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De José Manuel Villarreal Gravini: Hola, Jose… Quiero compartir contigo el mensaje de mi amigo Elías Ruíz, también de Soledad, con respecto a la publicación en El Muelle Caribe:

Reacciones ante un reconocimiento

Tres exalumnos del director de El Muelle Caribe... Para hacer sonrojar a cualquiera.

El disfrute de las conversaciones

entre el profesor y el exalumno

José Manuel Villarreal  Gravini

por la Calle 17. Esta ruta me tocó utilizarla, para ir al colegio Instituto Gaitán (Calle 17 con  Carrera 17, barrio las Nieves).

Sí, efectivamente, la habilidad de mantener un buen estado de ánimo, era imperiosa para subirse en tan espe-

rado bus, aunque en esos momentos uno no lo entendiera.

Por todo lo anterior solo quiero ser coherente con algunas expresiones con las cuales te identifican tu profesor,

hoy tu amigo.

Qué alegría es saber que ese exalumno es JOSE VILLARREAL GRAVINI, siendo esto un privilegio y orgullo  

para quienes nos consideramos tus amigos.

Para mí es un honor contarte en primer orden en la lista de mis amigos.

La vez que me comentaste sobre los esfuerzos que estas realizando para terminar tu maestría me llegó a la

mente una frase de Jose Martí, poeta de la Revolución cubana: “Si antes serví, ya no me acuerdo, solo quiero seguir sirviendo”.

Viejo Jose (José Manuel Villarreal Gravini): no me cabe ninguna duda que después de tu maestría seguirás sir-

viendo y ofreciendo tus conocimientos a tus estudiantes, amigos, porque desde que nos conocemos brillas con tu propia luz.

La decisión, la confianza y credibilidad al ofrecer el exalumno a

su ahora amigo, tres textos para que les diera puntuales pinceladas a su trabajo literario que el maestro considera PULCROS, siendo para el exalumno una alta dosis de satisfacción por tratarse de quien venía.

De los tres temas resalto particularmente ‘La virtud de la pa-

ciencia’, sin que los otros dejen de tener su correspondiente impor-tancia.

Me refiero a tu anécdota la cual termina en dos.

Estas hacen referencia a los buses de la Empresa Trasalianco,

ruta Simón Bolívar-Mercado. De igual manera existía otra ruta de esos buses, aquellos que no tenían la famosa planilla (tabla de triplex), estos iniciaban su recorrido desde la Nevada, hoy La Glorieta que divide a la ciudad de Barranquilla y el municipio de Soledad hasta el mercado. Este trayecto se realizaba en gran parte

Por Elías Ruiz

Hola Jose (José Manuel Villarreal Gravini), estuve leyendo el tex-

to del mensaje enviado el 10 de enero de este año titulado El Muelle Caribe. No te había dado una respuesta oportuna por estar un tanto ocupado y que por la calidad del texto ameritaba su espacio. Esto hizo que recordara la frase de Luis Pasteur, famoso químico francés, que dijo: “Los amigos se convierten en ocasiones en ladrones de nuestro tiempo”. Y créeme que lo hago con el mayor gusto.

Me llamó poderosamente la

atención, el título del comentario de José Orellano, ‘La alegría de leer textos de un exalumno con alto nivel’.

Fue muy grato, a pesar de

que me lo imaginaba, cuando a renglón seguido el profesor iden-tificaba al exalumno.

He disfrutado las conversa-

ciones sostenidas entre el profe-sor de Historia Universal del Ba-chillerato de Soledad y su exa-lumno, varios elementos impor-tantes.

Elías Ruiz

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