglo de conflicto armado con las Farc! Deja de existir la guerrilla más antigua del América Latina. Una guerrilla que había combinado formas de lucha subversiva con terrorismo. 

¿Qué se pudiera pensar? Que están en su derecho a estar en contra. Que los respetamos desde la distancia, pero que Colombia votará SÍ. 

8.- Sobre más de 35 años de experiencia, Carmen, dime dos anécdotas inolvidables. 

—La primera: estar entre quienes recibimos el dos de julio de 2008 a los 15 secuestrados rescatados 

durante la Operación Jaque. Sentir la emoción que transmitían. Saber que eran libres luego de años de penuria y tortura. Saber que durante la Operación Jaque no se disparó ni un solo tiro, y que quienes se arriesgaron para lograr la libertad de la colombo-francesa Íngrid Betancourt (secuestrada el 22 de febrero de 2002), de los oficiales y suboficiales del Ejército: capitán Juan Carlos Bermeo (secuestrado el 3 de agosto de 1998), teniente Raimundo Malagón (secuestrado el 4 de agosto de 1998), sargento José Ricardo Marulanda Valencia (secuestrado el 3 de marzo de 1998), sargento Erasmo Romero Rodríguez (secues-trado en Miraflores el 3 de agosto de 1998), cabo primero William Humberto Pérez Medina (secuestrado el d de marzo de 1998), y cabo primero José Miguel Arteaga (secuestrado en 1998); de la Policía: cabo Amaón Flórez Pantoja (secuestrado en 1998), cabo Julio César Buitrago Cuesta, subintendente Armando Castellanos Gaona (secuestrado en 1999) y cabo John Jairo Durán Tuay (secuestrado el 3 de agosto de 1998); y de los contratistas estadounidenses Keith Stansell, Thomas Howes y Marc Gonsalves (secues-trados el 13 de febrero de 2003). 

La segunda: acompañar al personal médico militar que prestó sus servicios con mística y compromi-

so después del terremoto que afectó a Haití el 12 de enero de 2010. Sobrevolamos a Puerto Príncipe y constatamos la devastación. Recorrimos las calles (las que quedaban), observamos cómo deambulaban niños y niñas... Acompañamos al personal médico mientras atendía en largas jornadas. En esa ciudad, el dolor se reproducía en cada esquina. Todo hacía falta.

...

Epílogo: Gracias, Carmen... Las expreso, a punta de latidos del corazón... Gracias, porque, te lo ma-

nifiesto de corazón, me das la oportunidad de aspirar a que, entre tú y yo, se consolide mutua confianza entre dos recientes amigos, tras 37 años de conocernos y no frecuentarnos… Queda pendiente nuestro

encuentro con Jorge Medina. 

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